Gadget del sábado
Nothing Phone (2): claroscuros de un móvil muy interesante
La evolución es notoria respecto a la versión anterior: mejores cámaras, batería, pantalla… ¿es suficiente?
No han pasado ni dos años desde que Nothing llegó al mundo de la tecnología con una apuesta diferenciadora. Tanto en sus cascos como en su primer smartphon. Cuando lo analizamos destacamos algunos aspectos muy positivos y otros no tanto. Batería, potencia, carga y cámaras ha mejorado. En pantalla tenemos luces y sombras. Y en experiencia de usuario mantenemos lo que dijimos en su momento: es el más Android de los teléfonos… sin ser Google Pixel. Vamos por partes con el Nothing Phone (2).
En lo superficial apenas si hay cambios: se trata de un teléfono con unos perfiles muy similares a los iPhone de líneas rectas y el modelo en negro ya no es tan oscuro y se ha convertido en un gris algo más elegante (subjetivo) y que repele mejor las huellas (objetivo). Su peso ha aumentado unos 10 gramos… al igual que la pantalla, que ha pasado de 6,55 pulgadas a 6,7, pero también ha pasado de una pantalla AMOLED a una OLED. En lo que respecta a calidad el cambio no es notorio, pero en lo que respecta a batería sí hay diferencias. Las AMOLED son, básicamente, pantallas OLED con una matriz activa que ilumina cada píxel solo cuando este se activa electrónicamente. Y aquí es cuando entra la batería.
Este es un aspecto importante en este móvil, ya que cuenta con un Snapdragon 8+ Gen 1, uno de los mejores del mercado, pero con un problema de calentamiento que se ha resuelto en la versión posterior, el Gen 8+ Gen 2. ¿Es un paso atrás? Si Nothing no hubiera tomado medidas, sí. La batería ha pasado de 4.500 mAh a 4.700, la carga rápida ha aumentado casi un 50% (llega a los 45 W con capacidad para cargar casi el 50% en 10 minutos). Todo esto contribuye a que la autonomía sea mucho mejor de la esperada y es fácil llegar al día completo sin ningún problema.
En el aspecto visual sigue llamando la atención su diseño y construcción (aluminio reciclado) y su trasera con el "interior" visible y las luces LED que ahora se han duplicado y han pasado de 8 a 16, permitiendo una mayor versatilidad a la hora de personalizar las opciones. Si antes teníamos una iluminación cuando nos llamaban y si teníamos notificaciones o se veía el nivel de carga, ahora se une a aplicaciones de terceros y, por ejemplo, nos indica cuan cerca está un pedido de Uber, por ejemplo. O nos indica el volumen. También han modificado su eficiencia energética y ahora estas luces consumen bastante menos.
Un aspecto en lo que Nothing debería trabajar un poco más es en el sonido: no cuenta con Dolby Atmos y la calidad sufre, aun con cascos y el volumen, también lucha por no estropearse si pasamos del 75%. La pantalla, por su parte, mantiene su calidad y aumenta el brillo, permitiendo una mejor experiencia en entornos muy luminosos. La reproducción de contenido multimedia es muy buena, mejor que en el Nothing Phone (1) pero aún no llega a sobresaliente.
Por otro lado, una de cal y una de arena, Nothing mantiene su insistencia en sacar provecho de Android, un sistema que requiere mucha potencia y batería, para ser provechoso. Por ello, la compañía de Carl Pei ha apostado por una limpieza completa y el móvil no trae casi nada preinstalado: no redes sociales ni aplicaciones nativas innecesarias. Perderemos 10 minutos en instalar lo que nos interese, pero ganaremos autonomía y espacio en la memoria.
Y hablando de memoria, Nothing mantiene todas las configuraciones anteriores y le suma una opción de 12 GB y 512 GB de almacenamiento. Pese a que la configuración básica es de 8 GB y 128 GB, la recomendación es ir directo a por la de 12 GB y 256 GB, unos 50 euros más, pero que valen la pena.
Y ahora sí, las cámaras. El Nothing Phone (2) ha mejorado su cámara principal en dos aspectos importantes que no incluyen la resolución, pero influyen con el mismo peso objetivo. Por un lado, ha colocado un mejor procesador Sony y por otro ha apostado por un mejor procesamiento de imágenes. La otra lente trasera, también de 50 MP, es la misma. En lo que a la cámara selfie, su resolución se ha duplicado pasando de 16 a 32 MP. Todo esto hace que las fotografías suban varios puntos, no hasta llegar a la categoría de las que toman los topes de gama de Apple, Samsung, Huawei o Google, pero detrás de ellos, se encuentra cómodo. Pero podría subir más aún si mejorara en aspectos como los retratos y las fotos nocturnas. Le faltan detalles que no son exclusivos de la cámara y que podrían solventarse con actualizaciones específicas.
Veredicto: el Nothing Phone (2) tiene un precio base de €649, la mitad de muchos de la gama alta y, aunque tiene muchas características como el procesador, la memoria y el diseño de los que se encuentran en el podio, hay aspectos (cámara principalmente) que no le permiten aspirar a ese rango. Dicho esto, por su precio, su diseño y sus prestaciones, es uno de los mejores móviles en su sector.
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