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Estreno en Cosmo

Reírse como terapia para que te dejen vivir tranquila

«Back To The Life» estrena en Cosmo On su segunda temporada, creada, dirigida y escrita por Daisy Haggard

Back to life Luke Varley

Miri Matteson es de esas mujeres que se lo piensan dos veces antes de levantarse de la cama por las mañanas. Probablemente, experiencia mediante, el día sea un auténtico fiasco en el que la persiga la policía, su ex novio cachondo y culpable de acostarse con su madre la persiga o algo mucho peor. Así es la vuelta a la vida de la protagonista de «Back To life», serie creada, dirigida y protagonizada por la actriz Daisy Haggard, que a través de un sentido del humor único e irreverente nos descubre con crudeza de qué va la vida y cuya segunda temporada de seis capítulos estrena Cosmo On.

En la primera temporada, disponible completa en Cosmo On, el servicio bajo demanda, conocimos a Miri Matteson, que regresa a su pueblo tras pasar 18 años en la cárcel por el asesinato accidental de una de sus mejores amigas, Lara, que murió al golpearse la cabeza con un monumento de piedra en la costa de su ciudad natal de Hythe, Kent. Su intención es reconstruir su vida, pero su pasado vuelve una y otra vez para intentar tumbarla, aunque ella vuelva a levantarse con una sonrisa. Todo salta por los aires cuando se descubre que su madre, interpretada magistralmente por Geraldine James, se acuesta con su ex novio (Jamie Michie) y su amiga Mandy (Christine Bottomley) es la responsable de su encarcelación y de mantener una relación con el padre de la tercera amiga, la asesinada. Tanto caló el humor negro de la producción que logró una nominación al Emmy Internacional. Así que la segunda temporada nos pone otra vez en el camino de su agente de la condicional, Janice (Jo Martin), que regala escenas y llamadas telefónicas que hacen saltar las lágrimas de las carcajadas con líneas de guión que acentúan el tono de dramedia de la serie creada por Haggard. El único consuelo parece ser la incipiente atracción con su vecino Billy (Adeel Akhtar), un viudo con buena intención pero que se encuentra con una Miri que está en plena lucha por que la dejen volver al mundo.

Haggard ya ha confesado que todo empezó por escribir cómo se sintió cuando tuvo que mudarse un tiempo a casa de sus padres mientras hacía reparaciones en su propia casa: «Me decían cómo cargar un lavavajillas y apagar las luces». La trama también pivota sobre más temas candentes como el sexo, la problemática que puede resultar la reinserción de la mujer en comparación con un hombre y la violencia contra las mujeres, mucho más sutil esta última en la primera temporada. Pero eso no le resta ni un ápice de genialidad a «Back To Life», que no para de darnos disgustos con saltos al vacío entre la comedia y el drama más descarnado y giros de guión que resultarán increíbles. Tampoco hay que perder ningún detalle de los secundarios, como el padre de Miri, Oscar, (Ricardo Dürden), enfrascado en las nuevas tecnologías y con un resentimiento más que palpable, el marido de Mandy o la omnipresente Tina (Juliet Cowan), oficial de policía obsesionada con multar o detener a Miri, como en la impagable escena por la calle o en bicicleta.

La crítica es unánime con la calidad de «Back To Life» y el trabajo de Daisy Haggard y todo el elenco. La serie tiene la duración justa y sabe dosificar la montaña rusa que supone la vida de Miri Matteson, que aún pretendiendo aprovechar esta segunda oportunidad se carga de optimismo y de un cardador de pelo para nadar contracorriente. ¿Se levantará Miri tras la última caída?