Carlos Herrera
El testamento sonoro de Jesús Quintero: “Mi espíritu errará nostálgico y yo me iré y estaré solo sin hogar”
Carlos Herrera compartió con sus oyentes un mensaje dejado por el periodista para oírse tras su muerte
La semana informativa está marcada por la muerte este lunes del escritor y periodista Jesús Quintero a los 82 años. Cientos de personas han expresado su duelo por el fallecimiento del maestro de la entrevista y los silencios, pero todavía, y más allá de la vida, “El loco de la colina” nos sigue sorprendiendo. Así lo ha dejado ver Carlos Herrera, amigo de Quintero, que le ha dedicado su monólogo de este martes en “Herrera en la Onda”. Además, ha reproducido un mensaje del mismísimo Jesús Quintero que le llegó a sus amigos y que quiso que se escuchara tras su muerte.
Herrera comenzó contextualizando la historia de “un programa que vino a romper la radio en España, que no empezó llamándose el loco de la colina, era ‘Para mayores con reparo’”. Calificándolo de “hijo de ese extremo occidente de la península, de donde tantas cosas buenas han venido”, el periodista quiso compartir su amistad con el andaluz y reconoció que “es tan difícil decir algo de Jesús que a estas alturas no se haya dicho”, pero quiso destacar su “excepcional intuición” y “personalidad”. Para Herrera, Quintero “era pícaro, listo, dandi, conocedor de todos los resortes de su profesión, raro... raro de cojones, pero un gigante heterodoxo. Impredecible, siempre”.
Destacó su facilidad para rodearse “de raros” a los “que hizo brillar”, y de “perdedores, que tuvieron la oportunidad de ganar algo, alguna vez en su vida”. En medio del monólogo quiso compartir con la audiencia de su programa que el amigo común Antonio Jiménez Firpo, “me hacía llegar algo que le dio Jesús Quintero, quizá previendo que en algún momento podía llegar el final, para que él se lo diera a todos sus amigos y allegados. Era su despedida. Esa despedida, aquí la tengo y me van a permitir que la escuchemos”.
El adiós del loco
En el mensaje que hemos podido escuchar en COPE, se ve a un Quintero que asume que, llegado el momento de su partida de este mundo, le va a tocar “contestarme yo mismo, no sé en qué lugar, las preguntas que le he hecho durante este tiempo a los demás”. Consciente de estar en la recta final de su vida, el periodista aseguró lo siguiente: “Y yo me iré y se quedarán los pájaros y se quedará mi huerto con su verde árbol y con su pozo blanco, todas las tardes el cielo será azul y plácido. Y tocarán, como esta tarde están tocando las campanas del campanario. Se morirán aquellos que me amaron y el pueblo se hará nuevo cada año. Y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado mi espíritu errará nostálgico y yo me iré y estaré solo sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido”.
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