Gastronomía
Viaje al reino de la trufa
El Toro celebra la Feria de la Trufa más antigua de España
Todos los años con el otoño llega una joya culinaria que surge de la tierra y que potencia en sabor las más exquisitas recetas de la alta cocina y otros platos de la gastronomía europea. Se trata de la trufa negra silvestre o cada vez más, la cultivada, que nace en bosques y terrenos de encinas y carrascas, cuyos frutos son las bellotas y que solo germinan en tierras secas con una determinada composición meteorológica y en altitudes cercanas o superiores a los 1000 metros.
En la Comunidad Valenciana las tierras del norte de la provincia de Castellón tienen prácticamente la exclusiva del hábitat de la trufa negra. En las comarcas de Els Ports, el Maestrat y el Alto Palancia saben mucho de trufa y es en esta zona geográfica en donde situamos la Villa de El Toro.
Feria de la trufa esta semana
Del 28 de noviembre al próximo 1 de diciembre, El Toro se convertirá en el centro neurálgico de la trufa, la “tuber melanosporum”, celebrando la Feria más antigua de España cuyo origen se remonta a 1997, aunque hubo unos años de interrupción. Se trata de una cita muy sabrosa en la que junto a las degustaciones con este hongo que crece bajo tierra, habrá toda una serie de actividades para acercar al visitante a esta pequeña y cuidada villa rural de más o menos 248 habitantes. Volcados con la truficultura, que genera riqueza a la localidad, el alcalde, José Arenes, en un viaje reciente de medios de comunicación a la localidad, declaraba: "Celebramos la vigésimo primera edición de la Feria de la Trufa Negra, de la que nos sentimos muy orgullosos, con esa satisfacción de ver cómo crece año tras año y cómo da visibilidad y promoción a nuestra localidad".
Orígenes de El Toro
De origen íbero con asentamientos hallados en su término de una antigüedad de 250 años A. C., en El Toro dejaron su huella, romanos, árabes y cristianos desde que el rey Jaime I otorgara privilegios, tanto a la población cristiana como a la mora.
El Toro es una localidad que está en la lucha por recuperar población y no caer en ese lamentable pozo de la España vaciada. Y lo están consiguiendo a base de esfuerzo y de incentivos para quienes decidan quedarse. El propio alcalde es un torano de ida y vuelta desde Valencia y ahora tiene su propia bodega de vino y tierras. Es él mismo quien nos acompaña a visitar los invernaderos en donde desde hace 34 años germinan semillas y esporas de trufa en macetas antes de plantarlas en la tierra y quién nos cuenta cómo hace unos 50 años comenzaron a llegar al pueblo catalanes buscando y comprando trufa, un hongo que carecía de interés excepto para los jabalíes. El destino era sobre todo Francia y sus grandes chefs. Y hoy sigue siéndolo porque casi toda la producción del diamante negro de la cocina de El Toro tiene como destino las mesas gourmet del país vecino.
La trufa es un hongo subterráneo, de color negro con minúsculas vetas blancas de diferentes tamaños y de un sabor ligeramente dulce, suave y prolongado. Se desarrolla debajo de las carrascas y encinas y se descubre a través del olfato de perros adiestrados, como Niebla y Sol, los que tiene Laura García, una farmacéutica que dejó su farmacia en La Eliana para irse a vivir en la naturaleza de interior y dedicarse a la lucrativa actividad de encontrar y vender la trufa cuyo precio está sobre los 1.500 euros el kilo.
España se ha convertido en el primer productor mundial de trufa negra con más de 100 toneladas, lo que supone el 60% del total mundial y existe constancia del uso de la 'tuber melanosporum' por primera vez en la cocina de al-Ándalus del siglo XIII.
La visita de los medios se completó con una comida en el Ayuntamiento, en donde varios entrantes aromados con trufa dieron paso a una sabrosa fideuà con pato, foie y trufa bien esparcida, elaborada por el gran Kique Peris del reconocido restaurante Randurías de Jérica.
La Feria de la trufa en el reino de la misma está al caer. La ocasión es idónea para conocer de cerca, en plena naturaleza de interior en donde en invierno nieva y a ese mundo que vive alrededor de la trufa, junto a una villa preciosa de aspecto medieval, en la provincia de Castellón, situada en el altiplano de Barracas, rodeado por la sierra de El Toro y la de Javalambre y a mil metros de altura. Haga la prueba.