Armas
Así son los Shahed-136, los drones kamikaze iraníes con los que Rusia está atacando Ucrania
Estos vehículos aéreos no tripulados fueron detectados por primera vez en el campo de batalla ucraniano en septiembre
Los drones kamikaze están cobrando cada vez mayor importancia en la estrategia que sigue Rusia en la invasión de Ucrania. La respuesta de Putin al ataque del pasado sábado sobre el Puente de Crimea ha sido una serie de bombardeos contra ocho ciudades ucranianas que también han incluido ataques realizados con los drones suicidas de fabricación iraní Shahed-136.
Según ha informado el viceministro de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, 84 misiles y 24 drones Shahed-136 han participado en los ataques de hoy. Ucrania ha asegurado que ha conseguido derribar 56 de esos misiles antes de que alcanzaran su objetivo, pero no ha mencionado cuántos drones fueron abatidos o si alguno lo ha sido en los ataques de hoy.
Los drones kamikaze Shahed-136 fueron detectados por primera vez en el campo de batalla ucraniano el pasado mes de septiembre. El día 12 fue derribado uno de ellos cerca de Kupiansk, en la región de Járkiv, y desde entonces se han registrado ataques con estos drones kamikaze en todo el frente de batalla entre Rusia y Ucrania, según publicó el medio ucraniano Mezha. Han tomado parte en ataques recientes en Odesa, Dnipro, Bila Tserkva y Zaporiyia, entre otras ciudades ucranianas, antes de los de hoy.
Durante la mayor parte de la guerra, los drones han supuesto una ventaja táctica para una Ucrania abastecida de armamento por Occidente, pero no para Rusia. Igor Ischuk, representante del Ministerio de Defensa ruso aseguraba recientemente en Moscú que “hemos implementado unos requisitos tácticos y técnicos para los UAV [Unmanned aerial vehicle o Vehículo aéreo no tripulado] y la mayoría de los fabricantes, por desgracia, no son capaces de cumplirlos”. La solución, por tanto, pasa por contar con drones fabricados por otros países y aquí es donde entran en juego los Shahed de Irán.
Según diversas fuentes, Rusia habría recibido el pasado mes de agosto uno o varios centenares de drones de tipo Shahed, incluyendo los modelos 129 y 191 además del 136, aunque éste último es el único que por ahora ha identificado Ucrania sobre el terreno de combate, fabricados en Irán. Un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Irán negó la semana pasada que la república islámica hubiera facilitado esos drones, dado que su posición ante la guerra entre Rusia y Ucrania es neutral, pero Kiev asegura haber abatido ya decenas de ellos mientras que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean- Pierre, aseguró el pasado 30 de agosto que Irán había enviado a Rusia drones Shahed-136 y Mohajer-6 ese mismo mes.
Shahed-136: dron kamikaze barato y de largo alcance
El Shahed-136 es un dron suicida o kamikaze, de un solo uso, que es barato de producir y alcanza grandes distancias. Se trata de lo que también se conoce como un sistema merodeador. Es decir, armado con un proyectil que estalla al impactar el dron contra el objetivo. No son muy veloces (185 km/hora), pero pueden volar a muy baja altitud (60 metros), lo que complica su detección por los sistemas de radar.
El dron, fabricado por HESA (Empresa industrial de fabricación de aviones de Irán) tiene forma de ala delta, pesa unos 200 kilogramos, mide 3,5 metros de largo y su envergadura es de 2,5 metros. La carga útil (40-50 kilógramos) y la óptica de navegación se sitúan en la parte delantera mientras que en la trasera se encuentra el motor de fabricación china MD 550 que impulsa una hélice de dos palas.
Los Shahed-136 que está empleando Rusia han sido pintados y renombrados en el fuselaje como Geran-2. Según informaba Forbes recientemente, están siendo utilizados en lanzamientos de tipo “enjambre” con hasta 40 unidades en un solo ataque. De esta manera, aunque las defensas de Ucrania tienen la capacidad de interceptarlos es difícil acabar con el enjambre completo y que ninguno de ellos alcance su objetivo. Hasta ahora se han dirigido principalmente contra infraestructuras.
Su bajo coste, 20.000 dólares cada unidad, hacen que intentar derribarlos con misiles que pueden costar 300.000 dólares cada uno suponga, en la práctica, un desperdicio de recursos. Oleg Katkov, editor jefe del medio ucraniano Defense Express, señalaba que su principal papel podía ser el de “esponja de misiles” para que Ucrania desperdicie misiles contra ellos que podría dirigir contra objetivos de mayor valor.
Ucrania cree que están siendo lanzados desde la península anexionada por Rusia de Crimea, lo que con una autonomía de 1.000 kilómetros le permitiría alcanzar cualquier lugar de Ucrania. Su velocidad permite, al menos, que las alarmas de ataque aéreo avisen con tiempo a la población para que puedan refugiarse. El Shahad-136 tarda tres horas en alcanzar una localidad como Bila Tserkva, a 500 kilómetros de Crimea.
✕
Accede a tu cuenta para comentar