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Morenito de Aranda: «Viví una tarde soñada difícil de creer»

Morenito de Aranda cosechó un importante triunfo el pasado sábado en Las Ventas larazon

El diestro abrió la puerta grande de Las Ventas con una memorable e histórica faena

Jesús Martínez Barrios, más conocido como Morenito de Aranda, disfrutó de una tarde histórica el pasado sábado en la Corrida Goyesca, logrando por primera vez, y tras desorejar al quinto astado de Montealto, abrir la puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas.

–Una merecidísima puerta grande en su décimo aniversario como matador de toros. Suena bien...

–La verdad es que sí; cuando llegan tardes así, y más en un momento tan importante de mi carrera, cortar dos orejas a un toro son palabras mayores, pero, sobre todo, cortarlas de la forma en la que fue, le hace a uno sentirse con mucha satisfacción interior y muy orgulloso de lo que he hecho.

–Sin duda, una faena que quedará grabada en la memoria de los aficionados.

–La gente disfrutó, pero también se vivieron momentos de angustia en la que se vio la verdad del toreo, desde lo más duro que es la sangre hasta lo más bonito que es el triunfo. Se vivió todo, la entrega, la actitud, el toreo, el sobreponerse a muchas cosas...

–Vimos una excelente corrida de Montealto. Hay que felicitar al ganadero.

–Cuando se cortan cuatro orejas en Madrid, el toro tiene que poner algo. El 3º y 4º toro me gustaron mucho; el 5º fue importantísimo, con mucha casta y mucha entrega; el 6º fue un toro muy exigente. En general, hubo mucha transmisión.

–¿Cambiaron sus planes tras alterar el orden de la lidia?

–No cambió nada, me lo pidió Alberto y me puse en su lugar. Se me pasaron cosas por la cabeza cuando cortó la segunda oreja, pero yo iba con la idea de estar bien. Estaba solo y sobreponerse a eso es muy difícil... No dudé en nada, en entregarme a lo que pasó, que fue un cúmulo de emociones y sensaciones, que gustaron mucho a todos y yo me emocioné mucho. Es lo más bonito que puede pasar en una tarde de toros.

–¿Se ha notado ya el triunfo?

–Desde el minuto uno hasta hoy es un no parar de felicitaciones. No paran de darme las gracias por la tarde, que fue una tarde de recuerdo. No estoy preocupado por si llaman o no. Cuando uno hace las cosas, piensa que las ha hecho bien, he hecho lo que tenía que hacer delante del toro y no tengo que pedir nada a los empresarios. Cuando la gente ve las cosas, sabe lo que ha pasado.

–Hace dos años logró una oreja en la Goyesca. ¿Ha cambiado algo en su concepto del toreo?

–Las tres goyescas que he toreado han supuesto pasos adelante. En la primera di una vuelta al ruedo a cada toro, en la siguiente corté una oreja y en ésta, dos. Se nota el paso del tiempo, en Madrid se han visto muchas cosas y muchas veces buenas...

–¿Cómo se prepara una cita como ésta?

–No he cambiado nada; lo que está en la cabeza sí cambia, eres más consciente de las teclas que hay que tocar bien para que suenen... Uno debe ser consciente de lo que quiere para llegar a lo que uno sueña y lograrlo... Fue una tarde soñada y difícil de creer.

–Hay aficionados que siguen soñando con esos muletazos que dio...

–Hubo un muletazo por el pitón derecho que parece que se ralentiza todo. Es con eso con lo que uno sueña, con torear muy despacio, llevarlo pegado y que la gente se revuelva con ello.

–¿Dónde quiere llegar Morenito de Aranda?

–Lo que quiero es estar en las grandes ferias y en los días más importantes, torear con toreros a los que admiro como Morante, El Juli, Juan Mora y, por supuesto, con López Simón. Y que cuando toree, los aficionados y los que empiezan en la profesión digan que han visto a Morenito y que es un torero bueno...

–Hay muchos abonados que, estoy segura, se arrepienten de no haberle visto torear y salir a hombros...

–A toro pasado fue histórico, hacía mucho que los toreros no triunfaban de esa manera... Un aficionado no se quiere perder esas tardes. Cuando me sacaron a hombros fue uno de los momentos más felices de mi vida, es algo que no se puede comparar con nada. Esperemos repetirlo el domingo.