Tribunales
Matricidio en Valencia: la acusada de degollar a su madre admite los hechos pero culpa a su novio de planificarlo
Arranca el juicio contra Marya que vivía en L'Alcudia de Crespins (Valencia) y asegura que consumía cocaína, speed y marihuana
La acusada de degollar a su madre en una vivienda de l'Alcudia de Crespins (Valencia) y de apoderarse de sus fondos, Marya T. H, ha admitido este lunes, ante el Tribunal del Jurado, que le propinó un corte en el cuello después de que su novio, menor de edad, planificase y ejecutase una agresión a golpes.
Esta joven, que tenía 18 años el 1 de abril de 2020 cuando cometió el crimen, ha admitido que ella y su novio, de 17 años, eran consumidores habituales de cocaína, speed y marihuana y que estaban endeudados.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular, que ejerce su hermano, piden una condena de 30 años de prisión por asesinato y robo con violencia, con la agravante de parentesco, y una indemnización de 80.000 euros.
Su compañero sentimental ya fue juzgado y condenado por estos mismos hechos -pena de internamiento- por un juzgado de menores.
Tras el asesinato, la encausada se apoderó de dos tarjetas bancarias de la víctima con las que sacó más de 6.200 euros, desde el día de los hechos hasta el 4 de junio, según sostiene el fiscal.
El cuerpo de la mujer permaneció en la casa hasta el 20 de agosto del mismo año, la mayor parte del tiempo en el mismo lugar del pasillo en el que falleció.
En la jornada de este lunes, ante el jurado popular y entre constantes sollozos, la procesada ha relatado que su novio se llevaba mal con su madre y que ambos planificaron su asesinato.
"Empezó a decirme que teníamos que pagar la deuda. No podíamos salir de casa por la pandemia, había toque de queda. Él empezó a planificar la muerte de mi madre porque discutían mucho. A mi madre no le parecía bien nuestra relación pero yo, en vez de hacerle caso, seguía con él, le defendía", ha admitido la joven.
"Un día vino a casa con una barra de pan y uncuchillo. Yo ya sabía lo que iba a hacer -ha señalado-. Fue a la cocina, cogió amoniaco y se lo tiró a la cara a mi madre, que estaba durmiendo en el sofá. Mi madre se asustó y él empezó a pegarle. Yo me fui al baño".
"Al salir del baño -ha continuado la acusada- vi la sangre de la cabeza de mi madre. Oí golpes, le dio con una mancuerna. Él empezó a decirme que tenía que hacer algo y me dio el cuchillo. No supe lo que hacer, iba y venía, y a la tercera fui y le corté en el cuello. No sé si mi madre estaba viva, yo creo que sí, escuché cómo agonizaba con sangre en la boca", ha agregado.
Tras el crimen su novio la abrazó y tiró el cuchillo al fregadero. "Me dijo: ya está. Dejamos a mi madre en el pasillo hasta que la Guardia Civil vino a casa", ha dicho la acusada, que no tuvo valor para mover el cuerpo, según ha explicado.
Ella se responsabilizó de limpiar la sangre y de deshacerse tanto de los cuchillos como de la mancuerna con la que su novio golpeó a su madre en la cabeza.
La joven se ha mostrado arrepentida ante el tribunal y ha pedido perdón por sus actos.
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