Acontecimiento editorial

La prosa de Joan Maragall ya está completa

Se presentan los tres volúmenes de la ambiciosa recopilación de la obra del gran autor barcelonés

Joan Maragall retratado por Ramon Casas
Joan Maragall por Ramon CasasMNAC

Desde que en 1961 se reuniera en dos volúmenes la obra completa de Joan Maragall a manos de la Selecta, no se había intentado hacer un proyecto que fuera más ambicioso y legible. Durante veinte años, Lluís Quintana Trias e Ignasi Moreta han trabajado en la que se puede definir como edición definitiva de uno de los grandes nombres de la literatura catalana de todos los tiempos. De la mano de Edicions 62, en 2020 apareció el primer tomo que incluía la totalidad de la poesía y el teatro. A él se le suman ahora tres volúmenes que incluyen los artículos que el Maragall periodista publicó en los diarios de la época, tanto en catalán como en castellano. A ello se le suman discursos, prólogos o una biografía que quedó inédita tras su muerte y que estaba dedicada al periodista y escritor Joan Mañé i Flaquer.

«La figura de Maragall poeta más o menos la tenemos todos en la cabeza. Pero el Maragall periodista es una figura que no tenemos bien asumida en el imaginario colectivo. Es uno de los grandes periodistas literarios. Sin Maragall es difícil explicar el cambio de siglo. Fue el primer escritor catalán que tuvo un grueso importante de lectores que lo seguían y ese peso e importancia, de hace más de cien años, tiene una vigencia que se mantiene hoy. Muchos de esos artículos sorprenden por su vigencia, con factores históricos que coinciden en el tiempo. Pero también impacta por la honestidad con la que se enfrenta a los hechos que hay a su alrededor», dijo ayer Jordi Cornudella durante la presentación de la obra en la que fue la casa de Joan Maragall. Cornudella comentó los textos ahora recopilados, tanto los castellanos como los catalanes, «son un placer para cualquier lector».

Por su parte, los responsable de este titánico esfuerzo hablaron de los criterios para hacer esta edición, como es el de ordenar todos los textos de manera cronológica, «sin distinción de la temática o la lengua. Aparece todo seguido». A ello se le suman una serie de artículos, crónicas periodísticas, que Maragall publicó de manera anónima en «Diari de Barcelona», pero que hasta ahora no se habían integrado en sus obras completas. Son una veintena de «gacetillas», a las que también hay que añadir «Elogios», un texto que quedó sin publicar tras la muerte del autor y que los dos editores han «reconstruido» para esta edición.

Otra demostración de la precisión de Quintana y Moreta y un reto con el que han tenido que lidiar es que Joan Maragall, un autor tan reconocido en vida, «recibía todo tipo de peticiones. Todas las revistas que empezaban iban a buscarlo. Todos los poetas jóvenes le pedían unas líneas y él les enviaba una carta que acababan integrando como prólogo. Ese material también debíamos agruparlo». Lo que sí queda fuera como prosas son las numerosísimas cartas que redactó a lo largo de su vida, aunque los editores no descartan que en el futuro pueda hacerse algo, pese a no ser comprendidas como obra literaria.

Las cifras son abrumadoras porque hablamos de unas 2.800 páginas con 391 artículos entre los dos primeros volúmenes, más el tercero con la parte calificada como miscelánea. Y todo ello lo hizo el protagonista de este artículo en un tiempo récord porque la obra literaria de Joan Maragall se limita a dos décadas de actividad extraordinaria, desde 1892 hasta su repentino fallecimiento en 1911. En dos décadas, Maragall se convirtió en una voz influyente, alguien que tenía mucho que decir y que era seguido por numerosísimos lectores, encontrándose en no pocas ocasiones con problemas con la censura del momento.

De aquí surge un Maragall con los ojos puestos en la actualidad de su tiempo, atento a lo que sucede en Cataluña y que se mueve entre la «Oda a Espanya» y «Adéu, Espanya». «Su visión sobre España cambia bastante con el paso del tiempo. La primera es la del “Diari de Barcelona”, una propuesta regionalista de oponerse a la España centralizada. Se incorporó rápidamente al proyecto catalanista en contra opinión Flaqué. Por otra parte, gracias a su amistad con Miguel de Unamuno, se integra en el proyecto iberista. Al final de su vida un artículo que no publica sobre independencia. Al final de su vida, debate con Ortega sobre “La España invertebrada”, una polémica sobre la integración de España», aseguró Quintana.

Por su parte, Moreta matizó que «solamente calificar a Maragall como independentista sería algo simplista. También fue iberista. Se mueve en esta tensión que responde al momento».

Las obras completas de Joan Maragall está previsto que se cierren el próximo año con la publicación del quinto tomo, con las traducciones que llevó a cabo el gran autor.