La entrevista
Leonor Watling: «Me cuesta mucho verme y escucharme»
Es protagonista de la serie de Movistar Plus+ «Nasdrovia», que interpreta junto a Hugo Silva
Es un clásico de la escena con infinidad de matices.Leonor Watling nos sorprende de nuevo en la piel de Edurne, el personaje que interpreta en la serie «Nasdrovia» de Movistar Plus+, en la que también participa Hugo Silva.
¿Qué nos encontramos en la segunda temporada de “Nasdrovia”?
Donde lo habíamos dejado, en esa pregunta que se hace Edurne de «se puede decir que no» y arranca seis meses después cuando ya están aburridos y hastiados de que los rusos no solo hubieran tomado su restaurante sino también su vida.
¿Cómo definiría la serie?
Una muy buena comedia a la Tarantino, no lo tengo muy claro.
Mira a cámara y la desafía. ¿Cómo se ha sentido?
Al principio me ha costado mucho, porque como actor estás entrenado para no mirar a cámara, para percibir que está ahí sin más. De hecho, si miras es un ¡corten! Pero con Marc Vigil todo el trabajo es tan bonito y tan de probar. Probar a mirar y a no mirar. Y con Hugo, ver qué hacen los otros personajes mientras que yo miro y que sea de verdad. Al final me acostumbré y entendí lo que era y ya me costaba no hacerlo.
¿Como siguen siendo los rodajes en tiempo de pandemia en un proyecto tan internacional?
Suponen un esfuerzo extra a la gente de producción. Para nosotros tienes PCR cada tres días, no te puedes acercar como lo hacías antes...
Viajaron a Bulgaria en busca de nieve y se encontraron un sol espléndido.
El día que aterrizamos a algunos nos entró un ataque de risa, a Marc, no. Habían ido a localizar y estaba todo blanco y el día que llegamos parecía Badajoz. Luego hizo frío, pero es lo que pasa siempre cuando tienes que rodar en pijama y de noche.
¿Se pierde el vértigo al estreno?
Creo que cada proyecto es un mundo. En este caso estoy tan orgullosa que valen más las ganas de que lo vean, no a mí, sino a la serie. Es como cocinar algo muy rico y decir ya se puede comer.
¿Qué proyectos le estimulan?
Los que están bien escritos, pero no lo sé hasta que me llega. Es como enamorarse.
¿Cuál ha sido el mayor desafío de «Nasdrovia»?
Es un personaje muy complicado, pero el trabajo de actor para mí es muy en equipo y nunca me he sentido sola haciéndolo. Si tenía alguna dificultad estaba el guion, Marc, Hugo... Los personajes son difíciles dependiendo de cómo estén escritos y de cómo te sientas en el rodaje, de quién te acompañe.
¿Cómo prepara un personaje?
Ser actor es una artesanía, pero si el personaje está bien escrito y el director sabe exactamente lo que quiere y tienes buenos compañeros, para mí como actriz lo importante es limpiar cualquier interferencia y dejar hacer.
¿Le cuesta salir luego de él?
Te queda el color de lo que estabas haciendo. Si estás doce horas llorando estás bien, pero tienes pena. Y si estás todo el día enfadado, porque el personaje es así, acabas teniendo ese sentimiento a flor de piel. Es como cuando lees un libro que te gusta mucho y estás virado hacia cómo te están contando las cosas.
¿Ha cambiado mucho esa Leonor Watling de los comienzos?
Espero que sí, pero no me veo. Me cuesta mucho verme y escucharme. Me gusta hacerlo...
¿Cómo es el momento de sentarse en el sofá y dar al play?
Intento no mirarme y ver lo demás, pero la primera vez es imposible. Aunque también me ha pasado de ver películas y olvidarme que soy yo.
Entonces, el día de la premiere...
Eso es un dolor, como la gente cuando se escucha su voz en el contestador y dice, «¿esa es mi voz»?
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