Alarma climática

Lula, incapaz de detener los incendios en el Amazonas, los más contaminantes de los últimos 22 años

Las emisiones de los incendios forestales registrados este año en las regiones del Pantanal y la Amazonía, son las más altas de las dos últimas décadas

Recreación del humo liberado por incendios forestales en América del Sur la primera semana de este mes de septiembre
Recreación del humo liberado por incendios forestales en América del Sur la primera semana de este mes de septiembreCAMS

La hipocresía medioambiental de la izquierda se manifiesta de manera evidente con la actual crisis de incendios en el Amazonas y el Pantanal. Bajo el gobierno de Lula da Silva, los incendios en estas regiones han alcanzado niveles alarmantes, mucho más graves que durante la administración de Jair Bolsonaro, a quien la izquierda internacional criticó enérgicamente por la situación en la selva amazónica, culpándolo de destruir uno de los pulmones del planeta. Sin embargo, el mismo vigor con el que se condenó a Bolsonaro parece ausente cuando el problema se agrava bajo un gobierno de izquierda.

Las emisiones de los incendios forestales de los últimos meses en el Pantanal (que afecta a Brasil, Bolivia y Paraguay) y la Amazonía, que abarca buena parte de la mitad norte de América del Sur, han alcanzado niveles récord, los más altos en dos décadas. Así se desprende de datos del Sistema Global de Asimilación de Incendios (GFAS, por sus siglas en inglés) del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS, en inglés), que es el programa de observación de la Tierra financiado por la UE.

El CAMS ha estado vigilando de cerca las emisiones de los incendios registrados en América del Sur durante los últimos meses. Según sus datos, difundidos este lunes, las emisiones han estado constantemente por encima de la media (incluso batiendo récords nacionales y regionales), afectando gravemente la calidad del aire en estas áreas. En especial, los incendios en el Pantanal y la Amazonía han generado un volumen de humo tan grande que ha llegado a desplazarse a regiones distantes, incluso cruzando el Atlántico.

En Brasil, hasta septiembre de 2024, las emisiones de carbono han alcanzado aproximadamente 183 megatoneladas, un nivel comparable al de 2007, el año récord de emisiones. Hasta ahora, las de septiembre representan 65 megatoneladas de este total. Los estados de Amazonas y Mato Grosso do Sul, donde se encuentran los humedales del Pantanal, son los más afectados, con niveles nunca antes vistos en 22 años de seguimiento. Por su parte, Bolivia ha registrado 76 megatoneladas de emisiones, superando su récord histórico de 2010, especialmente en la región de Santa Cruz.

La ocurrencia de estos incendios forestales podría considerarse “fuera de lo común”, según el CAMS, que considera que este aumento de incendios está relacionado con condiciones climáticas adversas, como las altas temperaturas, la sequía prolongada y la baja humedad del suelo. Sin embargo, lo preocupante no solo es la crisis ambiental, sino la respuesta desigual a ella. Los incendios de hoy son más graves, pero la izquierda, que antes usaba el argumento ecológico para atacar al gobierno Bolsonaro, parece mucho más complaciente con Lula. Brasil celebrará el próximo 6 de octubre elecciones municipales y apenas se habla de este colapso climático.