Salud mental
El sorprendente efecto de una noche "en blanco" sobre la depresión
La dopamina que libera el cerebro por no dormir cambia el estado de ánimo de tristeza a "euforia" trasitoriamente, según muestra una nueva investigación en ratones
Los efectos del insomio o la privación prolongada de sueño están bien documentados, y ninguno es positivo. Numerosas investigaciones han demostrado que un sueño inadecuado se asocia con diversos problemas de salud. Entre otros muchos efectos, no dormir lo suficiente o dormir mal aumenta el riesgo de tener presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes. También merma la capacidad de pensar con claridad, reaccionar con rapidez y crear recuerdos. En el ámbito de la salud mental, la privación de sueño contribuye a la irritabilidad, induce problemas de relación social-en especial en niños y adolescentes- y aumenta el riesgo de padecer ansiedad y depresión.
Sin embargo, cuando esas pérdidas de sueño son breves- por ejemplo, una noche sin dormir-los efectos son sorprendentemente positivos para el cerebro.Así lo refleja un nuevo estudio, llevado a cabo por neurobiólogos de la Universidad Northwestern (Estados Unidos), que se lanzaron a investigar, por primera vez, cómo influye en el organismo "deberle" unas cuantas horas a la cama. El hallazgo más importante de este trabajo, publicado en la revista Neuron, es que una noche de insomnio puede revertir rápidamente la depresión durante varios días debido a la liberación de dopamina, que aumenta la plasticidad en las conexiones neuronales y reconfigura el cerebro.
Efecto "borrachera"
Casi todos somos capaces de recordar los efectos de una noche en vela. Esa sensación de "borrachera" (que no tiene relación con haber consumido alcohol o no) suele manifestarse con aturdimento, dificultad para concentrarse e incluso algo de mareo. Sin embargo, no es desagradable, incluso el cansancio genera cierta "euforia". Para saber más sobre por qué se produce esa sensación los científicos indujeron una leve privación aguda del sueño en ratones y examinaron su comportamiento y actividad cerebral. Lo que descubrieron es que no sólo aumentó la liberación de dopamina durante el periodo de pérdida aguda de sueño, sino que también seincrementó la plasticidad sináptica, lo que literalmente reconfiguró el cerebro para mantener el estado de ánimo elevado durante los días siguientes.
Estos nuevos hallazgos podrían ayudar a los investigadores a comprender mejor cómo se produce la transición natural de los estados de ánimo, cómo actúan los antidepresivos de acción rápida (como la esketamina) y a identificar dianas desconocidas hasta ahora para nuevos fármacos antidepresivos.
"Hemos descubierto que la pérdida de sueño induce un potente efecto antidepresivo y reconfigura el cerebro -prosigue-. Esto es un recordatorio importante de cómo nuestras actividades casuales, como una noche sin dormir, pueden alterar fundamentalmente el cerebro en tan sólo unas horas", destacó Yevgenia Kozorovitskiy, catedrática de Neurobiología de la citada universidad, según recoge Ep.
Segundo experimento
Para explorar estos mecanismos, los científicos desarrollaron un segundo experimento para inducir la pérdida aguda de sueño en ratones que tenían predisposiciones genéticas relacionadas con los trastornos del estado de ánimo humanos. Tras una noche de insomnio, el comportamiento de los animales se volvió más agresivo, hiperactivo e hipersexual que el de los controles que habían dormido una noche normal.
La catedrática y su equipo examinaron cuatro regiones del cerebro responsables de la liberación de dopamina: el córtex prefrontal, el núcleo accumbens - región que se encarga de clasificar las sensaciones que percibimos-, el hipotálamo y el cuerpo estriado dorsal. Tras monitorizar la liberación de dopamina en estas zonas, descubrieron que 3 de las 4 zonas (el córtex prefrontal, el núcleo accumbens y el hipotálamo) estaban implicadas.
Para acotar los resultados, silenciaron una por una las áreas dopaminérgicas. El efecto antidepresivo solo desapareció cuando silenciaron el córtex prefrontal. "Eso significa que el córtex prefrontal es una zona clínicamente relevante a la hora de buscar dianas terapéuticas. Pero también refuerza la idea que se ha ido construyendo recientemente de que las neuronas dopaminérgicas desempeñan funciones muy diferentes en el cerebro. No son una población monolítica que se limita a predecir recompensas", aclara Kozorovitskiy.
La neurobióloga advirtió también de que la gente no debería empezar a pasar la noche en vela para animarse. "El efecto antidepresivo es transitorio, y sabemos lo importante que es dormir bien, aunque yo diría que es mejor ir al gimnasio o dar un buen paseo". "Para lo que es realmente importante este hallazgo es para poder determinar que antidepresivo será más efectivo en que tipo de persona", concluyó.
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