Desde mediados del siglo XX, España ha experimento un éxodo rural en el que parte de la población de los pueblos decidió emigrar a las grandes ciudades. Generalmente, se traduce en adolescentes y jóvenes adultos que buscan una oportunidad en el mercado laboral o medios para estudiar, los cuales no pueden encontrar en sus territorios de origen. Pero estos desplazamientos han supuesto un problema que ha llevado a España a una despoblación sin procedentes y en donde muchas zonas rurales se han quedado prácticamente vacías.

Es cierto que, por otro lado, los niveles de vida de los pueblos y las ciudades son muy diferentes. En las ciudades se encuentran más posibilidades de lograr un buen futuro, pero el ruido, las aglomeraciones o la contaminación dista mucho de la tranquilidad, la calma y la paz que reina en los pueblos.

¿Cuáles son los pueblos de España donde te pagan por vivir?

En base a eso, varios pueblos de nuestro país han optado por dar una compensación económica a aquellas personas que se muden a sus casas. Una decisión surrealista, pero viable. Y aunque la lista de localidades en los que te pagan por vivir es muy limitada, hay dos pueblos en concreto en los que te pueden llegar a pagar hasta 3.000 euros por vivir allí. Por ejemplo, Ponga, un municipio situado en el macizo cantábrico de Asturias. En este lugar, viven menos de 600 personas, la mayoría gente mayor. Un paisaje que enamora, con numerosas muestras de arquitectura rural local, que incluye corredor, paneras, iglesias o lujosos palacios indianos muy bien conservados. Todo propio de una forma de vida tradicional.

El ayuntamiento de esta localidad aprobó pagar hasta 3.000 euros a quien se mude allí, y como extra, otros 3.000 euros por cada hijo que nazca y se empadrone en la localidad. El único requisito es una especie de contrato firmado con el Ayuntamiento de Ponga al aceptar durante cinco años.

Por otro lado, en Castilla-La Mancha, encontramos Olmeda de la Cuesta. A pocos kilómetros de la ciudad de Cuenca, cuenta con un total de veinte habitantes, por lo que las autoridades del pueblo decidieron otorgar un bono de hasta 3.000 euros por vivir entre sus calles. Un plan en el que se subastan terrenos, con precios que oscilan de los 200 euros hasta los 3.000 euros, y el único requisito es que se construya una casa habitable en un periodo máximo de tres años.

Estos dos pueblos son excepciones, ya que el resto de localidades que paga por vivir entre sus tierras no llega a esas cifras. Sin embargo, son ayudas económicas destacadas. Por ejemplo, A Xesta, en Pontevedra. Tiene 176 casas, pero tan solo cincuenta habitadas a diario. En 2011, último registro que se hizo del municipio, contaban con 252 habitantes, y la superficie de este lugar es de apenas cinco kilómetros cuadrados. El Ayuntamiento de esta localidad da una ayuda de entre 100 y 150 euros por vivir en el lugar.

También en Galicia, está Rubina (Orense), con una población de 1.448 habitantes y que otorga 100 euros para quienes se instalen de alquiler allí. Por último, está Griegos (Teruel),donde el alquiler es gratuito los tres primeros meses en este municipio de 143 habitantes.