
Tecnología militar
El último 'FrankenSAM' de Ucrania lanza misiles R-73 de la era soviética
Los misiles R-73 son un arma del tipo 'dispara y olvida' que entró en servicio en 1985

Ucrania es, probablemente, el único ejército del mundo que cuenta con armamento'FrankenSAM'. Este término, que proviene de la contracción entre Frankenstein y SAM (Surface to Air Missile o Misil Tierra-Aire), surge de las necesidades armamentísticas de Ucrania tras la invasión de Rusia que comenzó en 2022. Hace referencia a construir nuevos sistemas SAM con lo que haya a mano, poco más o menos, y en estos tres años se han visto unos cuantos ejemplos a los que ahora se ha añadido un nuevo FrankenSAM que utiliza como interceptores misiles aire-aire R-73 de la época soviética, aquí como misiles tierra-aire, que Ucrania posee en abundancia. Este sistema ya ha sido utilizado con éxito dando cobertura a unidades en misiones de combate.
Según informa el medio de noticias ucraniano Militarnyi, este nuevo FrankenSAM, cuyo nombre se desconoce, está basado en una plataforma clasificada y utiliza los misiles de guía infrarroja que normalmente emplean los cazas Su-27 y MiG-29 de Ucrania. En la imagen publicada por el medio, se puede ver detrás de un soldado un lanzador similar a una torreta con rieles y un par de misiles en la parte superior. Es un sistema móvil, aunque no se puede precisar si está montado en un chasis con cadenas o, lo más probable, ruedas. Tampoco se sabe si es autopropulsado o se trata de un remolque.
Este FrankenSAM está en servicio con la 3.ª Brigada de Asalto Separada de Defensa Aérea y Defensa de Misiles. Su comandante, Maksym Zaichenko, afirma al medio que:
'A pesar de la avanzada edad del equipo y sus limitadas características tácticas y técnicas, encontramos oportunidades para la modernización y la implementación de los últimos enfoques'.

Según Zaichenko, los misiles R-73, que entraron en servicio en 1985, ofrecen la ventaja de ser un arma 'dispara y olvida', un tipo de sistema de armamento que, una vez lanzado o disparado, no requiere que el operador continúe guiando o controlando el proyectil hacia el objetivo. Para ello, utilizan un sistema de guiado autónomo que, en este caso, es por infrarrojos: el misil detecta el calor emitido por el objetivo, como los motores de un avión, y lo sigue de manera autónoma. Esto también permite que la unidad de lanzamiento pueda cambiar su posición tras hacer fuego, evitando exponerse al contraataque del enemigo.
El uso de sensores infrarrojos pasivos hace que el sistema sea menos vulnerable a la detección por parte de sistemas de guerra electrónica rusos, en comparación con sistemas de misiles tierra-aire que dependen de radares activos, señalan en el medio especializado The War Zone.
El misil R-73, conocido por la OTAN como AA-11 Archer, tiene un alcance máximo de 30 kilómetros en lanzamientos aéreos contra objetivos frontales y alrededor de 14 kilómetros contra objetivos en persecución. En un lanzamiento desde tierra, el alcance se reduce al no beneficiarse de la velocidad y altitud del lanzamiento aéreo, aunque el alcance del buscador se mantiene entre 10 y 12 kilómetros. Este puede orientarse en cualquier dirección, lo que lo convierte en un arma particularmente eficaz contra objetivos en movimiento.
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