Así se cría el cerdo más valorado de Asturias: el "gochu" asturcelta

Nueva línea de financiación para apoyar la cría del gochu asturcelta, el cerdo más preciado de la gastronomía asturiana y que es una clásico en la alta cocina.

La Consejería de Medio Rural y Política Agraria ha publicado la renovación de un nuevo programa de cría del gochu asturcelta elaborado por la Asociación de Criadores de Gochu Asturcelta (ACGA), que busca mantener la variabilidad genética y aumentar el número de reproductores de raza pura.

El Gobierno de Asturias tiene una línea de apoyo a criadores de esta raza dotada con 43.588 euros, a la que se unen las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), la más importante de las cuales se dirige a las razas autóctonas amenazadas.

En la actualidad, colaboran con el programa de cría 26 ganaderías que, según el censo oficial a 31 de diciembre de 2023, cuentan con 992 hembras reproductoras y 68 machos. Gran parte de estas explotaciones comercializan sus productos bajo el sello de calidad 100% raza autóctona.

El principal método de conservación del gochu asturcelta es el mantenimiento de los animales in vivo en explotaciones ganaderas que preserven su diversidad, pureza genética, rusticidad, nobleza y adaptación al medio mediante la cría en extensivo. Para ello, utilizan también los pastos que ofrece el territorio asturiano, en especial los bosques autóctonos, principalmente de castaño. Tanto la consejería como la asociación de criadores colaboran para garantizar que se cumplan estos requisitos.

Existen pruebas de la presencia de cerdos en Asturias desde la época de los castros, los romanos ya documentaron la calidad de los jamones producidos en esta raza. Desde los siglos VIII a XVIII hay documentos escritos de la presencia de cerdos en Asturias. En 1944 aparece la primera referencia zootécnica completa y en 1947 la primera imagen.

El cerdo asturiano, "gochu" asturcelta, fue durante siglos un pilar fundamental en la economía de las ganaderías asturianas. Su carácter dócil y su fácil adaptación a un medio como el asturiano, agreste y húmedo con épocas de escasez de alimentos, fue la herramienta en la que se sustentó su supervivencia en las caserías asturianas, constituyendo así uno de los más importantes aportes de alimento.

Hoy en día es uno de los manjares más preciados en Asturias, su sabor intenso y su calidad son dos de las características que más valoran quienes cocinan y guisan con esta carne. Los productores que apuestan por criar esta raza están haciendo un esfuerzo por mantener un cerdo cuyo mantenimiento y cría es mucho más complicado y costoso que la cría de un cerdo que no sea de raza autóctona.