Protestas
Detenido un portavoz y concejal en Reus de la CUP por los disturbios por Pablo Hasel
Queda en libertad tras negarse a declarar ante el juez
Los Mossos d’Esquadra y las policías locales afectadas comunicaron el lunes que los seis días y seis noches de disturbios provocados por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél terminaron con 109 detenidos, en diversas localidades. No obstante, a este balance se tiene que sumar a Edgar Fernández, portavoz del secretariado nacional de la CUP y número 2 de la candidatura a las elecciones autonómicas.
Fue detenido para que declare por las protestas contra la sentencia en Reus. Fernández había sido citado por el juez, pero no se presentó y el juzgado había dictado una orden de búsqueda y captura para detenerlo. Antes de ser detenido, ha grabado un vídeo donde critica que hay una macrocausa contra más de treinta independentistas de Reus.
“Hace un año que denunciamos que los Mossos y la Policía Nacional señalan independentistas concretos para avisar al resto que nadie debe movilizarse. Podemos demostrar que uno de los policías nacionales de la brigada de información dice que la información la han sacado de los perfiles de las redes sociales y por ser ‘personajes conocidos “.
Fernàndez, ha sido puesto en libertad tras negarse a declarar ante el juez por los altercados.
La gestión política y policial de los altercados ha irrumpido con fuerza en las negociaciones para formar Govern, con la CUP exigiendo la supresión de la unidad antidisturbios y cambios profundos ante el creciente enfado interno del cuerpo.
Por ello, Pere Aragonès tuvo que esforzarse en cerrar filas con los agentes –«todos los trabajadores públicos tienen mi confianza», repitió en varias ocasiones– y en tratar de desligar el debate policial de las negociaciones entre partidos para conformar un Govern independentista. ERC y el presidente en funciones apuestan en este sentido por trasladar la discusión al Parlament durante la próxima legislatura y abordar ahí profundos cambios de forma «serena» y «con cierta distancia», no sin renunciar a «profundizar y poner al día» el modelo de «policía democrática» de Cataluña, en palabras de Aragonès.
Y es que desde Esquerra intentan medir al máximo las palabras entre el cierre de filas con los Mossos y el discurso de la CUP, cada vez más vehemente contra la policía autonómica. Así, Aragonès rebajó los altercados a episodios protagonizados por «grupos minoritarios» que nada tienen que ver «con los que defienden la libertad de expresión» y apostó por una investigación interna para determinar si ha habido «mala praxis» en algún caso. Un argumento, el de «grupos absolutamente minoritarios», compartido por Junts.
Comisión específica
Sin embargo, los postconvergentes van más allá, reclaman una comisión específica en el Parlament sobre el modelo de orden público y algunos de sus dirigentes –con el expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, a la cabeza– ya se han posicionado cerca de la CUP criticando con dureza la unidad antidisturbios de los Mossos.
A todo esto hay que añadirle el malestar dentro del cuerpo policial, que la consejería de Interior ha tratado de sofocar este fin de semana pasado con una reunión de urgencia. «Es una aberración que nos acusen a la primera de cambio», aseguraron los sindicatos a través de un comunicado, además de pedir una «defensa explícita» del cuerpo que ayer Aragonès empezó a ejercer, una semana después de que arrancaran los altercados y en plena gestión del post 14-F. El PSC de Illa aprieta y ha reclamado la comparecencia del republicano y de Sàmper en la Cámara.
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