Defensa
¿Y si el LHD Juan Carlos I optara por llevar drones de combate, como su gemelo turco, y renunciara al F-35B?
Turquía acaba de incorporar el TCF Anadolu y lo ha convertido en el primer "portadrones" del mundo con aeronaves no tripuladas Bayraktar TB3, drones de combate MIUS y pequeños aviones de combate Hurjet
Esta semana le ha sido entregado a la Armada turco el que pasa a ser su buque insignia, el el TCG Anadolu (L-400), un buque de asalto anfibio polivalente basado en el LHD Juan Carlos I español, construido por Navantia. Será el barco de guerra más grande del país con una eslora de 231 metros, una manga de 32 metros y un desplazamiento de 27.436 toneladas, que permitirá fortalecer las capacidades de proyección de fuerza de Turquía. La velocidad máxima será de 20,5 nudos y su autonomía se sitúa en 9.000 millas náuticas completamente cargado.
El gemelo del Juan Carlos I fue botado el 19 de mayo de 2019 e inició sus pruebas de mar en marzo de 2022. Al acto de entrega del buque, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que presidió el acto, puso un mensaje en sus redes sociales: «Buena suerte, Anadolu», que lleva el nombre de la península de Anatolia (en turco, Anadolu).
Pese a que inicialmente fue concebido como un portaaviones, al igual que su “gemelo” español Juan Carlos I, la ruptura del compromiso de venta de cazas F-35B a Turquía por parte de Estados Unidos hizo que las autoridades se replanteasen el proyecto. Así, el TCG Anadolu embarcará drones, pasando a ser el único buque de sus características con aeronaves no tripuladas. En este caso, serán del fabricante local Bayrak, el mismo que ha fabricado los Bayraktar TB2 que Ucrania está utilizando contra Rusia y que tanto daño ha provocado a sus fuerzas armadas.
En este caso será el Bayraktar TB3, una plataforma de combate de alas plegables, lo cual permite llevar decenas de ellos a bordo del LHD, cumpliendo diferentes misiones de ataque en apoyo de las operaciones navales de esa flota. Es capaz de despegar y aterrizar en portaaviones de pista corta. Además de las misiones de reconocimiento/vigilancia e inteligencia, el UCAV Bayraktar TB3 puede lanzar una operación de asalto con las municiones inteligentes que incorpora bajo sus alas.
El Bayraktar TB3 puede realizar operaciones armadas en el extranjero debido en parte a las capacidades personalizadas, como alas plegables que permiten su uso en portaaviones y se puede operar desde distancias muy remotas gracias a sus capacidades de comunicación Line-Of-Sight y Beyond-Line-Of-Sight.
El proceso de integración del sistema UAV continuará tras la entrega del TCG Anadolu, que podría llevar a bordo también el avión de combate no tripulado Bayraktar Kizilelma (MIUS), otro dron del mismo fabricante del que se han podido ver prototipos, resultando su aspecto muy similar al de un caza convencional, y que estaría listo en 2023. Durante la ceremonia de entrega se colocó sobre la cubierta del buque un prototipo de este aparato. Asimismo, también podría llevar el avión HURJET, de Turkish Aerospace, un pequeño aparato de combate ligero que cumple también labores de entrenador de pilotos. La variante de combate proporcionará un multiplicador de fuerza en el campo de batalla a través de una amplia gama de capacidades de misión y una gran carga útil.
El LHD Juan Carlos I, buque que sirve de modelo al Anadolu, se encuentra en una situación parecida: la Armada necesita ya buscar una solución al inminente final de la vida operativa de los viejos AV-8B Harrier II Plus, cuya jubilación ha sido aplazada ya varias veces, pero se ha llegado al máximo, hasta el punto de que nuestro país será en los próximos años el único del mundo que los siga usando. Todo pare indicar que el Gobierno finalmente optará por los F-35B, único modelo actualmente en el mercado que podría operar en la cubierta del buque español por su capacidad de aterrizaje y despegue vertical, manteniendo así viva el ala fija embarcada de la Armada. De hecho, hay un partida presupuestaria para ello, pero no especifica que sea en concreto para este modelo.
Pero, ¿podría el Gobierno apostar por la opción turco y añadir a los helicópteros que ahora puede llevar el Juan Carlos I aeronaves no tripuladas en lugar de cazas tradicionales? Parece poco probable porque las Fuerzas Armadas quieren a toda costa al menos 12 F-35B para seguir contando con capacidad de proyección estratégica, pero no es menos cierto que, como reconocía la web "Ejércitos" en un artículo, también "es prioritario invertir en ampliar y modernizar las unidades destinadas a labores de Patrulla Marítima y en dotar de la necesaria ala rotatoria y de elementos no tripulados a los buques ya operativos. Por lo menos para el teatro de operaciones insular, este parece ser un enfoque correcto".
Otra opción para mantener dicha capacidad operativa de la Armada en el escenario español que incluye los archipiélagos balear y canario sería construir un total de seis submarinos de la clase S-80 en lugar de los seis previstos, como se planteaba en un artículo reciente en La Razón, lo que permitiría tener presencia submarina constante tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico.
Por tanto, más allá de los deseos de nuestros militares, ciñéndonos a la realidad presupuestaria española, no sería una locura dotar al LHD Juan Carlos I de drones de combate con capacidades similares a los Bayraktar TB3 o el Kizilelma, turcos, que pueden llevar a cabo no solo misiones de reconocimiento/vigilancia e inteligencia, sino también lanzar operaciones de asalto con las municiones inteligentes, misiles y bombas que incorporan bajo sus alas.
Es cierto que España no tiene ningún dron armado actualmente, aunque parece que se ha dado el paso para hacerlo con el Predator B. También se podría sacar una versión armada del Sirtap de Airbus y del Tarsis de Aertec a más largo plazo. Ni siquiera el futuro Euromale irá armado de inicio, aunque podría y seguramente terminará armado.
Hay otros modelos pequeños en la Armada, como el sistema Scan Eagle, en servicio desde 2014, que llevan a cabo misiones de vigilancia marítima, de rescate y de búsqueda. Sin embargo, su reducido tamaño, (tienen una longitud de 1.71 metros y una envergadura de unos 3.11 metros, con 22 kilos de peso y una velocidad máxima de 148 Km/h) y su falta de armamento no sirven para los fines mencionados, por lo que la única opción es acudir a un suministrador como la turka Bairak cuyo modelo Kizilelma Fighter UAV, diseñado específicamente para despegar y aterrizar en portaaviones de pista corta y llevar a cabo misiones con municiones transportadas internamente, se adaptaría bastante a las necesidades españolas.
Por su parte, la compañía estadounidense General Atomics estaría trabajando en una variante del MQ-9B para operar también en portaaviones o un buque de asalto anfibio de cubierta grande. Esta nueva plataforma se presentó el pasado diciembre y parte de la tecnología de los Predator B y Grey Eagle, modelos con los que comparte aviónica y sistemas de control de vuelo. Para su despegue no necesitaría catapultas, pudiendo despegar por sus propios medios. Puede además plegar las alas y ocupar menos espacio en cubierta. Según informó la propia compañía, General Atomics pretendía que fuera el propio MQ-9B Mojave el que pudiese llevar a cabo despegue y aterrizaje vertical, pero finalmente se ha optado por un modelo STOL (la misma capacidad que los Harrier de la Armada o los F-35B) más potente. Además de las versiones para inteligencia, la empresa informó que podría portar hasta 16 misiles Hellfire. Claramente, sería otra opción para embarcar a bordo del LHD Juan Carlos I.
Sin ir más lejos, la Marina china probó el pasado año su nuevo portaaviones s en forma de catamarán diseñado específicamente para operar enjambres de drones con los que anular y destruir las defensas enemigas, diseñado especialmente para lo que podría ser a corto o medio plazo la guerra del futuro. Por su parte, Irán estaría construyendo un portaaviones para drones a partir de un buque mercante, con una gran cubierta de vuelo en voladizo a babor. Por el momento no está claro si se añadirá también un voladizo en la banda de estribor. El hecho de que la superestructura se extienda por encima de la cubierta original impide una disposición tradicional de portaaviones. Los ángulos de la cubierta ligera añadida tampoco son tradicionales. Posiblemente se trate de una cubierta de vuelo que se extienda de babor a estribor por delante de la superestructura.
Características
El TCG Anadolu LHD es un buque monocasco de acero basado en la plataforma de diseño Navantia Atlas LHD 26.000, al igual que el LHD Juan Carlos I español (L-61) en servicio de la Armada Española y los LHD Clase Canberra, HMAS Canberra (L-02) y el HMAS Adelaide (L-01 ) al servicio de la Royal Australian Navy.
Cuenta con una cubierta de vuelo de 202 m de largo con 6 puntos de aterrizaje (el ancho de la pista es de 17 metros, incluida la rampa curvada hacia arriba de 12 grados [salto de esquí] en la proa del barco, y el ancho total de la la cubierta de vuelo se calcula en 29,5 m). Tendrá una altura total de 58 metros con un calado de diseño (la distancia desde el fondo de la quilla hasta la línea de flotación) de 7,07, la cubierta de pozo inundable tendrá un calado de 10,20m, y la cubierta de vuelo del buque tendrá un calado de 27,5m con una altura total de 20m desde la línea de flotación. Tendrá una resistencia de 30 días y podrá realizar una tarea anfibia del tamaño de un batallón con su equipamiento y un total de 94 vehículos. Se pueden desplegar un total de 10 helicópteros o 50 UCAV en la cabina de vuelo, y este número puede aumentar según la configuración.
Tiene un muelle de pozo inundable, que puede albergar cuatro LCM-1E o dos Landing Craft Air Cushion (LCAC) con una capacidad de carga de un solo tanque.