Guerra
Rusia y Ucrania intensifican sus combates en Donbás
Drones matan a cinco personas en Mykolaiv y un misil balístico impacta en un edificio residencial en la ciudad natal de Zelenski
Pese a estar “dispuesta” a escuchar propuestas “sensatas” del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Rusia no ha hecho más que intensificar sus ataques contra civiles y su presión en la línea del frente en Ucrania.
“Todos los días y todas las noches, Rusia comete el mismo terrorismo, con un número cada vez mayor de objetivos civiles”, señaló el presidente Volodimir Zelenski después de que los drones rusos mataran a cinco personas en Mykolaiv y un misil balístico impactara un edificio residencial de cinco pisos en su ciudad natal, Kryvyi Rih, el lunes.
"Mi hijo estaba en la cocina preparando el desayuno. Sobrevivió, cayó al segundo piso. Pero su esposa y sus hijos están bajo los escombros. Estamos esperando", dijo una mujer, Irina, llorando, a la televisión ucraniana.
Doce personas resultaron heridas en el ataque, sumándose a la larga lista de víctimas que los ataques aéreos de Rusia causaron en múltiples áreas de Ucrania en los últimos días. Once personas murieron en Zaporizhia y varios civiles resultaron heridos por decenas de drones que atacaron Odesa, Járkov y Kyiv.
145 drones “Shahed” de diseño iraní apuntaron el país solo el sábado por la noche, en el ataque más grande de la invasión.
“Estos ataques no tienen fines militares y solo buscan infligir terror a los civiles”, comentó Andri Kovalenko, representante del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa del país.
El lunes por la mañana también se produjeron cortes de energía de emergencia en gran parte del país, ya que los bombarderos estratégicos rusos abandonaron sus aeródromos para imitar lanzamientos. Tales medidas son necesarias para limitar los daños de los ataques previstos contra la infraestructura energética, explicaron los proveedores de electricidad.
Rusia ha estado acumulando misiles de largo alcance durante meses y se espera que ataque en masa la infraestructura de Ucrania pronto, ya que las temperaturas se acercan a cero en algunas regiones.
“Rusia sólo busca la continuación de la guerra y cada ataque contradice cualquier declaración de Rusia sobre la diplomacia”, reaccionó Zelenski el lunes.
Rusia lanzó más de 800 bombas aéreas guiadas, 20 misiles y casi 600 drones de largo alcance solo la semana pasada, según el presidente ucraniano, que pidió un mayor apoyo del mundo “para que la diplomacia sea real y fuerte”.
Tras la reunión con los líderes del país el lunes, Zelenski anunció un aumento en el número de grupos móviles de defensa aérea que buscan cazar drones kamikaze rusos antes de que lleguen a las principales áreas residenciales.
También dijo que se enviarían refuerzos a la línea del frente donde Rusia ha estado haciendo más avances en dirección a Kurajove y Pokrovsk, en la región de Donetsk.
La situación en Kurajove es especialmente tensa. Las tropas rusas están ahora presentes en la pequeña ciudad, que también enfrenta un alto riesgo de cerco. Una presa cercana fue destruida en medio de los combates el lunes, según las autoridades locales, poniendo en peligro la arteria logística clave de Ucrania hacia la ciudad.
Sin embargo, Rusia también paga un alto precio por sus avances. En los últimos dos meses, sus fuerzas capturaron unos 1.500 kilómetros cuadrados de suelo ucraniano, dicen los analistas militares, perdiendo un récord de 80 mil soldados entre muertos o heridos en el camino. Perdió un récord de 1.770 de tropas el domingo, según Ucrania.
“¿Valen sus logros limitados de territorio perder todas estas vidas y equipos?”, pregunta retóricamente Oleksi Melnik, del centro de estudios Razumkov de Kyiv.
El tipo de guerra que emplea Rusia demuestra que cree que puede permitirse perder más soldados, escribe Oleksandr Solonko, analista político ucraniano y soldado en servicio. Sugiere que Rusia siente que tiene una ventana de oportunidad para aumentar sus ganancias en el campo de batalla, en medio de las dificultades de Ucrania.
En algunas partes de la línea del frente, Rusia emplea ataques frontales pese a poca o ninguna cobertura y pierde al menos entre 1.300 y 1.500 soldados cada día, así como múltiples tanques, piezas de artillería y otros equipos costosos.
Rusia podría tener prisa por maximizar sus ganancias antes de que se conozca definitivamente la posición de Donald Trump sobre Ucrania, creen analistas. El terror aéreo, la presión en la línea del frente y las ejecuciones regulares de soldados ucranianos capturados buscan desmoralizar a los ucranianos y convencer a sus aliados en el extranjero de que una mayor resistencia y asistencia militar a la nación invadida son inútiles.
La última ejecución de dos soldados ucranianos ocurrió en la región rusa de Kursk y fue filmada por un dron ucraniano. Las imágenes muestran a dos soldados, vivos en el suelo, antes de que los soldados rusos les disparen múltiples tiros desde corta distancia.
Algunas de las mejores unidades de Ucrania están combatiendo ahora en esta región cuya importancia para Ucrania va más allá del tamaño del área bajo su control - al menos 620 kilómetros cuadrados. Rusia tiene casi 50.000 soldados y más de 11.000 norcoreanos allí, pero sus intentos de expulsar a los ucranianos han tenido poco éxito hasta ahora.
Mientras que Rusia emplea casi un tercio de sus bombas aéreas para atacar sus propios localidades, controlados por Ucrania, las tropas ucranianas maniobran con éxito para limitar los daños que sufren, dice Melnyk.
La incapacidad de restablecer el control sobre su propio territorio sigue siendo un problema para Vladimir Putin, mientras que su homólogo ucraniano probablemente espera que esto pueda fortalecer la posición negociadora de Ucrania y ayudar a recuperar sus propios territorios que permanecen bajo control ruso.
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