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Smartwatch

El gadget del sábado: Amazfit GTR 4. Mejor que algunos de los más caros, pero…

Un smartwatch con enormes ventajas aunque hay algo que no cuadra en el interior de su cuadro.

Lo que le falta al Amazfit GTR 4 para tener un sobresaliente. Amazfit

En varias oportunidades hemos hablado de Amazfit, tanto por sus prestaciones como por su resistencia. Ahora toca el último modelo que llega a España, el Amazfit GTR 4 (con un hermano gemelo, el GTS 4, cuya única diferencia es un cuadro de líneas rectas). Estamos ante un reloj accesible y que por prestaciones podríamos clasificar de ganga: 200 euros (disponible con correa de nylon gris, de silicona negra o de cuero marrón). Eso sí, tiene algunos peros a la hora de un análisis más profundo. Vamos al lío.

Su diseño es clásico: circular, muy delgado, de peso muy reducido (34 gramos) y sin ningún adorno. Nada que lo haga destacar excepto su corona roja que permite navegar a través de las aplicaciones. Será injusto compararlo con diferentes fabricantes, pero cara a cara con otros de la misma marca (como el Falcon o el T-Rex) es obvio que pierde. Es un reloj algo soso en cuanto a diseño. Y aquí es cuando viene la primera distinción. Estamos ante un MacGyver extremadamente introvertido: nos puede sacar de muchos problemas, tiene muchas herramientas, pero no es divertido. Tampoco tiene la resistencia del T-Rex Pro, de hecho correr en asfalto sí, llevarlo a la montaña ya se complica por temas de rayados en la pantalla o la propia carcaza.

En cuanto a pantalla 1,43 pulgadas de apellido AMOLED, es muy eficiente en cualquier condición de luz y tiene una respuesta rápida en el tacto y cuando giramos la corona. No sé si un 10, pero un notable y alto, seguro. En el interior todo gira alrededor de Zepp OS 2.0, un sistema operativo que no puede tutear a los demás pero que se desenvuelve de forma adecuada. Su Play Store no tiene mucha variedad aunque viene con las apps más comunes… excepto la de pago con el reloj. Sí permite trabajar con los comandos de voz de Alexa. También en el aspecto positivo, permite almacenar música para no tener que llevar el móvil cuando queremos realizar alguna actividad física.

Y aquí llegamos a uno de los meollos de este reloj inteligente. Como viene siendo habitual en los smartwatch enfocados en deporte, este abarca unas 150 disciplinas… de las cuales usaremos 10 como mucho. Y es que más no siempre significa mejor: tener modo ajedrez, damas o bridge en un reloj deportivo (y el GTR 4 los tiene) es como poner palabras en negrita en un texto para que ocupe más espacio y parezca más largo el ensayo. Pero como es algo que casi todos hacen, lo dejamos pasar.

Lo que no pasa desapercibido son sus sensores: muy sensibles en el buen sentido a la hora de medir parámetros de oxígeno en sangre, nivel de estrés o rutinas de sueño. De hecho hasta evalúa siestas que duran más de 20 minutos (tuvimos que comprobarlo durante numerosas siestas para asegurarnos de realizar una análisis fiable). En este apartado la precisión es equivalente a modelos que cuestan el doble o hasta el triple (de Apple, de Samsung o de Garmin, por ejemplo) aunque no cuente con todos los detalles de estos últimos. El caso de la fuerza de caída durante la zancada en carrera, un parámetro que miden algunos relojes de la marca Garmin, no está disponible en el GTR 4 de Amazfit.

Una de las ventajas es que es muy fácil cambiar su correa.Amazfit

Otro aspecto en el que comparte escena con protagonistas de más abolengo es en su sistema GPS. Este reloj, según Amazfit, con sensor de doble banda es el primero de su tipo con una antena polarizada circularmente, lo que se supone que mejora significativamente la precisión. A esto le suma que los datos se obtienen de cinco satélites, a los que en breve se sumará otro. Comparando los datos que brinda tras una carrera con los de otros relojes más caros, la precisión es muy alta: registra la frecuencia de zancada máxima y media y calcula la longitud de zancada media además de la distancia y la frecuencia cardíaca. También reconoce en la mayoría de los casos, el deporte de forma automática, hasta identifica en el gimnasio a casi todos los “sospechosos habituales”: curls, press de banca, peso muerto, sentadillas… Solo le faltan las dominadas que supuestamente llegarán en la próxima actualización.

Hablemos de batería: con una carga debería durar dos semanas, según la caja. En la práctica y dándole caña, saca pecho durante 11, o 12 días. Pero como 10 minutos de carga dan para un día entero, 20 para el fin de semana y con una hora y 20, llegamos al 100%, no preocupa mucho. Eso sí: no tiene posibilidad de carga inalámbrica.

Resumen: lo importante está en el interior, pero a veces también se agradece algo que alimente la vista. Digamos que estamos ante un potaje de la abuela que es muy sustancioso y nos dejará más que satisfechos pero al que le pueden faltar una o dos vitaminas y algo de fibra y que, por aspecto, no es muy tentador.