Cargando...

El Gordo

La «suerte» de la lotería pasa por Chiclana de la Frontera

Hace 16 años, la empresa Fluidmecánica Sur construyó los bombos para el sorteo de Navidad y amplió su capacidad de 66.000 a 100.000 bolas

Los bombos del Sorteo Extraordinario de Navidad en el Teatro Real Gustavo ValienteEuropa Press

Un poco de la suerte que puedan correr los millones de españoles que participarán hoy en el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad «estará en manos» de la provincia de Cádiz. Concretamente de Chiclana de la Frontera, localidad de origen de esos grandes y brillantes bombos que durante unas horas jugarán caprichosamente con la diosa Fortuna.

Orígenes que se remontan casi dos décadas atrás, 2006, cuando la empresa Fluidmecánica Sur –especializada en ingeniería mecánica y dedicada a la fabricación de sistemas hidráulicos eléctricos para el sector naval– recibió el inesperado y extraordinario encargo de fabricarlos con el objetivo de ampliar su capacidad de 66.000 a 100.000 bolas. Proyecto que le encomendó el Ministerio de Hacienda, del que depende Lotería Nacional. En particular, una persona que, previamente, había trabajado en el Ministerio de Defensa y que tenía buenas referencias de Fluidmecánica Sur.

La tarea no fue nada fácil, ya que se trataba de construir dos bombos –uno de ellos de reserva– de un diámetro de 1.530 milímetros y 900 kilos de peso para los números y otros dos para los premios –también con otro para posibles incidencias– de 74 centímetros de diámetro y en torno a 450 kilos de peso. «Para nosotros fue una ilusión y un gran orgullo recibir un encargo con tanta carga simbólica. Ilusión y orgullo que», señala Rafael Vallejo, director técnico del proyecto, «mantenemos a día de hoy». Inspirado en los anteriores, el equipo técnico dirigido por Vallejo diseñó y construyó en seis meses los nuevos bombos de bronce y latón.

Accionados con un doble motor –uno de seguridad ante posibles averías– para mover las 100.000 bolas y un equipo electrónico programable para pautar velocidad, vueltas y paradas, desde entonces permiten que los niños de San Ildefonso puedan sacar las bolas con todas las garantías y, sobre todo, tranquilidad. Bombos de los que cada 22 de diciembre depende la suerte de millones de personas y que, cada año, antes de su gran puesta en escena en el Teatro Real de Madrid, son sometidos a una concienzuda «ITV» por parte del equipo técnico de Fluidmecánica Sur, que se desplaza para su instalación y respuesta ante cualquier incidencia.

Pese a los innumerables sorteos acumulados, Rafael Vallejo señalaba ayer en declaraciones a LA RAZÓN, instantes antes del ensayo general, que «los nervios siempre están ahí». «Hay que tener en cuenta», explicaba, «que hablamos de un evento que no tiene igual en España, ni de atención de medios de comunicación ni de ciudadanos. Eso genera una presión que, obviamente, sentimos todos y que no se va hasta que finaliza el sorteo», explica. «Afortunadamente, a lo largo de todo este tiempo no hemos sufrido ninguna incidencia de importancia, si bien, el temor a que algo pueda pasar siempre está ahí», puntualiza. Dieciséis años en los que el equipo técnico de Fluidmecánica Sur nunca ha sido agraciado con un gran premio.

«Eso es una cosa que, posiblemente, la gente tenga en mente, pero este sorteo tiene de especial que es muy, muy difícil de manipular. Hay que tener en cuenta que hay que hacer coincidir el bombo de números con el bombo de premios y eso es prácticamente imposible», detalla. Cabe destacar que la ciudad de Cádiz ha sido agraciada con el Gordo hasta en doce ocasiones, la última en 2017 ( y las anteriores en1812, 1813, 1823, 1835, 1840, 1841, 1844, 1845, 1878, 1943, 1986 y 2017). En la provincia también resultaron agraciadas en algún momento Algeciras (1831), Jerez (1837), Barbate (2012), El Bosque (2014) y El Puerto, donde se vendió un décimo la edición de 2020.