Exposición imprescindible

Barceló: «La cerámica es una forma de pintura que se quema»

La Pedrera dedica una extensa retrospectiva a esta faceta en la obra del artista

GRAFCAT997. BARCELONA, 07/03/2024.-La Fundación Catalunya La Pedrera exhibe desde mañana viernes y hasta el próximo 30 de junio la mayor exposición dedicada a las cerámicas creadas por el artista mallorquín Miquel Barceló (en la imagen), que reúne más de un centenar de obras. EFE/Marta Pérez
La Pedrera exhibe la mayor exposición dedicada a las cerámicas de Miquel BarcelóMarta PérezAgencia EFE

Tras el exitoso paso del realismo de Antonio López, la Fundació Catalunya La Pedrera acoge desde esta semana a otro de los grandes creadores del arte contemporáneo. Miquel Barceló es el encargado de llenar las salas del edificio de Gaudí con una propuesta basada en la obra como ceramista del autor mallorquín. Es, como el mismo Barceló aseguró hoy en una concurrida rueda de Prensa, «una extensión» de su propia obra pictórica.

Bajo el comisariado del escritor Enrique Juncosa, la muestra ofrece un recorrido cronológico por la cerámica de Barceló, además de incorporar óleos y algunos de los cuadernos de trabajo del artista. Es la retrospectiva más grande dedicada hasta la fecha a la cerámica donde, según el pintor, «mejor se recogen los defectos y las imperfecciones».

La muestra tiene como lema «Todos somos griegos», lo que es una verdadera declaración de principios con la que Barceló quiere demostrar que sigue una tradición que viene de lejos. «Cuando caen los imperios, se destruyen las pinturas, como ha pasado con la cultura griega de la que se conserva muy poca pintura. Pero eso no pasa con las cerámicas», dijo Barceló. El título, por otra parte, está cogido de la conocidísima sentencia del poeta Percy B. Shelley.

La propuesta expositiva está formada con un centenar de piezas procedentes de colecciones privadas y de los propios fondos de Miquel Barceló. Es la reivindicación de lo que el pintor clasificó como «una forma de pintura que metes en el horno y que se quema. Es una forma extrema de pintura muy ancestral y moderna al mismo tiempo».

La fascinación de Barceló por la cerámica tiene como punto de partida su amistad con Javier Mariscal, con quien en 1984 había pasado unos meses pintando en Vila Nova de Milfontes, en Portugal. Los dos quisieron repetir la experiencia de trabajar fuera de las paredes del estudio, por lo que en enero de 1988 se trasladaron a Argelia, con la idea aventurera de atravesar el Sáhara en un Land Rover. Llegaron a Gao, en Mali, donde estuvieron en una casa, naciendo en ese momento una fascinación que se ha ido prolongando en el tiempo. Barceló ha seguido yendo y viniendo de África. Fue en una de esas estancias, a mediados de los noventa, cuando el artista realizó sus primeras cerámicas basándose en la técnica tradicional de la zona, es decir, la mezcla de arcilla con excrementos de animales, como por ejemplo vacas o asnos. De allí surgieron piezas muy frágiles de las que se han conservado pocos ejemplos.

Una vez de vuelta elaboró un vocabulario muy persona mediante la cerámica. De esta manera, Miquel Barceló decoró, como puede verse en la muestra, vasijas con imágenes de frutas, verduras o pescado, además de esculturas con formas de animales o de cráneos. Todo ello ha hecho que en 2009 pusiera en funcionamiento un taller propio de cerámica que se encuentra en la actualidad en proceso de ampliación.

Uno de los momentos álgidos en el trabajo de Barceló como ceramista fue su labor en la capilla del Santísimo de la catedral de Palma de Mallorca, situada a la derecha del altar mayor, sobre el que cuelga un baldaquino del arquitecto modernista Antoni Gaudí. En este sentido, como comentó Barceló, el hecho de poder presentar sus obras en un edificio como es la Pedrera facilita «continuar el diálogo de Gaudí que empecé hace años. En la catedral de Palma pasaba más tiempo viendo su obra que en mi capilla. Es una larguísima conversación que continua aquí, también con Jujol. Es una relación muy fértil».

En este tiempo, desde que compró una tejería en Vilafranca de Bonany, en Mallorca, Barceló ha realizado unas cuatro mil cerámicas, algunas de ellas piezas efímeras. De esta manera ha seguido los pasos de Joan Miró o Pablo Picasso, pintores tan vinculados también con la cerámica.

El recorrido concluye con una serie de obras de grandes dimensiones llamadas «tótems», realizadas a partir de las formas de unos grandes ladrillos de barro, convertidos en formas modulares, construyendo grandes figuras individuales. Son piezas realizadas en 2019 y que concluyen un paseo fascinante.