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Francia

Esplá a hombros con Bautista en Arlés

Tocó también pelo Morante que tuvo el gesto torero de sacar a hombros a Esplá que volvió por un día

Juan Bautista sale a hombros con Luis Francisco Esplá llevado por Morante larazon

Tocó también pelo Morante que tuvo el gesto torero de sacar a hombros a Esplá que volvió por un día

- Arlés. Arlés lleno seis toros de Zalduendo desiguales de presentación y juego.

- Luis Francisco Esplá, pinchazo y media (oreja); casi entera (oreja)

- Morante de la Puebla, seis pinchazos y dos descabellos (pitos) y media estocada (oreja)

- Juan Bautista, estocada entera (dos orejas y rabo) y estocada entera (dos orejas)

Luis Fancisco Esplá (oreja en ambos) salió a hombros de un lleno anfiteatro de Arlés, de cuya decoración con motivo de la corrida goyesca se había encargado él mismo personalmente. En su puntual reaparición, el maestro alicantino anduvo muy por encima de su primer adversario, un animal sin fuerza ni recorrido. Su faena ante el cuarto, un animal más colaborador, estuvo más entonada, recibiendo un espeluznante volteretón en el epílogo de la misma.

No tuvo suerte Morante de La Puebla (pitos y oreja) con su lote. El de La Puebla que se vio obligado a abreviar ante su flojísimo primero, pudo después resarcirse con su segundo, que aunque sin demasiadas fuerzas fue colaborador, permitiéndole hilvanar uno a uno muy buenos muletazos, matando de media en buen sitio. Gesto torero que le honra fue sacar a hombros a Luis Francisco Esplá al término del festejo.

Sin embargo, el gran triunfador del festejo, en el que se corrió un desigual encierro de Zalduendo, de los que el tercero se le premió con la vuelta al ruedo, fue Juan Bautista (dos orejas y rabo y dos orejas). El de Arlés que terminó con la vida de sus dos adversarios de sendos estoconazos citando a recibir, cuajó dos excelentes faenas destacando de su actuación ante el que cerro plaza sus tandas con mucho temple, desmayo y mano baja. Se las vio con un primer animal bravo en el caballo y noble y repetidor en el último tercio. Un animal que fue a más y con ello la importancia de la faena que se vio alargada con algún pase cambiado, una serie de naturales muy asentada, otra en redondo de mucho temple y mano baja, para concluir con una tanda de circulares.

Al que cerró plaza lo recibió de rodillas con una larga cambiada, protagonizando el tercio de banderillas para muleta en mano torear con gran perfección y muy de cerca ya en la recta final de su labor, cerrando un buena faena.