Muere el actor Enrique San Francisco a los 65 años
El popular humorista, que hizo su primera incursión en el mundo del cine con tan solo seis años, ha fallecido tras semanas ingresado en un hospital madrileño por una neumonía bilateral
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Su guiñolesco aspecto portador de unos grandes ojos salientes, su presencia enrobinada, deudora del espíritu canallesco de su juventud y su endiablada voz de empedernido fumador le convertían en una figura poderosamente reconocible aunque se encontrase a kilómetros de distancia. Querido por muchos y exponente generacional de una época determinante para el cine español, Enrique San Francisco, popularmente conocido como Quique San Francisco, callaba hoy para siempre su voz de humo y moría a los 65 años, después de permanecer varias semanas ingresado en el hospital Clínico San Carlos de Madrid, tal y como han confirmado a “¡Hola!” fuentes cercanas al actor.
Pese a que el intérprete se mostraba optimista y animado, su estado de salud empeoró considerablemente el pasado fin de semana, cuando la infección que tenía se extendió al pulmón izquierdo. El que también fue humorista sufría una neumonía necrotizante que se complicó con otra cepa bacteriana. Coincidiendo con la llegada inesperada de Filomena a la capital madrileña, San Francisco ingresó en el hospital gracias a un compañero policía. “No había nadie en urgencias y, en veinte minutos, ya estaba sedado e intubado. La prueba de Covid-19 dio negativa, pero la infección había llegado al riñón y a la sangre. El cuadro auguraba lo peor”, declaró el actor en afirmaciones recogidas por la revista, dando a entender la crítica gravedad de su estado en el momento de la hospitalización.
Las alarmas saltaron el pasado 12 de enero, cuando el Aula de Cultura de Getxo, en Vizcaya, anunció la suspensión de “La penúltima”, prevista para el 23 de ese mes, por “problemas de salud” del intérprete. Hay que tener en cuenta, no obstante, que no se trataba de la primera vez que San Francisco sufría de alguna enfermedad, pues desde hace años arrastra problemas de salud, agravados en 2002, cuando sufrió un aparatoso accidente de moto que le mantuvo postrado en una silla de ruedas durante más de un año y le imposibilito la subida a los escenarios.
De padres actores y prematura vocación, el intérprete y humorista Enrique San Francisco nació el día 10 de marzo del año 1955 en Madrid. Desde muy pequeño compaginó participaciones en obras de teatro y en películas como “Diferente” en el año 1961, materializando con ella su debut cinematográfico. Su formación artística se completó en el Actors Studio, aunque no tardó demasiado, por no decir prácticamente nada, en abandonarlo. El respaldo definitivo en términos audiovisuales que recibió su carrera fue en la década de los 80, al empezar a trabajar en las películas del ahora intelectualizado y desempolvado “cine quinqui”, como la mítica “Navajeros”, “Colegas” o “El pico”, todas ellas bajo las órdenes de Eloy de la Iglesia. Además, en 1989 apareció en “Amenece que no es poco”, de José Luis Cuerda.
Pese a ello, no será hasta 1992 con “Orquesta Club Virginia” cuando consiga, bajo las órdenes de Manuel Iborra y junto a Jorge Sanz o Antonio Resines, el respaldo de la crítica y logre una nominación a mejor actor de reparto en los Goya. Tres años antes había conseguido su primera nominación en estos premios, por “El baile del pato”, y no volvería a optar al cabezón. “Acción Mutante”, con Álex de la Iglesia, o “El rey pasmado”, fueron algunos de sus trabajos más importantes para el cine en los años 90, si bien San Francisco orientó su carrera hacia la televisión. “Pepa y Pepe”, “Colegio Mayor” o “Los ladrones van a la oficina” fueron algunos de los títulos en los que participó para la pequeña pantalla.
A partir de los años 2000, el actor redujo sustancialmente sus participaciones y empezó a tener más protagonismo mediático por sus polémicas declaraciones públicas sobre asuntos políticos y sociales que por sus papeles, aunque aún aparecía en series como “Cuéntame”, “Gym Tony” o “¿Qué fue de Jorge Sanz?”. Una de sus colaboraciones recientes más celebradas fue en los anuncios de Campofrío, interpretando de forma cómica y macabramente premonitoria en el último de este año a la muerte. En los últimos meses, intervenciones como las protagonizadas por el actor en el programa de la Sexta “Liarla Parda” o en el presentado por Javier Negre en Youtube, levantaron ampollas gracias a afirmaciones como “yo estoy muy de acuerdo con muchas cosas de Vox, pero resulta que si ahora estás de acuerdo con ellos eres un facha. Es muy triste pensar que con Franco tenía o sentía que era una persona más libre en general” o “Le puede pasar a cualquiera. Ahora han hecho una ley que llama una mujer por teléfono y dice que la maltratas y sin consultar ni ver van y te detienen”, en relación a la existencia de la violencia machista. Ideas incendiarias aparte, este amante de la velocidad, adicto a la vida, a sus pasiones y márgenes, se va demasiado pronto, habiendo tenido la fortuna de ser, decir y hacer lo que ha querido. Algo que parece sencillo, pero que en absoluto lo es.