José Antonio Campuzano, intervenido de la mandíbula, recibe el alta hospitalaria

«Dieta blanda, basada en alimentos líquidos, durante un mes y medio» es el requisito más exigente que debe seguir José Antonio Campuzano en su domicilio, según indica Javier, su yerno. El apoderado ha sido intervenido de la mandíbula esta mañana en el Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla «para ponerle unas placas con tornillos en el maxilar superior y en el pómulo derecho». Un paso serio por el quirófano pero «que ha ido bien y, tras retirarle el suero y ver que reaccionaba bien, le han dado el alta hospitalaria», aclara su yerno.

Además de la operación en la mandíbula, José Antonio Campuzano recibió ayer «veinte puntos en la lengua, que la tenía partida, y le descubrieron que tiene lesionada una vértebra y dos costillas fracturadas, pero no es grave y está en reposo», explica Javier. El apoderado sufrió también un corte en el cuello «que no afectó a arterias importantes, aunque el cicatriz va de oreja a oreja».

A pesar de los dolores y las heridas, Campuzano está «muy animado» y aprovecha lo poco que puede articular palabras para comentarle a su hija qué debe decirle a su poderdante, Alberto Aguilar. El diestro se encuentra en Perú, pues torea el próximo 27 de junio en Chota, y su representante insiste en seguir «ejerciendo como apoderado aunque sea desde la distancia». Asimismo, no quiere perder el contacto con el mundo taurino y, por ello, «está siguiendo las retransmisiones de estos días de Canal+Toros».

En este mes y medio de recuperación, José Antonio Campuzano deberá someterse «a revisiones periódicas para comprobar que la herida del cuello y la reconstrucción del maxilar superior siguen evolucionando favorablemente», describe su yerno. Pasado ese período de tiempo, los médicos determinarán «si pueden salvarle las piezas dentales o deben reconstruirle toda la dentadura».