La vida de Jack Ryan es un cuadro digno de verse. El personaje creado por Tom Clancy en 1984 para su primera novela del universo CIA («La caza del Octubre Rojo»), nació teóricamente en 1950 y es hijo de un teniente de homicidios de Baltimore y veterano de la Segunda Guerra Mundial y una enfermera, y tras graduarse en Economía en el Boston College y alistarse en Infantería de Marina de los Estados Unidos, aceptó a regañadientes un puesto como analista de la Agencia Central de Inteligencia. Tras varios éxitos llevando las páginas de Clancy al cine, con actores de la talla de Alec Baldwin, Harrison Ford, Ben Affleck y Chris Pine, el personaje de Ryan saltó a la televisión de la mano de Prime Video y el actor John Krasinski interpretando al analista en sus primeros años en la CIA. Tras el estreno exitoso de las dos primeras temporadas, la plataforma de Amazon estrena hoy la tercera entrega de «Jack Ryan de Tom Clancy» tras tres años en barbecho, para algarabía de los fans.

Más política, menos acción

La estructura de las ficciones que protagoniza Jack Ryan siempre es muy parecida con la diferencia de la trama principal. Si en la primera temporada asistimos a la conversión del analista recatado en agente de campo de la Agencia y héroe de acción en un entorno en el que Estados Unidos estaba amenazado por terroristas de Yemen. En la segunda vimos la cara más amable de nuestro protagonista cuando se inmiscuyó en una Venezuela marcada por un régimen dictatorial, presos políticos y dictadores despiadados. Ahora, faltaba que tras ayudar a todo el mundo, fuese el tímido Ryan el que necesitase ayuda y en terreno extranjero. Jack Ryan trabaja al principio de la temporada como agente de la CIA en Roma. Su rutina consiste en contactar con infiltrados para recabar información sobre posibles amenazas contra los Estados Unidos. En ese momento es cuando surge información sobre el «Proyecto Sokol», un plan secreto para restaurar el Imperio Soviético que se creía inactivo desde hace más de 50 años, y que está siendo resucitado por algunos fanáticos. La actualidad con la guerra de Ucrania y Rusia salva ligeramente la cara por la trama, pero es cierto que algunas ficciones americanas estiran demasiado el chicle de que tras las tramas de la Guerra Fría, los rusos vuelven a por más. Como buen analista y ante el descrédito de sus jefes (sigh), Jack se embarca en una misión para confirmar la información, pero las cosas no tardan en torcerse y se ve implicado erróneamente en una conspiración mayor. Acusado de traición y en busca y captura, Jack se ve obligado a huir de su propio gobierno si quiere tener alguna esperanza de descubrir al grupo rebelde antes de que sea demasiado tarde. El aliciente de esta temporada es el recorrido que hace nuestro protagonista por varios territorios de Europa como la capital italiana o Viena. En esta ocasión Jack tendrá que lidiar con amigos y enemigos:con la policía rusa pisándole los talones, mientras su jefe de departamento, el irascible y temperamental James Greer (Wendell Pierce) intenta «perseguirle» mientras le brinda apoyo a espaldas de la jefa de la estación de la CIA en Roma, Elizabeth Wright (Betty Gabriel). Al final, ya que tiene que volver al campo de batalla tendrá que volver a contactar con un viejo conocido de los fans, el ex oficial de la CIA Mike November (Michael Kelly). Desgraciadamente las tensiones políticas que centran la trama tras un asesinato polémico, dejará de lado la acción para centrarse en los problemas que encuentra la presidenta checa Alena Kovac (Nina Hoss) para mantener la paz en Europa por la beligerancia rusa.

Los ocho episodios de la temporada 3 de «Jack Ryan» han sido dirigidos por Jann Turner, Kevin Dowling y David Petrarca, con la escritura a cargo de Carlton Cuse, Aditi Brenna Kapil, Amy Berg, Dario Scardapane, Vaun Wilmott, Marc Halse y Jennifer Kennedy. No faltan los elementos básicos: acción, espionaje, traición, secuestros y temas de moral, pero echamos en falta algo más para concluir que es la mejor. Habrá que esperar a la cuarta entrega, ya aprobada, para saber si la fórmula está agotada y nos podemos conformar con más lanzamientos, que podrían ser un spin off del personaje que interpreta Michael Peña en la próxima etapa.