Viajes

Buenos Aires ofrece al viajero «todos los sabores del mundo»

Si usted es de los que disfruta con el turismo gastronómico, no debe dejar de visitar la capital argentina, le cautivará con los sabores de su cocina variada, exquisita y única

La propuesta gastronómica porteña está colmada de opciones impecables e innovadoras. Imagen del impresionante jardín urbano del restaurante Chuí
La propuesta gastronómica porteña está colmada de opciones impecables e innovadoras. Imagen del impresionante jardín urbano del restaurante ChuíMaica RiveraMaica Rivera

Bares, restaurantes, patios y mercados gastronómicos, así como espacios culinarios para los que aún no existe una denominación que los describa pueblan las calles de Buenos Aires. Lo cierto es que la gastronomía forma parte de la identidad argentina como pueblo, y eso es algo que se refleja con fuerza en su capital a través de las costumbres, tradiciones y rituales sociales, de hecho, muchos gastrónomos han llegado a decir que Buenos Aires es una ciudad tematizada en torno al «buen comer».

En los fogones porteños cada receta mezcla lo tradicional con lo vanguardista mucho mas allá de la «alta cocina», incluyendo las propuestas que se centran en lo natural, orgánico, vegetariano o vegano, como también aquellas que redefinen la «comida rápida». La propuesta gastronómica porteña está colmada de opciones impecables e innovadoras con productos propios, como, por ejemplo, la carne, pero con la impronta de los inmigrantes españoles, italianos, turcos, armenios y árabes, entre otros, que hicieron de Buenos Aires su hogar. Actualmente, en esta fascinante y cosmopolita capital confluyen turistas gastronómicos de todo el mundo.

Como dato de la importancia que la gastronomía tiene en Buenos Aires hay que dar una pincelada al interesante programa de gobierno que busca impulsarla, BA Capital Gastronómica, ya que las actividades que organiza son un plus más para visitar la urbe. Definamos ahora el famoso término «polos gastronómicos de Buenos Aires», en realidad, son barrios que se hacen populares, tanto para los oriundos como para los viajeros, por su gran oferta culinaria, y garantizan experiencias gastronómicas inolvidables. Son muchos los que hay, San Telmo, Belgrano, Villa Crespo, Puerto Madero…, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en uno de los más activos, el antiguo y extenso barrio de Palermo. Para mostrar su esencia y sabor, hemos escogido cinco establecimientos que sorprenden por la exquisitez de sus platos, además de por la atmósfera acogedora que han conseguido crear, siendo reconocidos punto de encuentro de gourmets.

De ruta gastronómica por Palermo

El restaurante Las Flores es una sorprendente mezcla de laboratorio, restaurante e invernadero
El restaurante Las Flores es una sorprendente mezcla de laboratorio, restaurante e invernaderoMaica RiveraMaica Rivera

Comenzaremos por un restaurante ubicado en un maravilloso jardín en el corazón de Palermo: Las Flores. El extraordinario espacio abarca un sector de pastelería, un jardín con cuarenta especies botánicas en el que se encuentran mesitas dispersas bajo los árboles, y un sector más interior con cocina a la vista, enfrente de ella, mesas que conforman un agradable y cálido conjunto. Para describir la esencia de este lugar hay que recalcar que su equipo de trabajo está compuesto no solo de cocineros, sino también de biólogos, por lo que es una mezcla de laboratorio, restaurante e invernadero. Una exclusiva joya gastronómica.

Sin trigo, sin avena, cebada ni centeno, pero con sabores que emocionan al comensal. Gluten free, este es el desafío que se marca Las Flores. Su carta se divide en platos chicos, grandes y postres, y en ella, incluso antes de probar nada, ya se adivina una gran creatividad y los riesgos que asumen al suprimir el gluten por completo, y esto es como una provocación que invita a probar todas sus propuestas, que van desde recetas de toda la vida con toques innovadores hasta el pescado más fresco que uno pueda imaginar, pasando por los panes que salen de sus hornos de textura crujiente y miga vaporosa, así como deliciosos postres, uno de los puntos fuertes de este lugar.

Sin duda, este oasis verde en el corazón de Palermo, que abre sus puertas desde el desayuno hasta la cena, es una visita obligada en una ruta gastronómica por Buenos Aires. Le recomendamos que vaya a comprobar que han superado con nota muy alta el reto de reemplazar el trigo por otras alternativas.

El local donde se ubica La Carnicería fue, curiosamente, una antigua carnicería
El local donde se ubica La Carnicería fue, curiosamente, una antigua carniceríaMaica RiveraMaica Rivera

Pasemos a una de las propuestas hito de Buenos Aires: la carne. Para ello, vamos a una nueva interpretación de la clásica parrilla argentina: La Carnicería. Esta parrilla, fuera de tópicos, nació en una intensa búsqueda de los sabores más auténticos. En ella conviven clásicos trabajados con una perspectiva de innovación que sorprende, así como sofisticadas creaciones que enamoran al paladar, todo ello elaborado con un producto de primera calidad.

Como es evidente, en Buenos Aires la carne esta presente en casi todos sus restaurantes, pero si lo que se busca es sentir la esencia de la misma, La Carnicería es uno de los lugares más indicados, ya que siempre aguarda con exquisitos y originales platos al comensal, que, si lo desea, puede acompañar con sus excelentes vinos.

Continuamos esta diversa ruta gastronómica en una maravilla de la cocina fusión compuesta por ingredientes de la cultura argentina adaptados en sabores y técnicas asiáticas en el restaurante Niño Gordo. En una frase, sería una parrilla asiática que propone un mix de sabores de oriente unidos a la comida porteña, en el que la decoración también es protagonista.

Algunos de los platos de Niño Gordo ya son leyendas entre los gourmets
Algunos de los platos de Niño Gordo ya son leyendas entre los gourmetsMaica RiveraMaica Rivera

La filosofía gastronómica de Niño Gordo y su instagrameable decoración convierten el comer allí en una completa experiencia que transporta al universo propio del local. En la carta se encuentran opciones de raciones para uno y otras para compartir. Algunos de sus platos ya son leyendas entre los gourmets, como el Katsu sando, que es un bife jugoso en pan brioche, tonkatsu y mayonesa japonesa; o el Tataki de bife con yema, wasabi y shiso. Lo cierto es que conjugan divinamente la cocina coreana, china, vietnamita y tailandesa con un toque inconfundible argentino, por lo que el festín para todos los sentidos que ofrece Niño Gordo hace que sea una de las visitas gastronómicas obligadas.

Por otro lado, no podíamos dejar de mencionar un restaurante bistro muy singular, ya que es también panadería y pastelería: Oli Café. Vanguardia, calidez y un ambiente agradable y acogedor reinan en este íntimo establecimiento creado por Olivia Saal, un referente del nuevo concepto gastronómico entre los chefs más jóvenes. Olivia es el alma de este local en el que todo, tanto lo dulce como lo salado, resulta muy tentador.

De Oli Café podría decirse que su cocina es pura artesanía
De Oli Café podría decirse que su cocina es pura artesaníaMaica RiveraMaica Rivera

En Oli Café la carta se compone de platos con productos nobles y de calidad absoluta, cuya elaborada creación regala con cada bocado sabores que arrancan una sonrisa de placer. Abierto de miércoles a domingo de 9:00 a 19:00, es ideal para desayunos, almuerzos y merienda; su variada oferta, en la que hay opciones veganas y sin gluten, va desde la French toast, el Halloumi con ensalada griega o uno de sus platos más recientes, el delicioso Grilled cheese sandwich con queso de cabra, cebolla caramelizada, aceite de trufa y miel, hasta las que están reconocidas como las mejores medias lunas de Buenos Aires. Si tuviéramos que definir su cocina, las palabras serían «artesanía pura».

La prolijidad y alegría flotan en el aire y envuelven en este pequeño espacio que, con su creativa a la vez que sencilla propuesta gastronómica y su cocina, invitan a sentirse como en casa. Es una excelente parada para relajarse y reponer fuerzas.

Para finalizar nuestro paseo gastronómico por Palermo, vamos a cruzar su frontera con Villa Crespo y conocer una joya gastronómica urbana: Chuí. El despampanante espacio fue una antigua herrería, pero hoy es un frondoso jardín contemporáneo con mesas esparcidas, estufas, muebles singulares e incluso un auténtico tanque de agua que impresiona al verlo. El lugar genera un golpe de efecto al entrar, el ambiente es alegre y despreocupado, y una gran cocina a la vista de hornos alimentados por el calor de la leña son una promesa de sabores auténticos y maravillosos.

La carta de Chuí es vegetariana, pero sus platos no excluyen a ningún paladar, no deja a nadie fuera. Dividida en platitos, platos y deliciosas pizzas de masa madre de larga fermentación cocidas en horno de barro; podemos encontrar desde el ya clásico Paté de hongos, rabanitos y vinagre de la casa, pasando por Brócoli, coliflor moungra, alioli y quinoa frita hasta sus exquisitos postres, como la Mousse de chocolate. Por la originalidad de este espacio en todas sus facetas, se sea o no vegetariano, bien merece una parada, sentarse en una de sus mesas y sumergirse bocado a bocado en la maravillosa experiencia que ofrece lo que antaño fue una herrería y que es hoy día uno de los sitios más cool de Buenos Aires.

Estos cinco restaurantes son solo una ínfima parte de los incontables que pueblan Buenos Aires, pero representan cinco estilos de cocina que se basan en principios como gluten free, carne, cocina asiática, cocina artesana y cocina vegetariana, y en los que todas sus recetas están aderezadas con creatividad, estilo y filosofía de vida, por ello, son un buen ejemplo de lo que gastronómicamente ofrece la capital de argentina: «Todos los sabores del mundo».