Etimología
El curioso origen de la expresión “dar gato por liebre”
A pesar de que utilizamos este tipo de frases hechas regularmente, la mayoría de nosotros desconocemos el origen de estos dichos populares
El lenguaje español goza de una gran variedad de refranes o dichos que hacen de nuestro idioma uno de los más ricos y variados que existen. Todos, en alguna ocasión, hemos recurrido a alguna de estas expresiones para manifestar alguna cosa que queríamos decir. Este tipo de frases hechas tienen sentido figurado, son conocidas por la mayoría de hablantes de una comunidad lingüística y son frecuentemente utilizadas para dar consejo o describir una situación. Sin embargo, y a pesar de que las utilizamos regularmente, desconocemos el origen de estos dichos populares. Uno de los más antiguos y utilizados es “dar gato por liebre”, que tiene su origen en la Edad Media y su uso fue tan extendido que influyó en la literatura de grandes autores como Miguel de Cervantes.
¿Qué significa “Dar gato por liebre”?
Esta expresión significa que se ha engañado de manera deliberada, es decir, que se ha producido una estafa o un embuste con una intención determinada. Es utilizada especialmente cuando se quiere vender algo a alguien por una cantidad superior al valor que realmente tiene.
Origen
Aunque su uso sigue estando muy extendido, su origen se remonta a la época de la Edad Media. En ese periodo de la historia, existía la creencia de que en los sitios donde se servía comida, como tabernas, posadas, mesones y puestos ambulantes, se servía carne de gato haciéndola pasar por carne de liebre, conejo o cabrito, que era mucho más valiosa. A la gente de esta época, literalmente, se les daba “gato por liebre”. Esto se debía a que el aspecto físico de estos animales una vez desollados eran similares, al igual que su sabor, por lo que pocas personas eran capaces de apreciar lo que realmente estaban comiendo.
Las tabernas de aquella época anunciaban en sus menús “platos de liebre” a precios considerablemente altos y, sin embargo, todo el mundo sabía que estaban sirviendo carne de gato para comer en lugar de la carne del roedor. Asimismo, era común que los viajeros que paraban en este tipo de posadas utilizaran la expresión “si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta del plato” a modo de “conjuro”debido a la mala fama que atesoraban la mayoría de tabernas españolas respecto a este tema.
Esta práctica era tan común que pronto la expresión abarcó un significado mucho más amplio, más allá del engaño culinario. Incluso la literatura del Siglo de Oro dejó varias referencias de esta expresión, el mismísimo Miguel de Cervantes Saavedra la utilizó en su gran obra “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”: “Aun ahí sería el diablo -dijo don Quijote-, si ya no estuviese Melisendra con su esposo, por lo menos, en la raya de Francia; porque el caballo en que iban a mí me pareció que antes volaba que corría; y así, no hay para qué venderme a mí el gato por liebre, presentándome aquí a Melisendra desnarigada, estando la otra, si viene a mano, ahora holgándose en Francia con su esposo a pierna tendida. Ayude Dios con lo suyo a cada uno, señor maese Pedro, y caminemos todos con pie llano y con intención sana. Y prosiga”.
Otros “gatos”
Este no es el único gato del refranero popular español y tampoco el único que está relacionado con este animal. Por ejemplo, cuando se habla de que “hay gato encerrado” se habla de una causa o razón oculta. Por otro lado, y según lo que el escritor navarroJosé María Iribarren explica en su libro “El porqué de los dichos: sentido, origen y anécdota de los dichos, modismos y frases proverbiales de España con otras muchas curiosidades”, la expresión “buscarle tres pies al gato”: “dícese, propiamente, de los que tientan la paciencia de alguno, con riesgo de irritarle. Y se aplica, impropiamente, a los que con sofismas y embustes tratan de probar lo imposible”.