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Salud mental

Qué pasa en tu cerebro cuando te enamoras: tus hormonas se desmadran

Todo lo que tenga que ver con el amor, el placer y la calma favorecen la secreción de la hormona del amor, la oxitocina, y disminuye la hormona del miedo y el estrés, esto es, el cortisol.

Un estudio desentraña los mecanismos biológicos que explican la atracción romántica y el enamoramiento

No son mariposas en el estómago, son tus hormonas jugándote una mala pasada (o buena, según se mire). Lo apuesto al amor es el estrés, caracterizado por la producción de cortisol, que hace justamente el efecto contrario en el organismo: proporciona un cóctel de mediadores que generan salud y bienestar. En síntesis, cuando nos enamoramos, entra en juego laoxitocina, una hormona que está muy presente en nuestras vidas desde que nacemos y es clave para la lactancia.

Pero eso no es todo, porque más allá de todas estas funciones relacionadas con el embarazo, el parto y la crianza, la oxitocina también está involucrada en otras funciones, entre ellas, la reducción de la tensión arterial, la sensibilidad al dolor y la inflamación, la mejora de la cicatrización, la disminución de la agresividad y el aumento de la sociabilidad.

De lo que no cabe duda por tanto es que la oxitocina es una hormona clave para la felicidad y el placer, aunque hay otras implicadas que conviene tener en cuenta: la serotonina, las endorfinas y la dopamina. Ahora vamos entendiendo todo, pero, ¿para qué está esta explosión de nuevas hormonas y neurotransmisores que se añaden al carro cuando nos enamoramos?

¿Cómo es un cerebro enamorado?

Si hay que ya sabemos es que, desde el punto de vista biológico, hemos visto que el objetivo de tanto vaivén hormonal comienza en la edad fértil con un claro objetivo: la perpetuación de la especie o, dicho de otro modo, que básicamente no nos extingamos.

Por lo que ahora le toca el turno a las hormonas que están por excelencia detrás del deseo sexual: los andrógenos, tanto para hombres como para mujeres, y los estrógenos, aunque en este último caso solo para la mujer. En ellas, el deseo suele estar más a flor de piel durante la ovulación, cuando los estrógenos están más altos.

Una vez dicho esto, las hormonas que están tan implicadas en el enamoramiento son la dopamina, la feniletilamina, la oxitocina, la serotonina y la neropinefrina, según explica la doctora Miriam Al Adib, autora del libro 'Cuando las hormonas se desmadran', son las siguientes.

Dopamina

Es un neurotransmisor que está relacionado con la motivación. Se libera en el cerebro cuando nos enfrentamos a algo que deseamos, como la comida, el sexo o el amor. Durante el enamoramiento, los niveles de dopamina aumentan de forma significativa, lo que nos hace sentir el entusiasmo característico por desear estar siempre con quien nos enamora. Podríamos decir que esta hormona nos hace adictos a esa persona.

Feniletilamina

Es una sustancia química que se produce en el cerebro cuando nos sentimos atraídos por alguien. Se la conoce como "la droga del amor" porque tiene efectos similares a los de las anfetaminas: nos hace sentir eufóricos y excitados. Junto con la dopamina es la responsable de esta tremenda adicción por la persona que nos gusta.

Oxitocina

Es la hormona del amor por excelencia. De todas las formas de amor habidas y por haber. Se libera durante el orgasmo, el parto y la lactancia. También se libera en el cerebro cuando estamos cerca de nuestros seres queridos. La oxitocina se libera cuando estamos cerca de nuestros queridos y está relacionada con el vínculo social, la confianza y la seguridad. Durante el enamoramiento, los niveles de oxitocina aumentan, lo que nos hace sentir unidos a nuestra pareja y nos motiva a protegerla y cuidarla.

Neropinefrina

Es otra hormona que se libera durante el orgasmo, el parto y la lactancia. También ocurre en el cerebro cuando estamos cerca de nuestros seres queridos. Es la hormona del vínculo. Durante el enamoramiento, los niveles de vasopresina aumentan, lo que nos hace sentir más cercanos a nuestra pareja y nos motiva a mantener la relación.

Serotonina

Es la hormona de la felicidad.