Esto es lo único que se compró el hombre hallado muerto tres meses después de haber ganado más de un millón de euros en la Bonoloto

El pasado jueves la Policía encontró muerto en su casa de A Coruña a Emilio Lusquiños Martínez, el hombre que el pasado 17 de octubre ganó en la Bonoloto 1,2 millones de euros. Los amigos del coruñés, al no recibir noticias en más de dos días de Emilio, alertaron a las autoridades que, a falta de los resultados de la autopsia, falleció de manera natural.

A pesar de que su cuenta bancaria llegaba a seis ceros, Emilio nunca adoptó las costumbres de aquel que se vuelve millonario de un día para otro. Era un hombre humilde, que apenas mostró alegría y seguía siendo el mismo de siempre, según los testimonios que recoge La Voz de Galicia. Fueron sus propios amigos los que le aconsejaron comprarse un piso aprovechando su fortuna. No cambió su vida, pero sí se dio, sin saberlo, un último capricho.

Coruñés y del ‘Dépor’: este fue el único lujo que se dio Emilio Lusquiños después de volverse millonario

En las publicaciones de sus redes sociales, Emilio siempre sale vestido con la equipación del Deportivo de la Coruña, equipo del que era aficionado. Habitual en Riazor, a sus 68 años, disfrutaba del regreso al fútbol profesional de su club. Aprovechó que le tocara la lotería para recorrer kilómetros junto a él y eso fue el mayor lujo que se dio.

El pasado 15 de diciembre, viajó a Tenerife para ver el Tenerife-Deportivo que tenía pensado celebrarse ese día. El mal tiempo hizo que el partido se suspendiera, pero Emilio aprovechó para pasar una semana en la isla.

Además, el coruñés tenía pensado también a Málaga, en el duelo que enfrentará este sábado a los de la Costa del Sol con el ‘Dépor’. Había obtenido entradas y había comprado los billetes para ir, pero no será en el estadio de La Rosaleda desde dónde Emilio anime a su equipo.

Nunca estuvo casado ni tuvo hijos

Emilio vivía en su piso del barrio coruñés de Orzán. Nunca se casó ni tuvo hijos. Sus vecinos lo describen como una persona bondadosa, accesible y trabajadora, según reporta La Voz de Galicia. A lo largo de su vida, trabajó en empresas de reparto y en el sector de la hostelería. Además, dedicó tiempo como voluntario en la Cruz Roja y siempre estaba dispuesto a echar una mano a quien lo necesitara.

Era una figura muy conocida y apreciada en la ciudad, y él valoraba profundamente a sus amigos. Tanto era así que, tras ser el único acertante de la combinación ganadora: 1, 7, 16, 31, 43 y 44, invitó a sus amigos a una buena comida en un reconocido restaurante de A Coruña.

Fueron precisamente ellos quienes dieron la voz de alarma al no tener noticias de Emilio. A sus 68 años, llevaba un par de días sin comunicarse. La Policía Local de A Coruña y los bomberos lo encontraron sin vida en su domicilio, tras haber sufrido lo que apunta a ser un paro cardíaco, según los primeros resultados de la autopsia.