Buscar Iniciar sesión

Estos son los cincos insultos antiguos que necesitas incorporar en tu vocabulario

Existen muchas formas de insultar pero en el castellano se pueden llegar a encontrar verdadera joyas fruto del ingenio y la cultura
Tres hombres mayores sentados en la plaza de un pueblo
Tres hombres mayores sentados en la plaza de un puebloLa Razón
  • Pablo Martín Henche (Madrid, 2002) estudió periodismo y comunicación audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos descubriendo su gran afán por escribir sobre cine y música. Actuó como colaborador en El Generacional en la sección de cultura como reportero y articulista. En la actualidad, se encuentra realizando sus prácticas como redactor en La Razón.

Creada:

Última actualización:

En España, el 'arte de faltar' se ha convertido en toda una disciplina que guarda una sinergia intrínseca con la cultura de nuestro país. Incluso se ha llegado a estilizar en cuestión de la zona y la forma de emplear el castellano. En este contexto, las áreas rurales son las verdaderas protagonistas y las cuáles han otorgado un valor sustancial a la hora de denostar. Esto ha llegado a conformar todo una nueva forma de hacer humor, puesto que el desprecio en nuestra tierra guarda una extraña relación con el cariño. El insulto en algunos casos se utiliza como recurso para evocar lo contrario. Algunas palabras guardan un doble sentido específico que, en relación al subtexto de la conversación, adquieren un significado u otro.
Sin embargo, este no es el caso de los insultos, o al menos no de todos, las ofensas son ofensas mas no guardan una coordinación estricta con el concepto del insulto, o al menos con lo que se entiende de él de puertas para fuera. Todo está en la actitud, en el talante de la acción. El cómo más que el qué. A raíz de esta evolución, la sociedad en coalición con la cultura ha encontrado numerosos modos de expresión que los españoles han empleado para referirse a sus familiares y amigos en el día a día. De esta manera, es curioso ver como, dentro de una misma nación, surgen cientos de palabras que a pesar de significar lo mismo son contrarias en su voluntad e identidad.
Esta primera palabra probablemente sea la más utilizada de toda la lista. Encuentra su significado en una persona débil o con poco carácter que se deja manejar por los demás muy fácilmente. Algunos sinónimos de esta palabra fuera de España son 'mameluco', utilizado con frecuencia en Honduras, o 'pilucho', en la República de Chile. En algunos casos es empleada con una connotación cariñosa y cercana.
Se aplica a la persona que se extraña o escandaliza por cualquier cosa que ve u oye. Esta expresión expone una intención de saturación y empacho con la persona de enfrente debido a su extravagancia. Se suele emplear con personas muy cansinas que suelen mostrar en exceso sus vivencias.
En este caso se refiera a la persona pesada que repite la misma historia hasta el hartazgo. la conjunción de las palabras 'cansar' y 'almas' es clara, por lo que, debido a la crudeza de su sentido, se puede aplicar en contextos de tensión y poco familiares.
Se emplea para insultar a una persona necia e ignorante, pero con cierta gracia. La expresión 'cabeza de alcornoque' se utiliza para referirse a este tipo de personas con una intención peyorativa pero desenfadada. Este dicho ha ido pasando de generación en generación hasta llegar a nuestros días. El origen de este refrán nace de que este tipo de árboles tienen un corcho poroso y su peso es muy ligero.
Dicho de una persona que se preocupa mucho de su compostura y de seguir las modas. Aunque pueda parecer que este término está en desuso, en la España más castiza perdura y resiste. Sin embargo, esta palabra viene del francés petit mâittre, y se utiliza para referirse a jóvenes del siglo XVIII que vestían a la moda francesa, modernos y de gusto fino. En nuestros días ha ganado un concepto más pedante.