Viena
Edurne: «Me voy a desgarrar en Eurovisión»
Olvidénse de la candorosa, y un punto virginal, Edurne. Al menos en Eurovisión, donde representará a España con el tema «Amanecer». Eso sí, tampoco hay que esperar un cambio de «look» radical «porque no es importante, lo que importa es la canción». La cantante viaja a Viena, ciudad en la que se celebrará el certamen, el sábado en una semana que se presume frenética donde se sucederán los ensayos y demás actos públicos para los «eurofans»; así, se espera que lleguen a la capital de Austria decenas de miles en los próximos días. En la rueda de prensa que ofreció ayer en Madrid para mostrar su estado de forma físico y anímico, Edurne prometió ofrecer una nueva versión de sí misma: «Vais a ver sobre el escenario a una chica con fuerza y desgarro», anunció. Y también un poco nerviosa, como reconoció, «porque los nervios son fundamentales para un artista ya que son una expresión de la responsabilidad con la que se afronta esta profesión».
Va a Viena con los deberes hechos –ha cantado «Amanecer» hasta en la ducha– y orgullosa de llevar un tema en castellano, por aquello de no hacer esas piruetas que realizan los representantes de otros países que se lanzan al inglés para conseguir más votos perdiendo la esencia de su país por el camino. «Es evidente que, para transmitir la emoción del tema al público, se va a enfatizar en la dramatización y en la puesta en escena que ha realizado Tinet Rubira». Edurne no estará sola, le acompañará el bailarín Giuseppe de Bella. Y punto, porque no soltó prenda sobre su vestuario. «Hay que reservar alguna sorpresa para el final», se excusó.
«Va a ser muy difícil»
Edurne pretende ganar, aunque reconoce que es muy difícil. «Creo que el país favorito es Suecia, al menos eso dicen los ‘‘eurofans’’, pero al final lo que define el resultado es la actuación en directo y ésta tiene que ser excelente», explica la cantante.
Ante las críticas, se encoge de hombros. «No se puede gustar a todo el mundo. Lo que tengo muy claro es que soy yo la que me voy a subir al escenario y tengo que estar tranquila». Atrás queda la polémica artificial que surgió en «El Hormiguero 3.0», cuando la Prensa inglesa dijo que ella había manifestado que Manchester –donde juega su pareja, David de Gea– era una ciudad muy fea. «Me lo tomé con humor, aunque pusieron en mi boca palabras que yo nunca dije». Con su actuación el 23 de mayo pondrá fin a cuatro meses en que ha funcionado a pleno rendimiento. «Eurovisión, da igual en el puesto en el que se quede, es una gran oportunidad porque te das a conocer en toda Europa, aunque cuando acepté representar a España reconozco que me dio un poco de vértigo».