Antes del iPhone
Así era el primer teléfono ilegal que intentó vender Steve Jobs
Un invento que simulaba ser una computadora pudo cambiar por completo la industria
Los teléfonos móviles son una parte más de la vida en la actualidad. Pese a que muchos expertos destacan los peligros o adicciones que estos pueden suponer es prácticamente imposible encontrar a alguien que se resista a tener un dispositivo móvil hoy en día.
Así, los aparatos han tomado el control de muchos ámbitos de nuestras vidas llegando, incluso, a desesperarnos cuando no los encontramos. La gran cantidad de información personal, además, que los teléfonos actuales cuentan es otro de los ejemplos de como ha cambiado la sociedad ante su inclusión en la vida humana.
Así las cosas, aquello que empezó como un teléfono sin cables se ha convertido en todo un ordenador de bolsillo con una potencia inimaginable años atrás. La tecnología móvil ha avanzado, además, a un ritmo vertiginoso que ha influido en gran medida en muchos de los avances vistos en los últimos años cambiando muchos campos de la vida humana.
Comprar, realizar una reunión de trabajo o simplemente ver una película son algunos de los ejemplos más representativos de lo que los móviles modernos pueden realizar. Pero para llegar a este punto hizo falta una idea revolucionaria solo al alcance de unos pocos elegidos entre los que se encontraba Steve Jobs.
Considerado como uno de los genios tecnológicos más conocidos de los tiempos modernos Jobs se propuso junto a Apple cambiar por completo los teléfonos móviles. Así, en 2007 veríamos nacer de la mano de este genio un aparato que marcó un hito en el mundo de la tecnología con un producto y que hoy en día es aclamado, el iPhone.
Pese a que tras su presentación se remonta a hace más de 15 años este terminal ha visto nacer muchas versiones novedosas hasta el punto de ser uno de los dispositivos de referencia. Así, gracias a sus bondades Jobs consiguió, todavía más, agrandar su aura que se mantiene hasta la actualidad a pesar de su fallecimiento años atrás.
Ahora, tras años utilizando este y otros dispositivos que siguieron su estela parece imposible pensar en el mundo sin el invento de Jobs aunque el iPhone no fuese el primer teléfono que trató de vender.
Antes de que el iPhone inundase el mercado con una pantalla táctil totalmente innovadora Steve Jobs ya trataba de comercializar productos telefónicos. El llamado Blue Box, así, fue un artilugio que puso en jaque a toda la industria debido a que era capaz de realizar llamadas de larga distancia de forma totalmente gratuita, algo que muchos no aceptaron.
Hace apenas unos años era imposible pensar en llamar de un lado al otro del mundo de forma gratuita como ocurre en la actualidad gracias a internet aunque Jobs quiso que eso llegase antes de tiempo a nuestras vida.
El sistema se basaba en que una vez realizada la llamada el Blue Box simulaba que era un ordenador de teleoperadora para saltarse el filtro del teléfono. Así, se libraba de los gastos proporcionando al usuario una llamada lejana de forma totalmente gratuita, es decir, ilegal en aquella época.
La idea, de poco más de 100 dólares, no salió adelante aunque Jobs confiase plenamente en él. Aun así, este sentó las bases de forma teórica de como avanzaría la tecnología junto a la forma de comunicarnos décadas después.
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