Así puedes cultivar un limonero en casa para obtener cítricos todo el año, según un arborista y horticultor

Cultivar un limonero en casa otorga la posibilidad de disfrutar de limones frescos durante todo el año, incluso en climas fríos. Aunque pueda parecer problemático, no se necesita un gran jardín ni un huerto extenso para conseguirlo.

Algunas variedades de limoneros se adaptan mejor a los espacios interiores. Dos de las opciones más recomendadas son:

• Meyer: Este híbrido es más dulce que un limón común, siendo una excelente elección para preparar limonada y otras recetas. Además, su tamaño compacto y su fragante floración lo hacen ideal para el cultivo en maceta.

• Ponderosa: Aunque es un árbol pequeño, produce frutos de gran tamaño, algunos de hasta un kilo de peso.

Requerimientos para el cultivo

Para que un limonero prospere dentro de casa, es fundamental replicar las condiciones naturales en las que crecería al aire libre:

• Temperatura: Los limoneros requieren una variación de temperatura de unos 3 o 4 grados entre el día y la noche. Durante el día, la temperatura ideal es de aproximadamente 18 grados.

• Iluminación: La luz solar directa es esencial para el crecimiento y producción de frutos. Se recomienda ubicar el árbol en una ventana orientada al sur para maximizar la exposición a la luz natural. Además, es importante limpiar regularmente las hojas y las ventanas para optimizar la fotosíntesis.

• Suelo y riego: El suelo debe ser ligeramente ácido y bien drenado. Se recomienda el uso de fertilizantes para plantas acidófilas y regar cuando la capa superior del sustrato esté seca, asegurando un riego profundo pero sin encharcar la tierra.

• Humedad: En climas fríos, la calefacción puede reducir la humedad ambiental, afectando al limonero. Se recomienda mantener un nivel de humedad entre 30% y 60%.

Por otro lado, es importante podar el árbol después de la fructificación para eliminar ramas débiles o enfermas.

Asimismo, dado que en interiores no hay abejas para polinizar las flores, es necesario realizar la polinización manualmente con un pincel suave. Desde la polinización hasta la cosecha, los frutos tardan aproximadamente seis meses en madurar. Para recolectarlos, se deben torcer suavemente hasta desprenderlos sin dañar la planta.