¿De dónde viene la expresión "se te ve el plumero"?
El origen de esta frase va más allá del utensilio que usamos en casa para quitar el polvo: tiene un significado político
![Grabado donde se observan los uniformes de la Milicia Nacional, con las plumas en los gorros ¿De dónde viene la expresión "se te ve el plumero"?](https://imagenes.larazon.es/files/image_1600_900/files/fp/uploads/2024/11/27/6746cd7d808dc.r_d.359-221-22222.jpeg)
![Sofía Campos](/assets/images/logo_default.webp)
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Entre las numerosas expresiones que alberga el idioma español y que utilizamos en nuestro día a día, hay una cuyo uso está bastante extendido y vigente. Se trata de esa frase que empleamos cuando tratamos de comunicarle a una persona que, aunque finja, se le están viendo las intenciones de sus intereses desde lejos. Es decir, que "se le ve el plumero". ¿Cuál es la explicación de esta expresión? ¿Por qué nos referimos a este objeto de limpieza cuando queremos expresar que hemos descubierto los verdaderos objetivos de una persona?
La frase "se te ve el plumero" cuenta con un peculiar origen histórico y político, que nos traslada al siglo XIX. No tiene nada que ver, con esto, con esa herramienta que utilizamos en casa para quitar el polvo, sino que su explicación es más compleja. Hay que remontarse a la firma de la Constitución de Cádiz en 1812, cuando se formó la Milicia Nacional, una fuerza compuesta por liberales que defendían ideas progresistas. Estos soldados tenían un rasgo distintivo, y era el gorro adornado con un penacho de plumas, que se les hacía ver incluso a largas distancias. Ahí ya comenzamos a intuir el verdadero significado del plumero.
El característico atuendo de esta Milicia se convirtió en un símbolo de sus ideales, así como algo que relacionaba directamente a la persona con su afiliación política. Tal es así que la prensa de la época comenzó a referirse a estas personas con la expresión de "verse el plumero", pues se identificaba rápidamente su postura al vestir con tal penacho de plumas.
Así, en debates o tertulias entre conservadores y progresistas, se le decía a estos últimos "a mí no me engañes, que te he visto el plumero", en referencia al gorro que vestían. Esta expresión, por tanto, ha evolucionado con el tiempo, y no sólo con una definición en términos políticos, sino en un sentido más general, utilizándose cuando a alguien se le ven las verdaderas intenciones, sean del tipo que sea, detrás de lo que realmente está comunicando.