Cataluña

Borràs deja en el aire la celebración de un pleno de investidura el viernes

La presidenta del Parlament condiciona la cita a que haya un candidato con los apoyos suficientes

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, abandona el centro penitenciario de Lledoners, tras atender a los medios de comunicación, a posteriori de su visita esta mañana a los líderes independentistas presos en la cárcel de Lledoners (Barcelona).
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, abandona el centro penitenciario de Lledoners, tras atender a los medios de comunicación, a posteriori de su visita esta mañana a los líderes independentistas presos en la cárcel de Lledoners (Barcelona).Susanna SáezAgencia EFE

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha dejado hoy en el aire la celebración de un pleno de investidura para el próximo viernes 26 de marzo, tal y como está previsto. Borràs ha condicionado la cita parlamentaria a que haya un candidato con los apoyos suficientes. “En el caso de que haya este apoyo para uno de los candidato, se hará efectivo el pleno en el límite que marca el reglamento”, ha afirmado, aunque desde el partido se han matizado esas palabras y aseguran que “en principio” sí se celebrará el 26.

Lo cierto es que el Reglamento del Parlament marca que el primer debate de investidura se debe celebrar en un plazo de 10 días hábiles tras la constitución de la propia cámara catalana. Y, en este sentido, el límite es el 26 de marzo: no se puede convocar más allá de ese día. No obstante, Borràs ha abierto esa puerta y podría devolver a la política catalana al inicio de la anterior legislatura, cuando entre la constitución del Parlament y el primer intento de investidura (con Jordi Turull como candidato) transcurrieron más dos meses (del 17 de enero al 20 de marzo de 2018).

Ante ese limbo (originado inicialmente por la frustrada investidura telemática de Carles Puigdemont), el PSC recurrió ante el Tribunal Constitucional, pero el Alto Tribunal no se pronunció finalmente. De haber marcado posición, ahora existiría jurisprudencia e impediría que se reprodujera una situación similar ahora: evitaría la tentación de un aplazamiento “sine die” de la primera sesión de investidura.

De esta manera, Borràs ha amagado con retrasar la sesión de la investidura, pero también ha dejado entrever que cerrará la puerta a un intento de investidura de Salvador Illa. El candidato del PSC se ha comprometido a someterse a una votación en el Parlament porque venció en las elecciones, pero el independentismo ha tratado de frenar ese escenario desde el primer momento. Borràs, como presidenta del Parlament, es quien decide quién se somete a un sesión de investidura.

Y, en este sentido, todo apunta a que escogerá a Pere Aragonès, aunque está por ver si llega a tiempo porque las negociaciones están enredadas entre las tres formaciones independentistas (Esquerra, JxCat y CUP). En cualquier caso, el primer paso para ese debate es que Borràs inicie una ronda de consultas. “No he podido empezar esta ronda de consultas porque no están constituidos todos los grupos como tal. Es preceptivo que, para poder empezar esta ronda, haya la constitución de los grupos, y esto no ha pasado aún en el Parlament”, ha afirmado.

Los partidos tienen hasta el martes para constituir los grupos parlamentarios. Ahora mismo tan solo falta Esquerra por formar su grupo. Una vez se dé esta circunstancia, Borràs tendrá la potestad de escoger qué candidato propone, aunque siempre tendrá que elegir al que esté en mejor posición de conseguir la investidura. Y, en este sentido, Aragonès es quien más apoyos puede reunir, aunque si no alcanza un acuerdo con JxCat y la CUP de aquí al 26 de marzo, tendrá que dejar paso a Illa para que lo intente.

El PSC no tiene opciones de conseguir los apoyos porque el independentismo logró la mayoría absoluta en las elecciones. El separatismo obtuvo 74 de los 135 diputados.