En este pequeño pueblo del Pirineo aragonés es común encontrarse con personas de gran estatura. Desde su alcaldesa hasta los estudiantes del instituto local, muchos de sus habitantes destacan por ser más altos que la media española, lo que convierte a esta localidad en un curioso caso de estudio sobre cómo factores genéticos y ambientales influyen en la estatura de una población.

A diferencia de otros lugares de España, aquí parece que la genética, la alimentación y el ambiente juegan un papel clave en la talla de sus residentes, donde es normal encontrar jóvenes que ya superan el metro setenta en su adolescencia.Este lugar es Sabiñánigo, una localidad donde la altura se ha convertido casi en un signo de identidad.

La altura de los oriundos de Sabiñánigo

El medio aragonés, el Heraldo, realizó un sondeo en el Instituto San Alberto Magno, ubicado en esta población y concluyó que muchos adolescentes ya destacan por su estatura. Lucas Arranz, por ejemplo, a sus 14 años ya mide 1,85 metros. Su altura se debe, en parte, a su herencia genética.

Sara Fernández, otra joven del mismo instituto, también sobrepasa el metro sesenta a sus 13 años, siendo una de las más altas de su grupo de amigos. A pesar de que no siempre ha sido fácil encontrar ropa que le quede bien, su altura no le ha supuesto inconvenientes para hacer lo que le gusta. Así, muchos de los habitantes de Sabiñánigo consideran su estatura como algo natural y lo asumen como parte de su identidad. De hecho, Sergio Molinero, que mide 1,90 metros a sus 18 años, argumenta para el mismo medio que, "ser alto aquí (en Sabiñánigo) es normal".

¿Por qué las personas de Sabiñánigo son tan altas?

Desde un punto de vista médico y antropológico, la alta estatura de los habitantes de esta zona del Alto Aragón tiene sentido. José Ignacio Labarta, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Infantil Miguel Servet, ha explicado que las características físicas de los habitantes del norte de Aragón, como Sabiñánigo, se deben a una combinación de factores genéticos y ambientales.

Labarta explica que el influjo de las poblaciones centroeuropeas en estas áreas, como los celtas, es un posible motivo por el cual los altoaragoneses tienden a ser más altos que otras poblaciones del valle del Ebro. Esta influencia se combina con el aislamiento geográfico de la región, que durante siglos mantuvo una menor mezcla genética.

Según la pediatra Gloria Bueno, investigadora del grupo Genud y profesora en la Universidad de Zaragoza, para el Heraldo, la talla es una característica poligénica, lo que significa que se ve influenciada por múltiples genes. Además, la baja variabilidad genética en esta zona del Pirineo puede haber permitido que las personas más altas pasen sus genes de generación en generación, sin la mezcla de otras poblaciones.

El resultado es una población que, en promedio, es más alta que en otras zonas de España, y en la que también han influido factores como la nutrición adecuada y el ambiente saludable del Alto Aragón.