Estreno

"The Listeners", oír para creer

Un zumbido que nadie más oye desata un intenso thriller psicológico sobre aislamiento, conspiración y la necesidad de ser escuchados, ya en Filmin

«The Listeners», oír para creer
«The Listeners», oír para creer Filmin

Este martes, "The Listeners" llega a Filmin como un extraño y perturbador eco, tanto literal como metafórico, que te atrapa con su atmósfera claustrofóbica y su capacidad de incomodar. Esta miniserie de cuatro episodios, basada en la novela de Jordan Tannahill, encuentra en Rebecca Hall una protagonista que no interpreta: respira, grita y se desmorona con una naturalidad que estremece. Su Claire, una profesora que empieza a escuchar un zumbido insoportable que nadie más percibe, es una de esas interpretaciones que no solo sostienen la serie, sino que la elevan a un nivel donde lo cotidiano se convierte en una experiencia casi sobrenatural.

El primer episodio es puro magnetismo. Desde el momento en que Claire pregunta a su marido si también escucha ese misterioso sonido, quedamos atrapados en su desconcierto. El zumbido, al que la ciencia no le encuentra explicación, pronto va colándose en cada rincón de su vida: sus noches se llenan de insomnio, sus días de irritación y sus relaciones de fracturas. Paul, su marido (un sólido Prasanna Puwanarajah), primero la apoya, pero poco a poco pierde la paciencia, mientras su hija Ashley observa desde una posición de mezcla entre preocupación y desconcierto.

Y justo cuando parece que Claire está perdiendo la cabeza, llega el giro que cambia todo: uno de sus estudiantes, el inquietante Kyle (Ollie West, impresionante en su sutileza), confiesa que él también escucha "el Hum". Juntos, Claire y Kyle empiezan a buscar respuestas en un mundo donde los sonidos se convierten en metáforas y las metáforas en posibles conspiraciones. Se topan con un grupo de "oyentes" liderado por una pareja de carismáticos guías que bordean peligrosamente el límite entre la comunidad y la secta.

La serie, dirigida por Janicza Bravo, juega con el horror psicológico como pocos. Bravo utiliza cada plano, cada reflejo en un cristal, cada silencio incómodo, para mantener al espectador en un estado de constante incertidumbre. ¿Es Claire víctima de un fenómeno real o de su propia mente? Esa ambigüedad, manejada con maestría, es lo que convierte a "The Listeners" en una experiencia tan absorbente. Las referencias visuales al terror clásico son claras, desde el encuadre inquietante hasta el diseño sonoro que convierte el "Hum" en un personaje más.

Pero "The Listeners" no es solo un thriller psicológico. Es también un retrato descarnado de cómo el aislamiento puede llevarnos a lugares oscuros. Claire, una mujer racional, educada y aparentemente estable, se ve arrastrada por la necesidad desesperada de encontrar a alguien que valide su experiencia. Esta es una historia sobre lo que pasa cuando no se nos escucha, cuando el sistema médico nos ignora o cuando nuestras comunidades nos dan la espalda. Es una exploración de la fragilidad humana, de cómo la soledad y el rechazo nos hacen vulnerables a las teorías más descabelladas y a las promesas de pertenencia, aunque estas vengan con condiciones tóxicas.

Rebecca Hall se adueña de cada escena con una intensidad que asusta. Pocos actores logran decir tanto con un simple movimiento de cejas o un ligero temblor en la voz. Su Claire es al mismo tiempo una mujer común y un enigma que refleja nuestras propias inseguridades. Y si bien Hall es el corazón palpitante de "The Listeners", el resto del elenco no se queda atrás. West como Kyle aporta una crudeza y autenticidad que complementan perfectamente la energía de Hall, mientras que Puwanarajah y Mia Tharia, como su marido e hija, aportan el ancla emocional que mantiene la historia enraizada en la realidad.

Aunque la serie no está exenta de fallos (algunos personajes secundarios, como la mejor amiga de Claire, tienen reacciones demasiado drásticas que rozan lo inverosímil), estas imperfecciones no opacan la profundidad de la narrativa ni su capacidad para generar conversaciones.

Por encima de todo, "The Listeners" es una invitación a reflexionar sobre nuestra necesidad de ser vistos y validados. Es una advertencia sobre lo fácil que es perderse cuando el ruido del mundo –o de nuestra mente– se vuelve demasiado fuerte. Cada episodio, de unos 45 minutos, está diseñado para mantenerte atento, no con giros baratos, sino con una acumulación lenta y meticulosa de tensión.

¿El "Hum"? Quizás nunca sepamos qué es o de dónde viene, pero al igual que Claire, tampoco podremos ignorarlo. Si te atreves a escucharlo, "The Listeners" te dejará con preguntas que resonarán mucho después de que el último crédito desaparezca de la pantalla.

Las referencias clave de la directora

Janicza Bravo define “The Listeners” como más que un drama: “es un retrato incómodo de cómo el aislamiento transforma a las personas y trastoca sus certezas”. Inspirada en “Una mujer bajo la influencia” y “Safe”, el relato canaliza la búsqueda de sentido en tiempos polarizados, mostrando cómo la soledad empuja a tomar caminos que, aunque parecen personales, repercuten en la comunidad. Bravo señala que el zumbido no solo aísla, sino que simboliza las luchas internas, exponiendo el impacto emocional de lo inexplicable en una sociedad hambrienta de conexión real.