Buscar Iniciar sesión

Denuncian el pésimo estado del gran Palacio de Orleans en Sanlúcar de Barrameda

El valioso edificio, cuyo mecenas fue el duque de Montpensier, Antonio de Orleans, ha sido incluido en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra por estar “al borde de la ruina total”
Hispania Nostra

Creada:

Última actualización:

Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, en plena desembocadura del río Guadalquivir, ciudad de gran calidad cultural, de valiosas costumbres e inigualable gastronomía, ocupa un lugar privilegiado en la Historia. Desde allí zarparon expediciones marítimas como el tercer viaje de Cristóbal Colón, así como los navíos de Juan Sebastián Elcano y Fernando de Magallanes, que dieron la vuelta al mundo, salieron y llegaron al mismo puerto. Además de puerto de referencia, Sanlúcar ha sido alojamiento de importantes figuras de la realeza, como fue el duque de Montpensier, Antonio de Orleans, quien se casó con la infanta de España, Luisa Fernanda de Borbón, y quienes dotaron a la ciudad de una de sus épocas de máximo esplendor.
No obstante, la ciudad de la manzanilla y de la cultura en la calle cada vez se ve más perjudicada por el olvido, pero no de los visitantes, pues el turismo es frecuente durante todo el año, sino por quienes deben preocuparse por preservar monumentos históricos que hoy día se ven bastante perjudicados e, incluso, en riesgo de pérdida. Durante los últimos años, la ciudad se ve cada vez más masificada pero menos cuidada en términos patrimoniales, pudiendo presumir de mayor esplendor que del luce actualmente, pues las herramientas las tiene. Por ello, ha sido necesario un toque de atención: la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra, y que recoge cerca de 900 monumentos españoles con riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato, ha añadido al palacio de Orleans-Borbón a sus preferencias.
Si bien también han incluido la Hacienda Ibarburu en Dos Hermanas (Sevilla) o el Castillo de Santa Catalina del Monte o Verdolay (en Murcia), la situación del Palacio de Orleans y Borbón es, si cabe, más alarmante. Estuvo habitado hasta 1955, hasta que el infante Alfonso de Orleans y Borbón, por discrepancias con Franco, se exilió en su finca “El Botánico”. Así, durante los años 70 el edificio se vendió en dos ocasiones y, en 1979, lo compró el Ayuntamiento de Sanlúcar, con el objetivo de evitar su destrucción y destinar un uso público al mismo. No obstante, al menos el primero de los retos no se ha cumplido.
El Palacio es una joya de la arquitectura neoárabe del siglo XIX, siendo considerado, de hecho, pionero de dicho estilo. Construido entre 1852 y 1880, se ubica en el Barrio Alto de Sanlúcar, lugar privilegiado y representativo del estatus social, pues también se ubica en esa zona la residencia de los duques de Medina Sidonia. De hecho, tal es la excepcionalidad, calidad y valor del Palacio que fue declarado Bien de Interés Cultural, así como inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía.
Por ello, la Lista Roja de Hispania Nostra denuncia su “mal estado de conservación y al borde de la ruina total”. “Desde las rehabilitaciones efectuadas en la década de los 90, el inmueble no ha recibido mantenimiento alguno. En la parte más noble del edificio, los ricos techos se encuentran con problemas de desprendimiento”, explican en la web oficial. Y las imágenes son impresionantes: habitaciones en ruinas, maderas señoriales destrozadas, ventanas rotas o paredes derruidas.
El Palacio está “al borde de la ruina, siendo uno de los mejores edificios civiles de la ciudad, construido con mimo y con especial interés por miembros de la familia Real española en el siglo XIX”, rechazan desde Hispania Nostra. “Edificado por los mejores arquitectos del momento -como Balbino Marrón, Juan Talavera de la Vega o Fernández Ayarragaray-, con obras procedentes de distintos palacios reales de Madrid y con un jardín de ensueño. Es el primer edificio de estilo neomudéjar construido en nuestro país y es el mejor reflejo de su época y el gusto de su mecenas, Antonio de Orleans, duque de Montpensier. Constituye el mejor ejemplo con estas características”, concluyen.
Con esto, se incluye en una Lista Roja cuyo principal fin es “dar a conocer y proteger aquellas parte de nuestro Patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y en peligro”. Recoge elementos patrimoniales de España “que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores”, y los escogen basándose en su importancia histórica y arquitectónica, “en el estado en que se encuentra y en el riesgo que recaiga sobre él”, especifican en su web oficial.