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Sorpresa
La reacción de Carlos Sobera al conocer la edad de un soltero de 'First Dates': "¡La madre que me parió!"
El presentador del programa de Cuatro se sorprendió con la respuesta del invitado, que acudía al formato para encontrar a una persona con la que conectar
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El amor no entiende de edades, y si no que se lo digan al último invitado de 'First Dates'. En la última entrega del programa, Carlos Sobera recibía a Juan, un soltero de Ciudad Real que hacía todo lo posible por adaptarse a los tiempos que corren, y por lo tanto a las nuevas formas de conocer gente.
Sin embargo, lo que el presentador no se esperaba era la edad del participante. Y no simplemente por la vivencia que conlleve un número, sino por las ganas y la motivación que sigue habiendo a pesar de contar con una avanzada edad.
Juan y su cita
El soltero le pedía a Carlos Sobera una mujer activa y de su misma edad. Es entonces cuando el invitado hace inciso en que tiene ni más ni menos que 86 años. "¡La madre que me parió!", contesta sin dudar el presentador. Juan, a pesar de la incredulidad de Sobera, confirmaba que quería buscar a alguien con quien hacer cosas, y llevar una vida sencilla pero con emoción. "Qué menos que un viajecito al año si se puede, o dos", comentaba él.
Para echarle un empujoncito al invitado, el programa traía a Lucinda, una gallega de Vigo con intenciones de buscar un hombre "que la moviese". El manchego ha sentido una gran emoción al conocer a su pretendienta. Tanta, ¡que incluso le ha leído un poema que tenía preparado!
Pasión en el reservado
Durante la cita, la química ha sido algo más que evidente. Prueba de ello era que Lucinda veía a Juan como alguien sin vicios y con muchísima educación. Respecto a la distancia que los separa, se ha mostrado abierta a verse de tanto en tanto, incluso si hay que reservar en un hotel. "Hay trenes, aviones y autobuses", recalcaba a su pretendiente.
Momentos más tarde, Juan se llevaba a su cita al reservado para hacerle saber lo que encantado que estaba con ella. Además, añadió que le gustaba su ropa interior y que le encantaría darle un beso. Lucinda, a pesar de ser muy cariñosa, se negó, justificando que le gustaba la intimidad e ir poco a poco. Finalmente, la gallega cedió al final de la cita con dos piquitos, justo antes de expresar su interés en tener una segunda cita con Juan. "Es un caballero y una persona que me gusta mucho", opinaba.
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