Feria de San Isidro
Toros anti Pacma para toreros valientes
Juan del Álamo dio una vuelta al ruedo y Gonzalo Caballero resultó herido en el tercero de pronóstico grave con una encastada corrida de El Pilar en San Isidro.
«No tenía movilidad en el pie, el pitón ha dejado el nervio ciático como una cuerda de violín», ha afirmado el Dr. Máximo García Padrós tras intervenir a Gonzalo Caballero
Quizá llevaba tres naturales, no más, ni tan siquiera creo que llegara cuando el toro, que era un huracán en la muleta, uno de esos toros para que el Pacma montara su película ficticia y la hiciera viral, solo que este toro de El Pilar medía cada muletazo, cada instante, cada respiración. No permitía dar alas a esa ficción de Laura Duarte, la candidata del Partido “animalista” que se esfuerza en hacer pasar los bueyes por todos bravos. Los de El Pilar tuvieron fiereza y un volcán en su interior. Fue ese primero un toro encastado al límite. No abrió la boca ni de casualidad. Y en ese tercer muletazo, al natural, el toro se metió por dentro y la cogida a Juan del Álamo fue una barbaridad por la crueldad del golpe. Giró con tal violencia que al caer resultó como si le expulsara a los infiernos y hasta sonó. Se repuso, desmadejado le había dejado al toro, y volvió a la cara del animal que no era cualquier cosa. Cuando lo sometió por la derecha, el de El Pilar viajaba hasta el final con mucha transmisión. No había acabado una embestida y pedía la otra. Fue por ahí por donde planteó faena Del Álamo. Más en búsqueda que encuentro en el primer tramo: si no iba dominado el toro por abajo hasta el final protestaba. En una tanda le cogió el aire perfecto y ambos fueron más. Se tiró a matar en mitad todavía de la conmoción general y le pegó un arreón tremendo. Una estocada caída fue el cierre de un esfuerzo enorme. No era fácil estar delante. El presidente, con el que hubo quejas nada más empezar el festejo por sus decisiones en otras tardes, esta vez no la concedió. Firme y sincero estuvo con el cuarto, que desarrolló movilidad y casta, aunque le faltó entrega, embestía a media altura y con un punto de sosería que hacía más difícil que aquello trascendiera. A menos se fue el sexto, que tuvo muchas cosas buenas en los primeros tercios. Del Álamo aportó voluntad de principio a fin.
Voltereta de Juan del Álamo en el primero de la tarde
Le lanzó por los aires también el segundo a José Garrido de manera espectacular. Todavía con el capote. Tiró de arrestos después porque el de El Pilar pesaba mucho, embestía por dentro y salía desentendido. Hizo el esfuerzo y le tragó. No era tarea fácil. Espectacular de cara era el quinto y llegó al último tercio con toda la fiereza a cuestas. Reponía una barbaridad. Era casi imposible intentar ligarle, siempre le tenía encima Garrido. Hizo una faena larga buscando un hueco en el toro que ni tan siquiera sabíamos si existía.
Derecho se fue con la espada Gonzalo Caballero y lo pagó. La cogida de nuevo tormentosa. No sabemos que pasó, pero no fue capaz de levantarse de la arena. Había sido muy abanto el tercer toro, pero agradecido después en la muleta del madrileño, que apostó desde el principio y el del El Pilar tuvo entrega en las telas y repetición. Fue mal final para Caballero, que ya no pudo salir de la enfermería y al parecer llegó, como habíamos visto sobre la arena, sin sensibilidad en la pierna... Toros anti Pacma, encastados y con mucho que torear, para corazones a prueba de bombas.
Las Ventas (Madrid). Octava de la Feria de San Isidro. Se lidiaron toros de El Pilar, serios, grandones y de descaradas caras. 1º, encastado con ese punto de exigente; 2º, exigente y desentendido; 3º, humillado y con entrega, de buen juego; 4º, noble, pero soso y embiste a media altura; 5º, fiero y con genio; 6º, a menos. Menos de tres cuartos de entrada.
Juan del Álamo, de caña y oro, estocada caída, aviso (vuelta al ruedo); media estocada en el que mató por Caballero, descabello (palmas); estocada tendida y caída, descabello (silencio); bajonazo (silencio).
José Garrido, de negro y oro, aviso, pinchazo, estocada (silencio); tres pinchazos, aviso, estocada caída (silencio)
Gonzalo Caballero, de grana y oro, pinchazo y herido.
Parte médico de Caballero: «Cornada grave de 25 centímetros en cara externa de muslo izquierdo, que contusiona el nervio ciático y alcanza fémur y isquion».
Palabras del doctor Máximo García Padrós ante los micrófonos de Movistar Toros tras intervenir a Gonzalo Caballero en la enfermería de Las Ventas: «El pitón ha dejado el nervio ciático, como una cuerda de violín. Ha contorneado el fémur y ha llegado al isquion, destrozando los isquiotibiales». No tenía movilidad en el pie y hay que esperar una serie de horas a ver cómo evoluciona». Además, el galeno ha querido aclarar que «el nervio ciático tiene la función de toda la enervación de la pierna. Es una contusión, no está roto ni seccionado, pero nada más con la contusión ya puede dar ese cuadro que presentaba el torero».
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