Contagios en adolescentes
Los menores confinados en Malta, más cerca de un “final feliz”
Francia e Italia ya están repatriando a los positivos. Se espera que la embajada tome una decisión en las próximas horas que facilite la salida del país de los españoles.
El Twitter de la Embajada española en Malta publicaba ayer un tuit muy esperanzador en el que pedçia a los padres de los 57 menores confinados desde el pasado 12 de julio que faciliten los datos de sus hijos para gestionar un posible vuelo de vuelta. “Otro pasito más”, señala Javier Guijarro, padre de una de las niñas confinadas.
“Pedimos a la Embajada y al Gobierno español la misma diligencia con la que se han movido las autoridades francesas e italianas antes esta situación, que ya están repatriando a los menores positivos de estos países”, selala Inés Serna, madre de otro alumno de 12 años.
Y es que el Gobierno maltés ha vuelto a cometer los mismos errores con sus políticas de cuarentena con los que mantuvo a un grupo de fisioterapeutas de Tarragona, vacunados con las dos dosis, y a otro grupo de universitarios de Francia, Italia y otros países, retenidos en el país más tiempo del debido y sin información.
Pero, esta vez, se añade la circustancia de que se trata de menores de edad. El pasado 3 de julio unos cien niños de entre 12 y 16 años comenzaron un campamento de inglés en la capital de la isla. El curso tenía una duración de quince días y, tanto para entrar como para abandonar el país, era necesario presentar una PCR negativa. Todo arrancó con normalidad hasta que, el 10 de julio, se suspendieron las clases porque alguno de los niños presentaba síntomas y dieron positivo en covid en los test de antígenos. Desde entonces, más de medio centenar están confinados en habitaciones de hotel, en grupos de dos o tres, sin atención médica, con la única supervisión de los monitores que les acompañaban y en unas circunstancias higiénicas y de salubridad más que dudosas.
“No nos cambian las sábanas, ni las toallas, y nadie ha venido a limpiar la habitación desde hace más de una semana. Hemos pedido que al menos nos traigan nuevas para que las pongamos nosotros, pero en el hotel se desentienden de todo. Solo nos han dado una pastilla de jabón para lavar nuestra ropa” Jimena Guijarro, de 13 años, está desesperada. Comparte habitación con una amiga en el Hotel Bellavista de Malta, un establecimiento en teoría de cuatro estrellas (en la práctica no llega a dos) que se ha convertido en una cárcel para ellos.
Los padres de los chavales denuncian los “atropellos” en el trato recibido por parte tanto del establecimiento como del Gobierno maltés. “Les están dando poca comida y de mala calidad. Se la llevan en bolsas de basura, y ni siquiera las reparten, lo tienen que hacer los tres monitores que están con ellos”, señala Inés Serna, madre de un joven cántabro de 12 años.
Y es que la normativa del archipiélago reduce al mínimo el contacto que las personas en cuarentena pueden mantener con otros individuos, por lo que ni siquiera el personal del hotel puede acceder a sus habitaciones. “Además, se les confinó varios días sin que se les realizase una PCR para verificar si estaban contagiados o no, y no les han realizado ningún seguimiento de su estado de salud, ni medición de temperatura ni medicación ni nada”.
Aunque la mayoría dieron negativo en las pruebas de detección de infección activa, tuvieron que confinarse igualmente en cumplimiento del protocolo de Malta que así lo establece para quienes han sido contacto de un positivo. Pero no aislan solo a los contactos estrechos, sino que lo hacen en grupo.
Desde la Embajada de España en Malta y otras fuentes del Ministerio de Exterior les han informado de que ambas instituciones están por la labor de organizar un vuelo de repatriación, sin embargo es el Ministerio de Sanidad del Gobierno Español el que está poniendo trabas a esta resolución. Los negativos volvieron en vuelo de repatriación específico el lunes.
“Teniendo en cuenta que esta administración sanitaria no conoce ni está valorando la situación de los menores, en posible situación de desamparo en la isla de Malta, y pudiendo organizarse un vuelo de repatriación con los positivos con las debidas garantías de seguridad, entiendo que está realizando una acción negligente que atenta contra la seguridad y salud de nuestros hijos/as menores en el extranjero, al menos 54 niños/as”, detallan en una carta enviada por uno de los padres al Defensor del Pueblo, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN.
Un grupo numeroso de padres están organizando un viaje a Malta para este próximo domingo- que es cuando, en teoría, termina la cuarentena- para acompañar a sus hijos en caso de que el confinamiento se alargue otros 15 días. “Si da positivo, al menos puedo quedarme y confinarme con Miguel”, señala Inés. Y es que, la política de aislamiento del Gobierno maltés establece que, si la persona se hace un nuevo test y es positivo, la cuarentena se reinicia otros quince días, sin tener en cuenta los días de cuarentena previos.
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