Castilla y León
Pitos al PSOE
Los socialistas rechazan el festejo, justifican al alcalde y anuncian una ley que ya existe.
La postura del Partido Socialista en torno al Toro de la Vega ha despertado más críticas que aplausos en el ruedo político. Y es que ni siquiera en sus filas ha encontrado unanimidad. José Antonio González Poncela, alcalde de Tordesillas bajo las siglas del PSOE, es uno de mayores partidarios de mantener la tradición en contra de lo que opina su partido. Sin embargo, el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, justificó al edil al asegurar que su postura no está basada tanto en el hecho de que sea miembro del partido como en su interés por defender los intereses de sus vecinos. «El alcalde es elegido por los ciudadanos», sentenció.
Mientras, están claras las intenciones del PSOE para la próxima legislatura, que pasan por acabar con el Toro de la Vega. Convencido de una victoria en las próximas elecciones generales, Hernando afirmó que «Rompesuelas» «ha sido el último toro lanceado en la Vega de Tordesillas, porque la legislatura que viene Pedro Sánchez impulsará una ley contra el maltrato animal que impedirá este tipo de prácticas», aseguró. Sin embargo, fue incapaz de concretar su contenido. «Habrá que determinar cómo esa ley especifica qué se considera maltrato». Y sin hacer mención a Poncela, aseveró que «el alcalde tendrá que cumplir la Ley». El ministro de Justicia, Rafael Catalá, no eludió manifestarse y agregó que desconocía «en qué consiste esa ley socialist contra el maltrato animal porque hoy ya existen en España normas que impiden el maltrato contra los animales».
Sin ir más lejos, la propia normativa regional ya ampara la pretensión del PSOE. En su artículo 19, el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Castilla y León prohíbe «herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses» y, «de igual forma, está prohibido darles muerte en presencia de público». No obstante, en su artículo 31 se señala la condición extraordinaria de los festejos considerados «tradicionales», como fuera declarado el Toro de la Vega en 1999: «Por su peculiaridad y tradición, no quedan sujetos necesariamente a la clasificación prevista para los espectáculos taurinos populares e individualmente se les podrá reconocer determinadas especialidades al régimen general».
Es por ello por lo que el torneo celebrado en Tordesillas se rige por un reglamento específico, cuya última revisión se validó en 2013 y que únicamente atañe a dicho evento.