No es habitual, y menos aún en La Llanada alavesa, ver cazas de combate en pleno vuelo rebasando la velocidad del sonido. De hecho, no había ocurrido nunca antes y, de ahí, la sorpresa con la que todos los vecinos de esta zona así como del sureste de Guipúzcoa y la parte de Navarra más próxima a esta zona del País Vasco observaron y escucharon cómo un caza F-18 del Ejército del Aire surcaba el cielo.

Muchos pensaron que podía tratarse de unas maniobras, aunque por la zona no hay bases aéreas, pero en realidad lo que ocurrió es que el F-18 trataba de interceptar a un avión comercial que sobrevolaba esta zona del norte de España sin que su comandante se comunicará con los controladores aéreos ni respondieron a las llamadas de estos.

La maniobra aérea sucedió el pasado 5 de febrero y se ha conocido ahora después de que el Gobierno lo haya confirmado en respuesta a una pregunta del diputado de EH Bildu Jon Iñarritu. "No comunicaba ni respondía a llamadas", aseguró el político vasco.

Finalmente, el avión se pudo identificar y la situación no pasó a mayores. El comandante de la aeronave pudo ponerse en contacto con los profesionales que controlan el tráfico aéreo y, al confirmarse que se trató de una falsa alarma, el caza volvió al Destacamento de Alerta y control de la Base de Torrejón de Ardoz, en las cercanías de Madrid.

Aunque este tipo de misiones militares son excepcionales, están perfectamente recogidas en un protocolo que indica cómo actuar ante estas situaciones sobre el espacio aéreo español.