Soraya Sáenz de Santamaría
¿Qué le pasa a la RAE con las prostitutas?
Me prometí que no volvería a escribir en mucho tiempo sobre el machismo y la mujer, pero es que me lo ponen muy difícil. Un político polaco de nombre impronunciable y fan de Hitler es la causa. El otro día la Eurocámara debatía sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres y va nuestro amigo Janusz Korwin-Mikke y suelta: «Por supuesto, las mujeres deben ganar menos que los hombres porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes». Y ahora vas y lo cascas.
Lo primero que te sale del cuerpo es abofetearle (eufemismo de lo que realmente te apetece). Luego empleas todo tipo de argumentos para rebatir semejante estupidez. Y, finalmente, te metes la lengua en el (...) porque, al parecer, tiene razón. Así lo dice la Real Academia Española (RAE) y ya se sabe que cuando los académicos lo dicen, es así.
Bueno, seamos benévolos. Tras las numerosas quejas por su definición de sexo débil (conjunto de las mujeres) han recapacitado y van a matizar en su versión digital (la de papel cuesta una pasta) que se trata de una expresión utilizada «con intención despectiva o discriminatoria». Debe ser que no les parece lo suficientemente hiriente para cambiarla y punto. Pero no hay que preocuparse porque también van a «maquillar» la definición de sexo fuerte (conjunto de los hombres) para señalar que se usa «de forma irónica».
¿Les gusta la ironía? A mí, también. Hablemos de la fijación de la RAE con las prostitutas. Mires dónde mires si termina en «o» significa una cosa y si termina en «a» siempre termina siendo «puta».
La misma definición para el hombre tiene un significado totalmente distinto. Claro, como es en tono irónico... Si eres un zorro, eres listo y taimado. Ahora, si eres una zorra, no te digo nada. Si eres un chico de la calle, eres un tipo normal y corriente. Si eres una mujer de la calle, eres una prostituta que busca clientes. Si eres un hombre público, tienes presencia e influjo en la vida social. Si eres una mujer pública, eres puta. Si eres «un cualquiera», no te conoce nadie. Pero «una cualquiera» es «lumi» también. Cuando un amigo te dice «eres un perro», te está llamando vago, sí asúmelo. Si ese mismo amigo te llama perra, ya te estás bajando a la calle a buscar clientes. Un furcio es una equivocación al hablar y una furcia es... ¿Adivinas?
Fíjate si tienen sentido del humor los académicos que tienes que irte precisamente a la definición de «prostituta» para que por fin te traten como una «persona». Pese a ello, no les quitaré la razón. El lenguaje cotidiano es así, machista. No es lo mismo ser un guarro que una «guarra». No es lo mismo que te llamen hombrezuelo que «mujerzuela». Si algo es «un coñazo» es aburrido. Si «es la polla», es lo más. Pero esto no se arregla con parches ni etiquetas. Esto va más lejos.
¿Sabíais que cada vez que llamamos a alguna de nuestras políticas «mujer del partido» las estamos llamando putas? A más de uno le habrá encantado esto. Lo más triste es que no es una gracieta, es lo que dice la RAE. Y es que no les debe gustar mucho que las chicas andemos en política porque si buscas lo que es una «mujer de gobierno» no aparece una foto de Soraya Sáenz de Santamaría o Angela Merkel, no. Una mujer de gobierno es una mujer de su casa, y punto.
El hogar, a su juicio, es algo exclusivo de la mujer. Si no, que me expliquen que es eso de que un «cocinillas» es un hombre que se «entromete» en las tareas domésticas. ¿Se entromete?, ¿en serio?, ¿no puede «gustarle» simplemente? Si es que hasta los ejemplos que ponen son peyorativos. Te explican lo que es un criado o criada y de ejemplo ponen: «salirle a alguien la criada respondona». Supongo, que al ser una versión digital pondrán 20 emoticonos de enfado y problema resuelto.
La excusa de que reproducen una realidad social o un lenguaje cotidiano no vale. Si pretendemos darle la vuelta a esto, no se pueden quedar atrás. Esto va más allá del «sexo débil» o del «sexo fuerte». Van a tener que revisar un poquito más la próxima versión del diccionario. Las «mujeres orquesta» se lo agradeceremos... Sí, ya podéis buscar lo que significa.
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