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Prevención

Así puedes comprobar si las fresas que compras son españolas o marroquíes

Al 57% de los consumidores españoles les importa el origen de los alimentos, según la Organización de Consumidores y Usuarios

Reparto de fresas por la campaña 'Yo como fresas de Huelva porque son sanas, seguras y sostenibles' María José LópezEUROPAPRESS

El pasado martes, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-AVASAJA) alertó de la presencia de Hepatitis A en fresas provenientes de Marruecos, asegurando que la entrada de estos frutos “supone un peligro para la salud pública y que puede haber aparecido en el alimento por regar las explotaciones con aguas fecales”. Esta alerta se une, consecuentemente, a los 47 avisos sanitarios de importaciones de Marruecos en el último año, de los cuales 30 de ellos fueron notificados por España.

Asimismo, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Andalucía (COAG-A) exigió "la paralización inmediata" de las importaciones de fresas y otros productos frescos del país marroquí. Desde la asociación, aseguran que la entrada de estos productos contaminados se debe a que solo se analizan de manera aleatoria "entre 1% y un 5% de los productos agroalimentarios que se importan".

Debido a esto, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomiendan una serie de prácticas para prevenir riesgos a la hora de consumir frutas y verduras:

  • Lavar las frutas y verduras cuando se vayan a consumir y eliminar las zonas dañadas
  • Sumergir durante 5 minutos en agua potable con una cuchara de postre de lejía (4,5 ml) apta para la desinfección de agua de bebida por cada 3 litros de agua. Aclarar posteriormente con abundante agua corriente.
  • Frotar la piel para eliminar la mayor cantidad de residuos posible y otros posibles contaminantes, siempre y cuando la superficie de la fruta o vegetal lo permita, como por ejemplo en el caso de manzanas o peras.

Cómo comprobar el origen de los alimentos

Según un sondeo de la OCU en el año 2013, al 57% de los consumidores españoles encuestados les parece importante el origen de los alimentos que compran.

Aunque, según la normativa, no se obliga a indicar el origen de todos los alimentos, sí están impuestos a especificar la procedencia en el caso de las frutas y hortalizas, y con ello se incluye a las fresas.

Sin embargo, el origen puede no aparecer de manera nítida o clara en el etiquetado de los productos. En tal caso, puede ser útil comprender un código de barras, ya que puede aportar información de gran valor para el consumidor.

El código de barras o EAN (Código Numeración Europea de Artículos) es una estructura que consiste, normalmente, en 13 dígitos, aunque a veces también puede tener 8 o 12, dependiendo del tipo de producto y de la región. Estos códigos siguen los estándares GS1, que permiten que cualquiera pueda leer un código de barras, creando un lenguaje común para los fabricantes y distribuidores internacionales y permiten identificar los artículos.

De esos 13 números, los dos primeros corresponden al país o región que emitió ese código. Cada nación tiene asignada un prefijo específico que indica el origen del producto específico que, en el caso de España, el prefijo asignado para los productos de origen español es el 84.

Por el contrario, si ve un producto que comienza con el prefijo 611, ese artículo tiene un fabricante o proveedor de Marruecos.

Para comprender el resto de números de un código de barras, hay que tener en cuenta:

  • Los cinco números que siguen al prefijo son el código que se le asigna a la empresa
  • Los cinco números posteriores hacen referencia al producto que asigna el fabricante
  • El último de los números corresponde a un dígito de control, que se obtiene a partir de un algoritmo matemático aplicado a los otros doce dígitos
Finalmente, hay que tener en cuenta que cada dígito se representa por dos zonas claras y dos oscuras que puede tener un grosor variable.