Semana Europea del Cáncer de Pulmón
La Sanidad pública se olvida de los cribados en el cáncer de pulmón
Pese a que causa más muertes que el de colon, mama y útero juntos, España sigue sin implantar esta prueba que solo hace un hospital público. En breve arrancará un proyecto piloto en 16 autonomías que espera demostrar su viabilidad. La privada la practica desde hace más de 20 años
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El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en el mundo. Provoca más defunciones que el de mama y el colorrectal juntos, tumores para los cuales existen programas de detección, así como para el de cérvix.
En España, la situación es muy similar. La previsión de la Sociedad Española de Oncología Médica es que el cáncer de pulmón cause este año 21.918 muertes, frente a las 11.131 de colon, las 6.652 de mama, las 3.994 de recto o las 673 de útero. Es decir, causa más muertes que los cánceres de colon, mama y útero juntos (18.455) y, sin embargo, no hay cribado.
Y los datos lo demandan. Su diagnóstico precoz puede mejorar las tasas de supervivencia de los afectados.
Del 11 al 17 de septiembre se celebra la Semana Europea de Cáncer de Pulmón con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de prevenir y actuar de forma precoz contra esta enfermedad.
Y es que, según datos de Eurocare-4, solo el 10,7% de los pacientes con cáncer de pulmón sigue vivo cinco años después del diagnóstico, ya que la enfermedad se detecta demasiado tarde. Esto explica que en nuestro país muera una persona cada 24 minutos por cáncer de pulmón, ya que entre el 70 y el 80%de los casos se diagnostica en estadios avanzados.
«La prevención es el escenario contra el cáncer», dijo en 2021 la ex ministra Carolina Darias. Un argumento que defiende la UE que, en 2022, como parte del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer recomendó realizar cribados frente al cáncer de pulmón (para grandes fumadores y exfumadores de 50-75 años), de próstata y gástrico.
Sin embargo, la realidad, a tenor del estudio encargado por Sanidad al Servicio Canario de Salud y la Agencia Gallega para la Gestión del Conocimiento en Salud, podría ser otra.
Si bien, el Ministerio aún no se ha pronunciado, el informe, en el que se recuerda que la evidencia señala que el cribado probablemente evitaría que cinco de cada 1.000 personas mueran por cáncer de pulmón en un plazo de 10 años –reducción del 20% en (ex) grandes fumadores–, no recomienda la puesta en marcha de un programa de cribado de cáncer de pulmón con tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) en España por razones económicas, lo que contraviene la evidencia científica.
En concreto, especifica que «no es una opción rentable para el SNS, aunque, según la literatura científica, podría serlo, en población fumadora o ex fumadora».
Una conclusión que rechazan la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), la de Radiología Médica (Seram), la de Médicos Generales y de Familia, Lung Ambition Alliance, The Ricky Rubio Foundation y Rioja Salud, dado que «el informe se basa en una evaluación coste efectividad cuya metodología es discutible».
«Hay análisis independientes que discrepan en cuanto al coste beneficio de este cribado en España y son más fieles a la realidad», precisan.
Además, «no se contempla el incremento progresivo de precios de los actuales tratamientos», añaden.
Y mientras el tiempo «juega» en contra de los pacientes. «Entre dos tercios y tres cuartos debutan con una enfermedad metastásica o localmente avanzada. Muchos trabajos han demostrado que el cribado invierte estas cifras, diagnosticándose dos tercios de los pacientes en estadios localizados que pueden ser curados con tratamientos locales», explica el doctor Luis Gorospe, radiólogo especialista en pulmón de la Seram.
Y sobre todo «juega» en contra de ciertos pacientes, porque «en España, la Sanidad privada hace cribado de cáncer pulmón desde hace más de 20 años», explica el doctor Juan Carlos Trujillo, coordinador de proyectos en investigación en Oncología Torácica de la Separ. Empezó la Clínica Universidad de Navarra, y después la Fundación Jiménez Díaz e IVO. Y desde 2021 también lo hace HM Hospitales, entre otros.
En la pública, «únicamente se realiza en el Hospital La Paz (Madrid) en fase de ensayo clínico», añade.
En otros países, aunque no muchos, nos llevan ventaja. «Polonia, Hungría y varias ciudades de China incluyen el cribado en cáncer de pulmón en su cartera de servicios. También se ofrece en Reino Unido y en EE UU. En Italia han empezado con el programa piloto», precisa el doctor.
Trujillo coordina, junto al doctor Luis Seijo, el proyecto Cassandra, que pretende aportar evidencia sobre la factibilidad de la TCBD como herramienta de cribado contra este cáncer para que en un futuro pueda implementarse en el SNS.
El arranque se ha retrasado, pero «empezará a finales de mes o a principios de octubre. Finalmente participarán hospitales de 16 autonomías. Todas menos Galicia, y tampoco están Ceuta y Melilla», avanza el doctor. Se realizará un cribado a «50.000 pacientes, por lo que se tratará de uno de los mayores estudios a nivel europeo», lo que permitirá demostrar su viabilidad.
Algo en lo que confía Trujillo: «El tratamiento en fase IV anual por paciente puede ser de más de 90.000 euros según el fármaco y el cribado 33.000 euros por año de vida ajustado por calidad (AVAC). Esta comparativa, que no se hace en el informe de Sanidad, respaldaría el cribado, pero sería necesario impulsar un proyecto piloto que nos aportara más datos que respalden dicha afirmación».
La inequidad también se sufre en el acceso al diagnóstico y al tratamiento. «Los días de demora difieren. En Cataluña CatSalut recomienda (no más de) 40 días desde el diagnóstico hasta el tratamiento. Hay otras comunidades que establecen 60 días», reconoce Trujillo.
En privada, en cambio, el tiempo medio entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento, según el último informe RESA publicado por la Fundación IDIS (en 2019), está en 15,88 días en cáncer de pulmón, cuando en la mayoría de programas de demoras para el cáncer en España y otros países se suele marcar como objetivo ocho semanas.
A su vez, sigue sin homogeneizarse en nuestro país el acceso al diagnóstico molecular. Así, como denuncia el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), en España, al no existir un centro de referencia (sí lo tienen Francia, Alemania y Reino Unido, por ejemplo), los pacientes acceden de forma desigual a la secuenciación genética. Cataluña tiene un plan de Oncología de precisión desde 2021. En España, en cambio, no existe un plan de este tipo a nivel nacional.
Y no solo. En nuestro país, los pacientes han de esperar más de un año para acceder a nuevas terapias en cáncer de pulmón, como denuncia GECP. Siendo los casos más sangrantes los 21 meses que se tardaron en incluir al SNS Lorlatinib o los 16 meses de Dacomitinib tras su aprobación europea.
«En España hay inequidades en diagnóstico, tratamiento, innovaciones terapéuticas, en calidad de vida... principalmente en las comunidades que no son muy grandes o que tienen una gran dispersión poblacional. Aunque en Cantabria, por ejemplo, la prueba de biomarcadores está en la cartera de servicios desde hace más de cinco años, mientras que en Cataluña está hace año y medio, y Madrid no lo ha implantado pero está en ello», precisa Bernard Gaspar, presidente de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP).
La inequidad también se refleja en la falta de medidas preventivas. Así, según la AECC, el 42% de las autonomías no protege a la población del humo del tabaco. Además, este hábito en personas con menor renta es casi el doble que en personas de clase alta, y su exposición diaria al humo del tabaco en espacios cerrados es casi tres veces superior.
Y, sin embargo, Sanidad sigue sin impulsar el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo, cuyo borrador se elaboró en 2021. «Sanidad no contesta a nuestra solicitud de reactivar el plan. Se necesita más que nunca una nueva ley antitabaco porque su consumo empieza a repuntar y en unos años podemos volver a cifras anteriores a 2010», alerta el doctor Carlos Rábade, coordinador del Comité Ejecutivo del Área de Tabaquismo de la Separ. Rábade solicita que «vuelva a financiarse con dinero público la vareniclina, así como que se financie la terapia sustitutiva con nicotina», que sí hace Canarias.
Otra inequidad, según la AECC, es que no todas las capitales de provincia tienen unidad de radioterapia. Es el caso de Ávila, Huesca, Palencia, Segovia, Soria y Teruel, así como tampoco Ceuta y Melilla. Además, más del 90% de las regiones carece de atención psicológica especializada o es insuficiente.
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