Covid-19
Un retraso de seis meses en cirugía de cáncer de pulmón reduce la supervivencia en hasta un 34%
La Sociedad Española de Oncología Radioterápica alerta de las terribles consecuencias que puede acarrear la Covid-19 en estos pacientes
La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), con motivo del Día Mundial del Cáncer de Pulmón, ha alertado de las consecuencias que puede acarrear la carga asistencial provocada por la Covid-19. En este sentido, el coordinador del Grupo Oncológico para el Estudio del Cáncer de Pulmón (GOECP), el doctor Felipe Couñago, subraya que la cancelación o el retraso de cirugías, pruebas diagnósticas y tratamientos “puede afectar de forma directa a la supervivencia y menoscabar los avances conseguidos en esta patología a lo largo de los últimos años”. Couñago se ha mostrado especialmente preocupado por la necesidad de plantear políticas y campañas de sensibilización más proactivas destinadas a reducir el hábito tabáquico, implicado en la etiología del 80% de este tipo de tumor.
La prevalencia de cáncer de pulmón en España no ha dejado de subir en los últimos años debido a diferentes razones: alta esperanza de vida, aumento considerable de los diagnósticos en mujeres, tradicionalmente por debajo de la mayoría de países europeos, y mayor acceso a pruebas diagnósticas junto a programas de screening en fumadores y EPOC. Todo ello ha permitido un diagnóstico temprano de esta enfermedad en pacientes asintomáticos y en estadios iniciales, permitiendo así una mejora en las perspectivas de supervivencia en esta población.
Sin embargo, la pandemia actual podría suponer un empeoramiento de la supervivencia en pacientes de cáncer de pulmón debido a cancelación o los retrasos de cirugías, las pruebas y los tratamientos es, por tanto, una de las principales amenazas desde el inicio de la pandemia coronavirus. El doctor Couñago precisa además que, en el caso de un tumor agresivo como es el cáncer de pulmón, un análisis reciente liderado por el Institute of Cancer Research de Londres señala que “un retraso de seis meses en una cirugía provocaría una reducción de supervivencia estimada del 27% al 34% en función del estadio de la enfermedad y la edad del paciente”. Dicho retraso es no sólo achacable a la cancelación de quirófanos, sino también al retraso en pruebas diagnósticas en servicios especialmente castigados por esta pandemia (radiología, neumología etc..).
El tabaquismo sigue siendo uno de los problemas a erradicar según SEOR. El coordinador de GOECP afirma que, dado que el tabaco está implicado en la etiología del 80% de los tumores de pulmón, “es fundamental buscar políticas activas y campañas de sensibilización para disminuir al máximo el inicio del hábito tabáquico, sobre todo en los jóvenes”. Junto al tabaco, no hay que olvidar otros factores de exposición ambiental o laboral. Entre los primeros, el gas radón proveniente del decay de radio y uranio es responsable de hasta un 2% de los tumores de pulmón. Este se encuentra en las rocas y el subsuelo y debe tenerse en cuenta en la construcción de viviendas para miminizar puntos de entrada como grietas o sótanos mal ventilados.
En cuanto a la exposición laboral, el asbesto aunque su uso está prohibido en España desde 2002, sigue estando presente en construcciones antiguas y no hay regulación sobre su retirada. El doctor Couñago concluye en este sentido que “evitar el consumo de tabaco y adoptar hábitos de vida saludables, sin duda, disminuye de forma considerable el riesgo de cáncer de pulmón”.
El responsable de GOECP precisa también, en lo que a tratamientos se refiere, que la combinación de radioterapia e inmunoterapia ha supuesto una de las grandes revoluciones en el manejo de los pacientes con cáncer de pulmón, volviendo potencialmente curables, tumores que antes presentaban una supervivencia muy pobre (en pacientes PDL1+: Mediana de supervivencia: 57,4 meses vs. 29,6 meses; supervivencia global a 4 años; 54,7% vs. 38,1%).
Con vistas al futuro, habrá que esperar a los resultados de los estudios en marcha evaluando las nuevas combinaciones de cirugía, radioterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia, así como la implementación de nuevos biomarcadores predictivos y pronóstico para seguir mejorando la supervivencia y calidad de vida de nuestros pacientes. En este sentido, la radiogenómica aborda las posibles asociaciones entre las alteraciones genéticas y la respuesta normal del tejido a la radioterapia. El objetivo principal es identificar marcadores genómicos que ayuden en la estratificación del paciente y establecer tratamientos de radioterapia personalizados, concluyen desde SEOR.
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