Mascotas
¿Por qué ladra tanto mi perro y qué puedo hacer para evitarlo?
Algunos de nuestro mejores amigos tienen la molesta manía de ladrar en exceso, ocasionando problemas en el entorno cercano. Sin embargo existen soluciones para evitar que ladre tanto
Nadie en su sano juicio debería esperar que un perro no ladrara nunca, es tan absurdo como esperar que un niño no hable. No obstante, existen ciertos canes que ladran en exceso, lo que puede ocasionar problemas en el entorno, tanto familiar como vecinal. Sin embargo, si lo que queremos es que nuestro querido amigo de cuatro patas deje de ladrar tanto, el primer paso es averiguar qué origina esos ladridos. Y, una vez que sepa por qué ladra, podremos comenzar a tratar el problema.
¿Por qué ladran los perros?
El ladrido es una forma de comunicación que usan los perros y puede tener diferentes significados según la situación.
Estas son algunas de las razones por las que los perros ladran:
- Territorial/Protección: cuando una persona o un animal entra en un área que nuestro perro considera su territorio, a menudo provoca una gran cantidad de ladridos y, a medida que la amenaza se acerca, los ladridos se hacen más fuertes.
- Alarma/Miedo: algunos perros ladran ante cualquier ruido u objeto que les sobresalte. Esto puede suceder en cualquier lugar, no solo en su territorio. Normalmente, sus orejas estarán hacia atrás y tendrá la cola metida entre las patas en este estado.
- Aburrimiento/Soledad: Los perros que se quedan solos en casa durante períodos prolongados, ya sea dentro o fuera, pueden llegar a aburrirse o ponerse tristes y, a menudo, ladran por esta razón.
- Saludo/Juego: los canes a menudo ladran cuando saludan a personas u otros animales. Por lo general, es un ladrido alegre, acompañado de movimientos de cola y, en ocasiones, saltos.
- Búsqueda de atención: los perros a menudo ladran cuando quieren algo, como salir, jugar o recibir un premio.
- Ansiedad por separación/ladridos compulsivos: los perros con ansiedad por separación a menudo ladran en exceso cuando se les deja solos. Por lo general, también presentan otros síntomas, como hiperactividad, destructividad o depresión. Los ladradores compulsivos parecen ladrar solo para escuchar el sonido de sus voces. También suelen hacer movimientos repetitivos, como correr en círculos o a lo largo de una cerca.
Cómo evitar los ladridos excesivos
Hacer que nuestro perro ladre menos llevará tiempo, trabajo, práctica, constancia y, sobre todo, mucha paciencia. No sucederá de la noche a la mañana, pero con las técnicas y el tiempo adecuados, podremos ser capaces de ver el progreso. Sin embargo, antes de empezar, aquí hay algunos consejos que debemos para recordar cuando comencemos a tratar de controlar los ladridos de nuestro perro:
- Gritar estimula a nuestro perro a ladrar más porque cree que nos estamos uniendo a la “fiesta del ladrido”. Así que la primera regla es hablar con calma y firmeza, pero sin gritar.
- La mayoría de los perros no saben lo que les queremos decir cuando les gritamos que se callen. Así que lo mejor que podemos hacer es entrenar a nuestro perro para que entienda la palabra “silencio”.
Cuando su perro esté ladrando, diga “silencio” con voz tranquila y firme. Espere hasta que deje de ladrar, incluso si es solo para tomar un respiro, elógielo en ese momento y dele una golosina. Eventualmente, se dará cuenta de que si deja de ladrar ante la palabra “silencio”, obtendrá un premio. Asimismo, puede enseñarle a su perro a mantenerse callado con un simple gesto. Una vez que entienda la palabra “silencio”, mientras le da la orden lleve su dedo a los labios (los perros a menudo captan las señales del cuerpo más rápido que los comandos de voz). Practique estos comandos cuando estén tranquilos y con el tiempo debería aprender a dejar de ladrar a nuestra orden.
Por último, si su perro ladra cuando está solo, cánselo antes de irse. Salga a caminar o corra, juegue a la pelota o vaya al parque para perros antes de irse. No permita que los problemas se repitan una y otra vez, ya que cuanto más tiempo un perro hace algo, más arraigado se vuelve. Ladrar puede dar a los perros un subidón de adrenalina, lo que hace que los ladridos sean agradables. Y permitir que un perro ladre en ciertas situaciones, como cuando llega el cartero, eventualmente puede hacer que un perro sea agresivo en esas situaciones.
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