Mucho se habla de los carros de combate estos últimos meses a cuenta de su participación en la guerra en Ucrania, pero más allá de los modelos que combaten, ya sean los de fabricación rusa, en ambos bandos, ya los que puedan ir llegando de países occidentales para reforzar a las fuerzas armadas ucranianas, lo cierto es que en muchas ocasiones nos olvidamos del auténtico músculo de estos vehículos: su cañón.

Y si repasamos la lista de los principales carros de combate del mundo llama la atención el hecho de que la mayoría de ellos utilicen cañones de ánima lisa, algo quizás contradictorio si pensamos que esta opción es a priori óptima para ganar en velocidad del proyectil, pero quizás no tanto a la hora de conseguir precisión.

Los cañones de ánima lisa en los carros de combate son más comunes en calibres grandes, como 120 mm, y se utilizan principalmente para disparar proyectiles de carga hueca y explosivos de alto poder destructivo. Debido a que no tienen estrías internas, los proyectiles pueden moverse a través del cañón con mayor facilidad y sin que la rotación cause una deformación en su forma, lo que garantiza una mayor precisión en los objetivos cercanos y en el combate urbano.

Por otro lado, los cañones en espiral son más adecuados para disparar proyectiles de calibre más pequeño, como 30 mm y 40 mm, y se utilizan principalmente para la defensa antiaérea y la neutralización de objetivos blindados ligeros a medianos. Las estrías helicoidales dentro del cañón permiten que los proyectiles giren a medida que salen del cañón, lo que les da una mayor estabilidad en vuelo y una mayor precisión a largas distancias. Además, los cañones en espiral también pueden disparar munición perforante de armadura, que tiene un núcleo de tungsteno y una mayor capacidad de penetración de blindaje.

En el caso de los carros de fabricación occidental, más allá de su nacionalidad destaca la elección de muchos de ellos del cañón alemán de 120 mm desarrollado y fabricado por la empresa alemana Rheinmetall, sobre todo del modelo L55, que monta proyectiles del calibre 55, en el cual una mayor parte de la energía resultante del disparo se convierte en una mayor velocidad. Esto conduce a un enorme aumento en el alcance máximo.

El L55 es 1,3 metros más largo que su predecesor, el L44, otorgándole un aumento a la velocidad de salida del proyectil disparado a través de este. Este cañón a su vez ha sido montado en las actualizaciones de los Leopard 2, como los Leopard alemanes y holandeses, y ha sido elegido como armamento principal de muchos tanques occidentales, tales como el Leopardo 2E español, el Leopard 2HEL griego, y en el año 2010 en el tanque surcoreano K2 Black Panther. También el Type 90 japonés utiliza un cañón de ánima lisa Rheinmetall de 120 mm con un cargador automático. Además, es usado incluso por el M1 Abrams estadounidense, que prefiere la tecnología germana a la propia por la alta calidad de fabricación.

Incluso el británico Challenger 2, el principal carro del Ejército de Tierra de Reino Unido, ha decidido no solo cambiar su cañón estriado L30A1 (era el único de la OTAN que lo usaba) por uno de ánima lisa, sino que también ha elegido el de 120 mm de Rheinmetall, junto con una estructura de torreta completamente nueva, en la que incluye una innovadora configuración del sistema digital de última generación. En principio ha firmado un acuerdo para modernizar, en una primera fase, 148 carros de combate Challenger 2.

También el Leclerc francés o el Merkava Mk.4 israelí, uno de los mejores carros del mundo, han optado por un cañón de ánima lisa, en este último caso de fabricación propia, de 120 mm. y equipado con un nuevo sistema de control de tiro, que incluye algunas características muy avanzadas.

La elección del ánima lisa para los carros de combate (y también mayoritariamente para la artillería), por tanto, obedece a la mayor durabilidad de los cañones (el proyectil salen en trayectoria limpia con mucho menor rozamiento) y permite mayores velocidades de salida. También es mas efectivo usar munición de carga hueca con cañones de anima lisa. Y ante el inconveniente teórico de la menor precisión, la estabilización en el aire se realiza gracias a las aletas del proyectil.

Los soviéticos habrían sido los primeros en utilizar en 1958 un cañón de anima lisa sobre el carro T64, aunque en aquel momento la precisión sí dejaba bastante que desear, ya que el proyectil no conservaba su estabilidad. En siguientes modelos esto se fue mejorando hasta llegar al cañón alemán Rheinmetal de 120 mm, el primero de cuyos modelos, el L44, tenía un calibre 44, en lugar del 55 actual. La clave está en la calidad de fabricación alemana, mucho mejor que la rusa.

Los cañones germanos de ánima lisa de 120 mm tienen un alcance efectivo de mas de 4.000 metros probados, mientras que en los soviéticos de 125 mm de anima lisa es de unos 3.000 metros, si bien es cierto que de los modelos más modernos rusos faltan datos.

Así, por ejemplo, uno de los últimos modelos, el T-14 Armata, tiene como armamento principal un novedoso cañón totalmente diferente al tradicional de los diseños ruso/soviéticos -el 2A46-, el 2A82-1M, también de calibre 125 mm, y de ánima lisa, que permite el disparo de misiles desde el mismo sin conjuntos de adaptación. El también ruso T-90, un carro de tercera generación, monta el cañón 2A46M de 125 mm de ánima lisa. Es una versión altamente modificada del cañón antitanque Sprut y es el mismo usado como arma principal en los tanques de las series T-80 y las modernizaciones del T-62, T-64 y otros

El VT-4 chino, el tanque de batalla principal de su ejército, está armado con un cañón de ánima lisa de 125 mm capaz de disparar proyectiles APFSDS, ojivas HEAT, artillería y misiles guiados.