Córdoba
David Mora pasea dos orejas en el arranque de la Vendimia
El de Borox, a hombros por la puerta de las cuadrillas tras una tarde muy seria con los "Fuente Ymbro"
Apenas veinticuatro horas antes de que en el salón de plenos del ayuntamiento de Nimes se celebre solemnemente el acto de hermanamiento entre dos ciudades tan taurinas como la propia Nimes y Córdoba, y veintidós años después de su alternaitiva en la Ciudad de los Califas, recibida de manos del maestro Paco Ojeda, Juan Serrano «Finito de Córdoba» trenzó posiblemente ayer su último paseíllo en una plaza y ante una afición que han sido testigo de muchos de sus triunfos. Sin embargo, el recuerdo de importantes tardes y mañanas en esta plaza no tuvo refrenso ayer en un festejo en el que ha pasado sin gloria ni pena y donde David Mora, que paseó sendos trofeos fue el gran protagonista.
Tres pinchazos y otros tantos descabellos necesitó Finito para despachar al buen ejemplar que abrió plaza. Se esfumó así la opción de tocar pelo tras una entonada faena al de Fuente Ymbro. Un trasteo en el que cuajó algunas buenas tandas con la diestra. El mismo pecado se repitió en el cuarto, al que, de nuevo con espada roma, pinchó tras una decorosa labor muleteril.
Sí obtuvo premios David Mora. El de Borox se las vio en primer lugar con un encastado, aunque nada fácil toro de Ricardo Gallardo, que parece haber encontrado la tecla para resucitar la casta de sus animales tras los problemas sanitarios de agosto. Mora lo toreó con gran entrega, aunque en ocasiones la embestida de la res le puso en algún que otro apuro. Breve y certero con los aceros para atar el trofeo.
Mejor aún le funcionó la espada en el quinto, al que recetó una soberbia estocada. Previamente, había dejado una importante faena, que fue iniciada con una serie de estatuarios. Labor maciza que se construyó sobre el pitón derecho, por donde la res se desplazó siempre con más recorrido.
Por su parte, Daniel Luque se armó de valor ante el tercero, al que faltó algo de motor. El de Gerena clavó las zapatillas en la arena y pisó terrenos comprometidos en una labor meritoria que tuvo su gris epílogo con pinchazo hondo y descabello. Al sexto, que careció de recorrido en su embestida, Luque le aplicó un trasteo en las cercanías y recurrió a pegarse un arrimón que el público no llegó a valorar.
En el Coliseo romano de Nimes, primera de la Feria de la Vendimia, con toros de Fuente Ymbro bien presentados y de buen juego, destacaron 1º y 5º. Finito de Córdoba, silencio tras aviso y silencio; David Mora, oreja en ambos; y Daniel Luque, saludos y silencio. Un tercio de entrada.
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