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Los “bookstagrammers”: estos son los críticos literarios que triunfan en las redes

Mientras la Feria del Libro se inaugura como exponente de los hábitos tradicionales, siguen proliferando los «bookstagramers», figuras que proponen nuevas formas de enfrentarnos a la literatura desde las redes sociales
Los críticos literarios que vienen de las redes sociales
Los críticos literarios que vienen de las redes socialesInstagram
La Razón

Madrid Creada:

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El viernes Madrid se convirtió en el epicentro literario como consecuencia del inicio de la Feria del Libro. Más allá de los autores consagrados y las editoriales de renombre, este año destacan los «bookstagrammers», influencers que están transformando la manera en que leemos y compartimos literatura a través de las redes sociales. Hemos conversado con seis de estos apasionados de los libros para explorar cómo están renovando la literatura y qué papel juegan las redes sociales en este proceso. Sus respuestas nos ofrecen una mirada fresca y dinámica sobre el futuro de la lectura en la era digital.
Para adentrarnos en este fascinante tema, les planteamos una serie de preguntas que nos ayudan a entender mejor su visión y su influencia en el mundo literario actual. Jen Bernal, conocida como @devoralibrosyt, subraya la importancia de las redes sociales en la literatura: «Creo que tienen muchísima importancia porque al final todos utilizamos el móvil a diario. Hoy en día se puede ver que hay infinidad de temas, desde entretenimiento hasta educación, y esto ha hecho que la gente compre más libros. Es maravilloso, porque antes TikTok solo era para bailes, pero ahora también se habla de libros y más». Anna Holland (@hollandandbooks) también destaca el impacto positivo de las redes sociales: «Han convertido la lectura en un hobby muchísimo más grande. Ya no me limito a leer sola en mi habitación, sino que puedo compartir todo lo que siento en redes y encontrar a gente que siente lo mismo que yo con un libro o con un trope».
Por su parte, Manu (@manu.balfour), que además ha publicado recientemente el libro «Aquello que perseguimos» en Ediciones Martínez Roca, agrega que «gracias a las redes sociales puedes encontrar personas que comparten tus gustos literarios y conocer nuevos títulos y autores que de, otra manera, sería complicado». Mucho se habla del paso de la literatura juvenil a la adulta, pero consideran que no es un proceso lineal ni obligatorio. Jen Bernal cree que este paso no debe ser forzado: «El de la literatura más juvenil a la adulta no se tiene que dar en un momento determinado. Hay adolescentes que leen cosas más adultas y adultos que leen juvenil. Cada persona lo lleva a su ritmo y va incorporando sus lecturas».
Anna comparte una visión similar: «No es necesario dar ningún ‘‘salto’’ en absoluto. La literatura son historias, y aunque pueden estar catalogadas para una edad, no ‘‘caducan’’. Disfruto tanto de la literatura juvenil como de los clásicos. No hace falta dejar de leer juvenil solo por tener más de 30 años». Manu resalta que cada persona tiene su propio camino: «Habrá gente que no se canse de la literatura juvenil y la siga disfrutando aunque pasen los años y habrá otras personas que quieran explorar nuevos territorios y géneros. Ambas cosas están bien dependiendo de lo que busques en tus lecturas». E Iván añade: «Desde mi punto de vista no existe ese salto tan marcado, hay diferentes caminos para poder seguir. Conozco personas que solo consumen literatura ‘‘adulta’’ y otras que siguen consumiendo literatura juvenil aún no siendo el target principal de este tipo de libros». Laura observa que la fantasía a menudo difumina estas líneas: «Dividir por edades puede estar bien cuando se trata de libros infantiles, pero en el caso de la fantasía, juvenil y adulto se entremezclan. El paso de la literatura juvenil a la adulta es difícil de calcular e inesperado».
De hecho, en los últimos años los «bookstagrammers» han adquirido un papel crucial en la promoción de la literatura juvenil. Iván destaca el papel fundamental de estos influencers: «Creo que somos una parte fundamental en el fomento de la lectura entre los jóvenes. Muchas editoriales colaboran con nosotros para mostrar y publicitar sus novedades». Anna añade que los creadores de contenido pueden convertirse en referentes importantes: «Los creadores de contenido ‘‘bookish’’ en Instagram o TikTok pueden convertirse en parte muy importante de tu vida. Te recomiendan libros nuevos y pueden convertirse en amigos virtuales». Asimismo, Jen Bernal enfatiza el impacto de las recomendaciones en redes: «Hay veces que hemos hablado de un libro en concreto y no te puedes imaginar la cantidad de mensajes que hemos recibido sobre él. La gente compra libros porque los ven recomendados en TikTok o Instagram». El mito de que los jóvenes no leen es otro de los apartados ampliamente desmentido por nuestros entrevistados. Jen Bernal lo derriba con datos que ella misma ha podido recabar dando charlas en colegios: «El 85% de los jóvenes leen. Me parece increíble. Es un mito que no lo hacen, sí leen, y mucho».
Por su parte, Manu también opina que los jóvenes cada vez leen más, pero algunos adultos no lo ven así: «Claro que los jóvenes leen. Lo que pasa es que sigue habiendo adultos que creen tener la potestad de decidir qué es o no es literatura». Laura está de acuerdo: «Creo que es un mito porque cualquier lectura puede aportar algo. Deberíamos dejar de juzgar un contenido por su valor de conocimiento y más por lo que te haga sentir». Laura, por su parte, está de acuerdo: "Creo que es un mito porque cualquier lectura puede aportar algo. Deberíamos dejar de juzgar un contenido por su valor de conocimiento y más por lo que te haga sentir." Marcos añade que los jóvenes leen más fuera del ámbito escolar: "Cada vez se lee muchísimo más entre los jóvenes. En mi época no recuerdo que se leyera tanto. No se leen lo que muchos centros escolares quieren que se lean porque no está actualizado, pero fuera de ello se lee bastante”.
El formato audiovisual ha revolucionado la promoción y venta de libros juveniles. Bernal destaca el impacto de los vídeos cortos: «Tener vídeos cortitos ayuda porque ves una frase bonita y quieres comprar el libro. Esa frase estaba en un vídeo de cinco segundos. Repercute de una manera brutal». Manu coincide en que lo visual es clave: «Las generaciones de ahora buscan más la inmediatez, lo visual. Los libros se están extendiendo más gracias a lo audiovisual y al atractivo que eso ofrece». Iván (@booksbypanero) menciona el uso de tráileres por las editoriales: «Las editoriales han empezado a publicarlos de los libros como si fueran películas. Estas técnicas suelen ser muy efectivas». Marcos observa que las adaptaciones audiovisuales también influyen: «Cuando una serie se inspira en un libro, la venta de ese libro se dispara. Las producciones audiovisuales tienen una repercusión enorme».
La literatura juvenil ha capturado la imaginación de lectores de todas las edades debido a su capacidad de reflejar experiencias universales de una manera accesible y emocionante. Anna ve la literatura juvenil como un refugio, «como un lugar cómodo y seguro. Refleja problemas y pensamientos que todos hemos tenido. Leer sobre esas experiencias puede conectar más que leer sobre una época que no has experimentado».
Respecto a la crítica literaria tradicional, los «bookstagrammers» han logrado conectar con una amplia audiencia de lectores jóvenes y adultos de manera única y efectiva. Jen Bernal señala que «la mayoría de la gente no lee el periódico, no lee artículos de opinión, no lee a críticos de literatura, las cosas han cambiado y ahora estos son los ‘‘bookstagrammers’’». Marcos (@booksandmark) subraya que «la crítica literaria tradicional puede parecer anticuada en comparación con el contenido rápido, espontáneo y dinámico que ofrecen los «bookstagrammers», lo cual es mucho más atractivo para la audiencia actual». Iván destaca que «nuestra diferencia respecto a los críticos literarios es la humanidad; los jóvenes que me siguen saben quién soy, mis gustos literarios y cómo reacciono a cada libro». Anna añade que los «bookstagrammers» son más cercanos y naturales, lo que contrasta con las críticas literarias, que pueden parecer más frías y técnicas. Manu menciona que «la gente busca a alguien cercano con quien se pueda identificar, alguien que lo vive y lo comparte de una manera que hace que los libros sean apetecibles».
Laura (@fantasyliterature) también resalta esta cercanía y añade que una recomendación es más campechana y deja más abierta la puerta a la subjetividad del lector. En este mundo digitalizado, el amor por los libros sigue siendo una fuerza poderosa que une a personas de todo el mundo en su pasión por la lectura. Las redes sociales han transformado la forma en que interactuamos con la literatura, democratizando el acceso a las historias y proporcionando un espacio para la comunidad lectora. Los influencers literarios desempeñan un papel crucial en este ecosistema recomendando libros, compartiendo experiencias y promoviendo la lectura entre las nuevas generaciones.